En el Razzmatazz de la semana pasada se hizo un conteo de los 20 mejores opening themes de series de animé. En la segunda entrega de esto que he bautizado como “la Trilogía Nerd DE LA MUERTE!!!” voy a repasar otro de los pasatiempos que me mantuvo virgen a lo largo de mi adolescencia (ok, quizás eso fue demasiada información). ¡Por supuesto, estoy hablando de la lucha libre profesional! Y para ser más preciso, me refiere a promociones estadounidenses como la WWE, y en menor medida, a TNA, ROH, y las ya extintas ECW y WCW.
Aunque debo confesar que hace muchos años superé mi afición al “deporte”, de vez en cuando veo la AAA o el CMLL si me los llego a topar en la tele, o checo las páginas de la WWE para ver quién sigue entre sus filas o quiénes son los campeones actuales (su canal de YouTube hace que sea mucho más fácil estar al corriente). Aunque no creo que la oferta gringa sea superior a la lucha libre mexicana o japonesa, la verdad es que crecí en los 90 viendo la rivalidad entre la WCW y la WWF, quizás el mejor periodo si eras fan de todo ese desmadre.
Un poco de historia para los que asumen que las luchas no es más una telenovela con costalazos, esteroides, y payasadas que insultan la inteligencia. Cierto, es entretenimiento chatarra, pero noble a final de cuentas. La WWE (antes WWF) adoptó lo que antes era un show medio-circense y local apto solo para rednecks (los “nacos” en el gabacho) para luego transformarlo en un espectáculo multimillonario de luz y sonido que hoy atrae la atención de quién sabe cuanta gente alrededor del mundo. Claro, el show de Vince McMahon no deja de tener un cuadrilátero en el que un par de hombres semidesnudos se arrojan contra las cuerdas, pero hoy goza de una popularidad inigualable, especialmente ahora que tiene más presencia en otros países… como México.
Parte esencial de ese espectáculo es la música. Desde hace décadas la música siempre ha tenido una presencia en la lucha libre, ya que desde que tengo memoria, las súper estrellas siempre tenían su propio tema con el que se abrían paso entre los espectadores para subir al ring. La música es de suma importancia porque no solo define la personalidad de tu alter-ego sobre el cuadrilátero, también ayuda para que te mentalices en la pelea y salgas prendido. Súmale los fuegos artificiales y la adrenalina ya está por las nubes, o lo suficiente como para que no te desconcentre el dolor de las caídas y los candados (será falso pero esos madrazos sí duelen).
Es por eso que el conteo de ahora está dedicado a la música con la que salen los luchadores para recibir las ovaciones del público, o cuando ganan una pelea. Al igual que con los openings de las series de animé, esa música sirve una función específica, y por lo tanto, mucha de ésta es muy memorable. Bueno, cabe aclarar que la música no es gran cosa. Solo está ahí en los 30 segundos que el encapuchado camina sobre la rampa, pero es parte fundamental del show.
Si eres fan actual de la WWE y desde hace poco, es probable que muchos de estos temas no te sean familiares, ya que preceden a los años en que había acceso a un transmisión en televisión abierta como ahora (a menos de que antes tuvieras una antena parabólica en tu casa, o algo así). Pero vale la pena recordarlos porque escuché la música de los luchadores de ahora, y en la mayoría de los casos no son más que canciones rechazadas de bandas de “alt-metal”, Aunque sí haré una mención especial sobre los temas de Brock Lesnar, “Cult of Personality” de CM Punk, y… creo que ya. La de John Cena también se salva. Lo demás es basura.
20. Hulk Hogan, el campeón indiscutible del mundo y su “Real American” eran todo un sello de la cultura pop ochentera. Hogan plantó la semilla de que el rock y la lucha deben ir de la mano, y aunque sea por eso hay que estar agradecido.
19. The New Age Outlaws, la dupla de “Road Dogg” Jesse James y “Mr. Ass” Billy Gunn de cuando eran parte de D-Generation X. Puntos extra porque Road Dogg hacía las introducciones mientras sonaba la música.
18. Entre las decenas de variantes que The Rock ha ocupado del mismo tema, mi favorita es de cuando era un rudo (o “un heel” para usar el término de allá) y parte de La Corporación del Sr. McMahon. Know your damn role!
17. Lo curioso de la versión de Motörhead es que adopta el riff principal del tema previo que usaba Triple H cuando era el líder de D-X y andaba con Chyna. Desde entonces no ha cambiado mucho.
16. El tema de Bret “The Hitman” Hart también inició esta costumbre de empezar con una nota alta para generar una reacción del público desde ese primer riff. Nada más con escuchar esa nota sostenida en la guitarra todo mundo sabía que se trataba de la Excelencia de la Ejecución (en serio que era un nerd).
15. El mayor acierto de la WWF a finales de los 90 fue la rivalidad interminable entre Steve Austin, la estrella principal del momento, y Mr. McMahon, el jefe millonario de la empresa. Desde la música se tenía que dejar bien claro que aquel que cruzara al patrón no tenían “ningún chance en el infierno.”
14. El tema original de Taz en ECW (luego Tazz, por obvias razones) era un remix de “War Machine” por KISS, que obviamente también tuvo que dejar atrás cuando dio el brinco a la WWF. Jugar en las grandes ligas exige sacrificios.
13. El “Rap Sheet” de Booker T lo acompañó desde que era parte de Harlem Heat en WCW hasta su trayectoria actual como comentarista en la WWE, y siempre ha sido un favorito.
12. “Nature Boy” Ric Flair ha entrado al cuadrilátero bajo la clásica música de “Also Sprach Zarathustra” desde que Chabelo estaba en su cuna. Estamos hablando de una figura que es prácticamente inmortal. Wooooo!
11. Otra canción que Rob Van Dam ya no podía usar en la WWE fue la de su entrada en ECW. En la versión simplona de Kilgore al clásico de Pantera, “Walk” prendía a la sed de sangre de los fanáticos de ECW como pocos temas lo han hecho.
10. Cuando Sting entró en su fase del Cuervo para combatir al nWo tenía sentido que adoptara una música orquestal y solemne. El viejo Sting era un playero con licras de colores y una sonrisa Colgate. En sus días emo, se esperaba de él un giro de 180 grados.
9. Para saber que es lo que carecen los temas de hoy, solo hace falta escuchar la música de los Horsemen, quizás la facción más dominante en los 80, en los días de gloria de la NWA. Y sí sabes que es la NWA de los 80, creo que tú y yo podemos tener una conversación muy agradable.
8. Quizás no hay mejor luchador en la historia de la WWE/F como Shawn Michaels, pero era difícil tomarlo en serio con su actitud inmadura y su música pegajosa de chico rompe corazones.
7. El vidrio se rompe y entra la serpiente de cascabel texana: “Stone Cold” Steve Austin. Todo un clásico de la televisión chatarra.
6. Esto no es un remix ni un cover por otra banda. Era de esperarse que un luchador que se hacía llamar The Sandman entrara bajo “Enter the Sandman” de Metallica. Lo que nadie esperaba es que sus entradas fueran casi tan largas como sus peleas, o que se abriera paso entre el público, con varias chelas en la mano y un cigarro. Todo un modelo a seguir ese Sandman.
5. Cuando la música es capaz de elevar a un luchador profesional a la estatura de un súper héroes de comic, ahí sabes que tienes que le diste al clavo con la fórmula ideal. Cuando WCW introdujo a Goldberg como esta máquina imparable en 1997, la audiencia se la creyó, y la música jugó su parte. Lástima que el gusto solo les duró un par de años.
4. El lado cool del nWo blanco y negro era el Wolfpac, quienes adoptaron el mismo logo medio fascista, pero con colores rojo y negro. La música, claro, tenía que ser lo opuesto a los guitarrazos del nWo, con una onda más de hip-hop.
3. ¡Uuuuuy! Les digo que no había mejores años para ser fan de las luchas que en el 97 y 98 porque hasta los luchadores de la midcard tenían música increíble. Por si nunca has tenido el gusto, disfruta el tema de The Brood, de cuando Edge & Christian eran algo así como vampiros goths… y mucho antes de que estos se pusieran de moda.
2. Mientras la competencia ganaba en los ratings con su New World Order, en la WWF tenían su propia facción de talento de alto perfil, aunque con una actitud más rebelde y valemadres. La música de D-Generation X tenía que reflejar eso.
1. Extreme Championship Wrestling era LA ONDA. Q.E.P.D.
T: @ShyTurista