Hubo un tiempo en la escena musical latina cuando los premios MTV en esta región del continente, eran más sobresalientes. Seguro que a muchos de ustedes les habrá tocado esa época, pero a quienes no lo vivieron, déjenos decirles que los invitados que traían no eran cualquier cosa. Y en ese sentido, uno de los shows más completos que se recuerdan es en la edición del 2003.

Ahí nomás para que vean de que hablamos, hubo actuaciones de artistas internacionales de la talla de Korn, Dido, Iggy Pop con Sum 41 y más… pero hubo una presentación que de plano fue tan sorpresiva como vibrante; tan poderosa como impactante. Sí, hablamos de la de The Mars Volta.

The Mars Volta tocando en los Premios MTV Latinoamérica del 2003. Foto: Getty.

Nomás porque andamos de nostálgicos dosmileros, en esta ocasión queremos recordar con ustedes esa vez que Cedric Bixler Zavala, Omar Rodríguez-López y compañía, detonaron el escenario de aquellos premios de la famosa cadena televisiva.

The Mars Volta y su fascinante primer disco

Pongámonos en contexto. El arribo de The Mars Volta a la escena es importante porque no solo hablamos de una banda que puso en el mapa de nuevo al rock progresivo (combinándolo con un sinfín de matices sonoros). Se trata de un proyecto que hablaba la maduración musical del equipo conformado por Cedric y Omar.

Como recordarán, ellos venían de haber hecho grandes cosas con At The Drive-In, convirtiéndose en una de las bandas de culto más importantes del post-hardcore. Básicamente, toda la movida emo-core y el screamo que se popularizó en los 2000 y 2010 tiene una deuda con este grupo (la mera verdad).

Pero bueno, ATDI dio todo lo que tenía que dar -incluido el maravilloso disco Relationship Of Command– y sus líderes, los mencionados Cedric en la voz y Omar en la guitarra, querían algo distinto; querían explorar otro terreno musical más vasto y extenso. Les entró la espinita por explorar con algo que se llenará de más virtuosismo.

Incluso experimentaron con el reggae y el dub cuando fundaron De Facto junto al tecladista Ikey Owens y Jeremy Ward, que podríamos decir era el primer cimiento rumbo a su próximo proyecto.  Y así, con más hambre de experimentar, vino The Mars Volta. Tanto Cedric como Omar decidieron reclutar a Owens de nuevo junto a más músicos de tremendo calibre y se dispusieron a darle forma a un EP llamado Tremulant y luego, a su poderoso primer disco de larga duración De-Loused in the Comatorium del 2003.

En una época donde el pop-punk de Blink-182, el nü-metal de Linkin Park y el indie-rock de  The Strokes dominaban la escena mundial, resultaba extraño pero agradable que otra banda no se uniera como tal a las corrientes que se popularizaban en masa. Y con su álbum debut, The Mars Volta ofrecía algo más allá de lo que ofrecían los canales de música.

Portada del ‘De-Loused in the Comatorium. Foto: Motown Records.

Y llegaron los Premios MTV de Latinoamérica

Ahora sí, a lo que nos incumbe. The Mars Volta debuta en 2003 con De-Loused in the Comatorium y nos muestra un estilo musical fuera de lo que las bandas más conocidas de la época demostraban. Era algo raro, sí, pero enérgico y cautivador. Quizá por eso -o quien sabe por qué otra cosa-, MTV Latinoamérica les dio el beneficio de la duda y los invitó a tocar en su premiación de octubre de 2003.

Y no solo era una invitación un tanto extraña por el estilo musical que manejaban. Era raro ver que una banda ‘recién iniciada’ que apenas había lanzado su álbum debut hace unos meses, tuviera un espacio en el mismo escenario que Korn o Iggy Pop. Tampoco es como que TMV fueran completos desconocidos -tal vez ya los conocían por ATDI-, pero no eran ciertamente los más populares; eran más de ‘nicho’ como se dice por ahí.

De hecho, curiosamente sí había algunos artistas latinos de renombre que ya los tenían en el radar. Echándonos un clavado por el inmenso mar de YouTube, podemos encontrar algunas declaraciones de Gustavo Cerati expresando su emoción por verlos tocar. “Hay algunos grupos que particularmente me gustan mucho, empezando por Mars Volta… digo, vamos a rockear un poco” dijo el legendario ídolo argentino en una entrevista durante los ensayos previos a los premios donde tocó “Artefacto”.

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The Mars Volta hizo lo suyo en la premiación

La noche de los premios MTV Latinoamérica se armó, se comenzaron a entregar algunas estatuillas, pasaron algunos artistas a hacer lo suyo y bueno, llegó el turno de The Mars Volta. Como dijimos, algunos conocedores ya los habrán tenido bien identificados para ese momento, pero seguro que la gran mayoría de asistentes y audiencia televisiva no tenía bien claro quiénes eran, de donde venían y qué tocaban.

Para responder un poco esas dudas, la introducción a la presentación de TMV la hizo el mismísimo Zack de la Rocha. El vocalista de Rage Against the Machine se refirió al combo liderado por Cedric Bixler y Omar Rodríguez como “una banda que honra el espíritu de gente como Celia Cruz y Fela Kuti, no con nostalgia pero sí con su propia inventiva. Esta es una banda que está más interesada en crear momentos, que crear hits. Esta es la banda y este es el momento: esto es The Mars Volta.

Zack de la Rocha presentando a The Mars Volta. Foto: Captura de YouTube.

De repente, se escuchó la guitarra distorsionada de Omar Rodríguez-López, se iluminó el escenario y sobre la tarima, la orquesta jazz-rock-salsera-progresiva echo a andar “Drunkship Of Lanterns”, uno de los sencillos principales del De-Loused in the Comatorium. Pero ese montón de sujetos que tocaban en ese momento tenían una chispa diferente, una energía que los hacía bailar como locos y que eran más electrizantes que cualquiera de los artistas que estaban dando show en esos premios.

Los peinados afros por todos lados, la bandera mexicana, los pasos de baile exóticos e improvisados y toda la faramalla -en el mejor sentido de la palabra-, rompían con la tradicional forma en que se presentaban las bandas en unos premios MTV. Pero el momento cumbre fue otro: Cedric bajo del escenario para caminar literalmente por encima de los demás invitados que estaban en las butacas.

Fiel a su loca manera de desenvolverse, el vocalista por ahí le arrebató los lentes a algún desafortunado -o afortunado, dependiendo de punto de vista- para ponérselos de una manera muy rara, pero épica. Y así, terminaba The Mars Volta con una presentación alocada, poderosa, de esas que te vuelan la cabeza y que te ponen en el mapa de la gente para siempre. Aquí la pueden disfrutar.

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Editor de Música en Sopitas.com; a veces escribo y hablo de otras cosas. Egresado de FES Aragón UNAM. Los gatos y la música son necesidad absoluta.

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