Existen cosas que definen nuestras vidas sin que las podamos entender o explicar. ¿Será obra de la casualidad?, no lo sabemos, pero indiscutiblemente nuestra vida a través de ciertas filosofías la entendemos como algo que ya está escrito, que muchas veces no podemos alterar o que inevitablemente influirá en nosotros.

El trasladar esta situación a la vida de una celebridad pública o de algún artista increíblemente nos deja claro que no es un tema que a los inmortales nos toca vivir como un caso aislado, sino como a algo que todo ser humano tiene la posibilidad de experimentar dependiendo de sus creencias. Así como le ocurría a John Lennon con el número 9. 

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El número 9 en la vida de John Lennon

John Lennon, nacido un 9 de octubre, siempre tomó al número 9 como parte de su numerología personal, la cual lo acompañó hasta el fin de sus días. Una inusual coincidencia que Lennon descubrió desde muy joven y gracias a su pasión por la numerología y sus lecturas supersticiosas del tarot.

Y es que muchos de los grandes acontecimientos de Lennon involucran al número 9: Octubre es el mes 9 dentro del calendario chino, y su madre Julia vivía en el número 9 de Newcastle Road. También está el hecho de que su hijo Sean nació un 9 de octubre y conoció a Yoko Ono el 9 de noviembre de 1966, sólo por mencionar algunos ejemplos.

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Para John estos sucesos nunca fueron una mera coincidencia. De hecho, el beatle consideraba al 9 como su número de la suerte. Incluso a pesar de que en su momento Yoko Ono le dijo que el 9, que se pronuncia ku en japonés, es homónimo de una palabra que significa dolor y sufrimiento.

El número 9 también estuvo presente en The Beatles

Dicha influencia de Lennon hacía el número 9 no fue solo personal, sino que se trasladó a Los Beatles.

Es un tema de creerse o no, depende del criterio de cada persona, primeramente podemos notar las nueve letras que componen el apellido de su compañero compositivo, Paul McCartney, con quien formaría la banda.

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Además, la primera vez que Brian Epstein –figura fundamental en la carrera de los “Fab Four”– vio a The Beatles, fue un 9 de noviembre, lo que ocasionó que al año siguiente firmaran contrato con EMI un 9 de mayo de 1962.

Por otro lado, “Love Me Do”, uno de los éxitos tempranos más importantes para The Beatles, fue lanzado un 9 de febrero de 1964. Y sí, sabemos que lo primero en lo que piensan los fans de The Beatles al asociar a Lennon con el número 9, es en la pieza “Revolution 9” una canción incluida en el “White Album” (precisamente el noveno disco de estudio de The Beatles) y que contiene un loop de una voz que no deja de repetir “number nine”, generando un ambiente hipnótico.

¿Qué pensaba John Lennon al respecto?

Después de la realización de “Revolution 9”, John Lennon declaró que al momento de procesar esta canción estaba trabajando con cintas clásicas, las cuales cortó y editó para obtener efectos de sonido. Fue ahí cuando apreció la voz de una ingeniera de sonido que estaba probando la voz al decir “esta es la prueba de las series EMI número nueve”.

“El 9 resulta ser la fecha de mi nacimiento y mi número de la suerte y todo. No me había dado cuenta: era tan curioso que la voz dijera ‘número nueve’; parecía una broma, trayendo el número nueve todo el tiempo”, explicó Lennon en una entrevista para Playboy en 1970. Dicha numerología parece estar inmersa en algunos eventos claves que direccionaron la carrera de la banda que cambió la música moderna.

John Lennon y Julia Lennon. Foto: Getty Images

El 9 marcó otros de sus ámbitos personales

El bus que Lennon debía tomar todas las mañanas para asistir a clases en Liverpool era la ruta 72, es decir 7+2=9. Sabemos que su vida como estudiante no fue exitosa, (y que bueno, pudo ser un aburrido contador). En su colegio él debió realizar nueve exámenes para conseguir su certificado final, ¿y saben qué? los reprobó todos.

Uno de los eventos más traumáticos de la vida de John Lennon, fue sin duda la muerte de su madre, donde también el número nueve se hace presente. Las placas  del automóvil que atropelló a su madre eran LKF 630 (6+3+0=9) que irónicamente iba conducido por un policía cuya placa era el número 126 (1+2+6=9).

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Hasta en su muerte se hizo presente

Finalmente, en ese fatídico 8 de diciembre de 1980 las coincidencias no se detuvieron. Las cinco horas de diferencia horaria que resultaron de su muerte en Estados Unidos con relación al horario en Inglaterra ya era un nueve de diciembre. Además, y no es chiste, su cuerpo fue llevado al hotel Roosevelt, en la novena avenida de Manhattan, donde fue declarado muerto a las 11:07 pm (1+1+7=9).

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Por: Salvador Medina 

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