Trayendo un género a la actualidad, Fontaines D.C. se han convertido en una de las bandas favoritas por la renovación que encontramos en sus riffs, la desilusión impactada en sus letras y mucha, mucha intensidad.

Foto: Fontaines D.C.

Su segundo disco, sucesor del excelente y aclamado Dogrel es una denuncia sobre la vida moderna y el tedio en lo cotidiano, así como la necesidad de hacer las cosas más eficientes, repitiendo el número de tracks de su debut, con once nuevos temas.

El sencillo que le da nombre al disco es todo lo que podemos esperar de la banda irlandesa, criticando el glamour y la fama televisiva, los personajes creados pero en realidad, vacíos y los medios masivos como portadas falsas

Los aforismos del disco, al denunciar lo banal, se centran irónicamente en un modo sincero de ser un humano, enfrentarse a miedos y no conformarse con lo que la sociedad espera de nosotros, retando la rutina, los estándares de belleza y hasta la idea del éxito. No esperábamos menos de este disco.

La producción estuvo a cargo de Dan Carey (Black Midi, Nick Mulvey), y la banda demuestra no solo grandes momentos musicales a base distorsiones y baterías aceleradas (hay tres rolas notablemente calmadas), sino también letras directas sobre vivir la vida como te plazca, sin limitaciones y dándote chance de sentir todo lo que se te presente.

Cuestionando la imposición de roles en nuestras cabezas y los medios masivos de información opuestos al individualismo, la idea del punk está presente en el quinteto, que además logra con efectividad dar el mismo discurso con riffs y bajos distorsionados. Para equilibrar, tenemos baladas sentimentales que también funcionan, como lado opuesto a gritos y temas pesados.

Sorpresivamente, tenemos espacios en sus composiciones, como en la nostálgica “Oh Such a Spring”, en la que no buscan dar mensajes complejos, sino extrañar una época del año que a todos se nos escurrió por las manos, como tiempos mejores que los que vivimos hoy.

Este tono se mantiene en “Sunny”, con una faceta distinta de la banda, apartados por breves momentos de la denuncia social, en rolas cuidadas que son básicamente baladas conociendo la intensidad de estos irlandeses.

La acústica “No” cierra el álbum pensando sobre negarse a sentir, pero no sabemos cómo funcionará en vivo una canción tan lenta, de una banda que tiene claramente los mejores momentos en la intensidad y distorsión. Grian Chattan trabaja muy bien los contrastes de su voz, como lo muestra en la tétrica “Living In America”, en donde mantiene un tono ominoso para decirnos que ya vivó lo suficiente en Londres, en uno de los mejores tracks de este segundo LP de estudio.

El alivio al escuchar a Fontaines D.C. en parte radica en que no hacen música para gustar, sino para dar mensajes claros, sobre vivir la vida que desean y no seguir caminos impuestos. Esto lo hacen claramente en temas como “I Was Not Born”, en las que la música es particularmente ligera, pero la denuncia permanece, como en a mayoría del álbum.

El trabajo en las guitarras de Conor Curley también es de lo más destacable, con solos excelentes pero también arpegios precisos hasta en las canciones más calmadas, en donde también mete efectos leves para no olvidar que se trata de una banda ruda.

Tracklist de ‘A Hero’s Death’

1.- I Don’t Belong 

2.- Love is the Main Thing

3.- Televised Mind

4.- A Lucid Dream 

5.- You Said 

6.- Oh Such A Spring 

7.- A Hero’s Death

8.- Living in America

9.- I Was Not Born

10.- Sunny 

11.- No 

 

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Entusiasta y nerd musical desde que tengo consciencia. Lector obsesivo y escritor. Ávido de escuchar y presenciar música en vivo. Músico novato a ratos. Egresado de Derecho y (casi) de Letras Inglesas...

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