Después de casi seis meses de espera, ayer por fin Foals se presentó en el escenario del Pepsi Center para saldar el concierto que tenían pendiente con el público capitalino desde octubre del año pasado.
Los primeros acordes de “Snake Oil” comenzaron a sonar aún en la oscuridad, cuando de pronto se encendieron las luces y pudimos visualizar claramente a Yannis Philippakis y compañía.
La canción con la que iniciaron no fue una sorpresa, pues viene incluida en What Went Down, álbum que lanzaron el año pasado y que se encuentran promocionando; sin embargo la canción que le siguió sí lo fue, pues en vez de aventar otra del nuevo disco -como la mayoría esperaba- comenzaron a tocar “Olympic Airways” y fue cuando entendimos por dónde iba el setlist.
Después de haber escuchado una canción del nuevo disco y otra del primero, lo más lógico era que tocaran una del Total Life Forever o del Holy Fire, fue de este último del que tocaron “My Number”, canción que sin duda encendió los ánimos del público que bailaba y cantaba unido.
Ni habían acabado de tocar “My Number” cuando comenzaron con “Blue Blood“, una de las canciones mejor recibida por el público, además de que estaba acompañada de luces azules que le daban más profundidad y sentimiento al momento.
Después de tocar una canción de cada uno de sus álbumes la banda siguió con un setlist pensado para sus fans, y es que no nos saturaron solo con canciones del nuevo disco, al contrario, parecía que su intención era recordar junto con nosotros su carrera, así que intercalaron las canciones del nuevo álbum con las de sus anteriores.
Y así siguieron con “Give it All, Balloons”, “Mountain at My Gates”, “Providence”, hasta que llegaron a “Spanish Sahara”, canción que marcó uno de los momentos más emotivos de la noche, seguramente el highlight para muchos, pues clarito se escuchaba el coro a voz del público que cantaba “Cause I am, I’m the fury in your head, I’m the fury in your bed. I’m the ghost in the back of your head”, y que parecía interminable.
A “Spanish Sahara” le siguieron “Red Socks Pugie”, “Late Night”, “A Knife in The Ocean” e “Inhaler”, canción que convirtió el Pepsi Center en una real fiesta y con la que además anunciaban su partida, cosa a la que los fans se resistían, pues todavía querían más.
Y aunque ya se habían despedido decidieron regresar para tocar un breve encore de solo dos canciones que el público agradeció mucho, se trataba de “What Wet Down”, en la que Yannis se aventó a su público y entre las manos de la gente siguió cantando y finalmente se despidieron con “Two Steps, Twice”, se encendieron las luces y no nos quedó de otra que salir al frío y al viento de la ciudad.
La energía que trae la banda británica siempre es mucha y se percibe bien en sus discos, sin embargo verlos en vivo es otra cosa, alargan las canciones, no acaban una cuando ya están empezando la otra y se entregan completamente en el escenario. No sé si fue la espera y las ansias de verlos, pero este concierto no tuvo momentos aburridos, incluso muchos de los asistentes se quedaron esperando canciones como Bad Habit y Birch Tree, pero será para la otra.
Galería
Reseña: Tery Vega (@TeryVega)
Fotos: Montserrat Castro (@monncastro)