Un día como hoy pero hace 23 años salió a la luz un álbum que marcó la historia del britpop, un álbum que hasta el día de hoy nos acompaña y que sigue vigente a su manera. Parte de los álbumes más emblemáticos de los 90 y que estamos seguros que seguirá bajo el mismo curso, Different Class, el quinto álbum de estudio de Pulp que les permitió salir de los pequeños escenarios a los grandes, incluyendo festivales de la talla de Glastonbury, alineándose a lado de los desmesurados exponentes del pop como Oasis, Blur, Supergrass, y Suede.
Pero… ¿por qué Different Class se apuntó como uno de los álbumes más representativos de la escena britpop? Realmente el álbum tiene muchas vertientes por dónde analizarse. También están los innumerables rumores y especulaciones a lo largo de los años. Pero principalmente -y resumidamente- se le atribuye por su perfecto estilo de narrar y registrar la vida urbana de los 90 en un contexto de la clase media inglesa. Es un álbum donde encontramos muchos temas de sexo, clases sociales, traviesas infidelidades, fantasías, venganzas, voyerismo, fiestas estúpidas y demás problemas comunes y corrientes, todo a través de un prisma simple, cotidiano; un reflejo social que permitió que cualquier joven lo arropara, que cualquiera recuerde un pasaje de su vida a través de las seductoras -y al mismo tiempo complejas- letras; porque al fin y al cabo, lo común y rutinario es nuestra verdadera esencia. Es por esta razón que el álbum logró su fama sin buscarla, por la sencillez sumada al grandioso trabajo musical, muy ad hoc a la época, a los jóvenes del momento; sabían hacia dónde tirar y con qué municiones llegar sin siquiera proponérselo, lo lograron y lo superaron.
A lo largo de los años se le ha cuestionado a Jarvis Cocker si las letras son autobiográficas; son tan personales y al mismo tiempo tan explícitas que causan intriga a los escuchas. Todos queremos conocer a los personajes del álbum, saber quiénes son, saciar la curiosidad de qué mujer inspiró “Common People”, o ¿quién es Deborah? (Deborah Bone, quien falleció el diciembre pasado a los 51 años de edad). Pero, ¿por qué la tentación de encontrar todas las respuestas? Principalmente porque el disco se solidariza con el escucha. Y es que los cortes son un reflejo de la clase media, de todos los pertenecientes al “mundo real”, los que tenemos que cumplir las reglas de juego, los que estamos atorados en un cubículo burócrata, los que estudiamos el mundo al mismo tiempo que lo odiamos, los que al caminar por los barrios de clase alta nos decimos: “¡Qué clase de mierda!, tiene tanto dinero y es más estúpida que yo”. Jarvis Cocker lo hizo muy bien, una narrativa excelente de un mundo imperfecto donde nos toca vivir.
A 23 años de su existencia el disco aún no pasa por desapercibido, ni para los medios ni para las múltiples generaciones sedientas de música que buscan ser comprendidos a su manera. Un álbum con tintes literarios -si se quiere ver de esa forma-, un registro histórico y social -si se quiere ver de esa manera-, un disco para acompañar nuestra vida monótona -si se le quiere ver a tu manera-.
¡Feliz aniversario gente común!