El mágico trance de Animal Collective en el Corona Capital 2016

El frío es el protagonista de la noche, pero nadie parece quejarse de ello. El día está por acabarse, por lo que todos corren a ver al headliner de hoy. Pero mientras todo mundo estaba viendo a The Killers, algunos pocos, pero afortunados fanáticos de otro estilo musical, se reunieron en la Carpa Levis para ver un deleite visual y experimental a cargo de Avey Tare, Panda Bear y Geologist.

El escenario es alucinante, cuelgan adornos del techo, tres imponentes figuras que cambian de colores le cuidan las espaldas a los integrantes de Animal Collective, y las pantallas reflejan imágenes psicodélicas que van acorde al juego de luces y por supuesto, con la música.

Por momentos el ambiente se vuelve un enorme rave. La gente entra en un trance del que solo sale para dedicarles una tremenda ovación, es como si estuviéramos flotando a través de una conexión única con la banda de Baltimore. Y aunque en cantidad son pocos los presentes a comparación de los que están con Brandon Flowers y compañía, son fieles devotos al colectivo animalesco, así que no dejan de bailar, algunos incluso se inundan del calor de la noche para hacerlo lo más pegado posible, y las ovaciones cuando recocen un tema, son ensordecedoras.

El inicio de cada canción es lento, tranquillo, como si poco a poco nos fueran introduciendo en su mundo experimental, y después todo se vuelve frenético, un atasque de sintetizadores y batería, acompañado de la enérgica y distorsionada voz de Avey Tare. El show no está hecho para cumplir con convencionalismos, y que aunque todo mundo espera sus temas más conocidos, lo cierto es que parece más un ejercicio de improvisación basado en las canciones de Painting With, su disco más reciente y el de su gira actual.

Cada uno tiene su “estación” al estilo Kraftwerk desde donde sale toda la música, e incluso cada uno tiene una pequeña pantalla en la que se reproducen alucinantes imágenes. Una lástima que Deakin no esté aquí para presenciar esta reacción de la gente, que está más metida que nunca con la banda y que lo disfruta a más no poder. Tal vez es el exceso de fiesta, o de fanatismo por la banda, o de ambos. Pero nadie aquí parece lamentarse por perderse lo que estaba pasando en el escenario principal.

Fue como una gran analogía al reino animal, Avey es el líder de la manada que los llama gritos, mientras Geologist y Panda Bear lo ayudan a que esta enorme tribu arme su fiesta salvaje en medio de la selva. Aunque que como siempre la sabia pero misteriosa madre naturaleza, actúa de formas que no comprendemos, y tras apenas ocho canciones que alargaron a más no poder, y en donde no incluyeron sus “éxitos”, terminaron su show de forma intempestiva, con Avery simplemente diciendo “los amamos México”, dejándonos encendidos porque acababa de sonar “Summertime Clothes” y pensamos que los éxitos continuarían, nos quedamos con ganas de más. Algunos incrédulos incluso gritaron “one more song”, así en inglés, para ver si conseguían el milagro de hacerlos regresar, pero ese viaje místico, mágico y musical que vivimos con Animal Collective, ya había terminado.