Desde la Met Gala 2018, no ha habido otro tema de conversación dentro del mundo musical y geek. ¿La razón? Elon Musk, creador de los autos eléctricos Tesla y de los cohetes espaciales SpaceX está saliendo con Grimes, una de las artistas contemporáneas con mayor base de fans. Ambos asistieron al evento realizado en el Metropolitan Museum of Art y, más allá de saber posar para las cámaras -porque no supieron- o si iban ad hoc a la temática del evento –Heavenly Bodies: Fashion and Catholic Imagination-, hay algo que nadie le ha prestado atención… hasta ahora.
Hablamos de la broma del “Rococo Basilisk” o “El basilisco de Roko”, que muchos -incluso nosotros mismos- lo hicieron ver como “un personaje maldecido a ser torturado eternamente por inteligencia artificial”, pero al indagar más, descubres otra cosa mucho más retorcida y completamente distinta a una ensoñación que la misma Claire Boucher reflejó en su video “Flesh Without Blood”.
De entrada te decimos que el basilisco es un ser mitológico creado por los griegos cuya descripción era una “pequeña serpiente cargada de veneno letal que puede matar con la simple mirada pero además, si lo veías por un espejo podías quedar petrificado”. Los basiliscos se consideraban los reyes de la serpientes. O sea que la descripción de Harry Potter en la Cámara Secreta es bastante certera excepto por el tamaño, ya que teóricamente un basilisco no medía más allá de 20 dedos.
Con el paso del tiempo al basilisco se le fueron dando características reptilianas y para la Edad Media pasó a ser un gallo con cuatro patas, plumas amarillas, grandes alas espinosas, cola de serpiente y cabeza de serpiente o gallo.
Ahora bien, con esto como precedente te decimos que el Basilisco de Roko es un juego mental que se dio a conocer en 2010, cuando un usuario llamado Roko escribió acerca de él en Less Wrong, un foro en línea dedicado a temas de filosofía y psicología con una visión futurista.
A grandes rasgos, el experimento plantea un escenario -hipotético, claro- en el que el ser humano crea una poderosa máquina de inteligencia artificial con el fin de que trabaje en busca del bienestar para toda la humanidad. Sin embargo, el problema surge cuando la máquina se da cuenta de que por más que se esfuerce cualquiera de sus buenas intenciones podría ser todavía mejor.
Debido a su lógica o mejor dicho, a su programación de hacer siempre el bien, provoca una especie de consciencia en la que se da cuenta de que para hacer un bien mayor debería de haber existido desde mucho antes. En su desesperación, la máquina comienza a comportarse como un basilisco y comienza a matar a todas las personas que no trabajaron para haberla creado antes, pues eso le impide seguir aumentando su nivel de bondad.
Lo más perturbante de todo esto, es que quien se entera de la existencia del basilisco y no comienza a trabajar en su creación, inmediatamente se convierte en una de sus víctimas potenciales. A partir de esto es que el escritor David Auerbach lo llamó Basilisco de Roko o “el experimento mental más aterrador de todos los tiempos”.
Elon Musk es uno de los líderes en impulsar la inteligencia artificial. En el pasado, ha dicho que este tipo de tecnología podría ser incluso más letal que las armas nucleares mismas. Asimismo es dueño de OpenAl, una empresa dedicada a la investigación para “descubrir y promulgar el camino para una inteligencia artificial segura”. ¿Pero cuándo ha sido la tecnología segura cuando se trata de experimentos fallidos o de sobrepasar los límites?
Dentro del video de Grimes, ella en vez de usar “el Basilisco de Roko” utiliza “El basilisco de Rococó”, una reversión que en efecto, es “un robot que está destinado a ser torturado por la eternidad a través de la inteligencia artificial”.