Lo que necesitas saber:
En un regreso a su cima noventera, Primal Scream nos regaló un disco bailable y placentero, que habla sobre las grandes verdades de la vida.
El nuevo disco de Primal Scream recupera bastante de los mejores momentos de su carrera discográfica, ya que Bobby Gillespie reconoce para este disco en los ritmos bailables una fortaleza imprescindible de la banda escocesa. Gillespie, único miembro fundador en activo, trae una gran banda de apoyo con Andrew Innes en la guitarra, Darrin Mooney en percusiones y Simone Butler en el bajo.
Tal parece que las bandas de antaño nos están consintiendo con el sonido que amamos de sus proyectos, y es que apenas la semana pasada The Cure nos mostró de nuevo su atmosférico sonido gótico con Songs Of A Lost World, y ahora Primal Scream nos regala algo muy apegado a su sonido esencial, que conocimos con el excelente Screamadelica (1991).
Estos precursores del britpop trajeron para la producción a David Holmes (con Primal Scream para XTRMNTR, Noel Gallagher’s High Flying Birds), maestro del big beat y trip hop que añade un matiz electrónico a todo el álbum.
Los precursores del britpop regresan con uno de sus mejores trabajos a la fecha
Temas metafísicos con música ligera y pegajosa
Vaya colección de mantras que traen Bobby Gillespie y compañía, en los que detallan ideas sobre trabajar en uno mismo, la persistencia del amor, e ideas metafísicas sobre el mundo espiritual. Come Ahead es un título auto explicativo, en el que Gillespie insiste en sobreponerse a la adversidad.
El disco tiene un ritmo contagioso, líneas de bajo sólidas y redondas, pero esto de pronto se encuentra con momentos más introspectivos y calmados que estancan un poco la gran dinámica lograda con lo más dance. Desde “Ready To Go Home”, advertimos que comenzará un despliegue de bajos funkeros y atmósferas trabajadas con sintetizadores y hasta metales.
Come Ahead abre fuerte, los primeros 4 temas inesperadamente te ponen a bailar, y se nota la influencia del neo soul y hasta un funk ligero que funcionan muy bien. Las atmósferas de sintetizadores son envolventes, y nos recuerdan a lo mejor de Primal Scream, con “Come Toghether”, con esos sintetizadores en loop que parece que no terminarán.
A los 63, Bobby Gillespie tiene todavía trae mucho groove y la que se lleva una mención honorífica es Simone Marie Butler en el bajo, instrumento que destaca y sostiene gran parte de esta propuesta de Primal Scream. El bajo de “Circus of Life” nos pondrá a bailar sin parar en el Corona Capital 2024. Aparejado con rolas como “Movin’ On Up” y “Come Together”, será un set sumamente disfrutable para el baile psicodélico.
Primal Scream tiene mucho que contar, con letras reflexivas y de denuncia
Hay una clarísima influencia del rock ligero y sentimental de los Rolling Stones, que ha sido una guía para Primal Scream desde sus inicios. Esta nueva dirección de los años setenta captó lo nostálgico de Gillespie. Estas letras hippies son muestra del atrevimiento de girar hacia algo placentero en un mundo cada vez más caótico que busca llevarnos a una espiral de noticias catastróficas.
El homenaje de Bobby a su padre, que aparece en la portada, tiene que ver con una política libertaria y espiritual, ya que era sindicalista. Esto está presente en todas las letras del álbum. Qué manera de homenajear a su papá.
En los momentos de calma, destaca la balada “False Flags”, que habla sobre el desperdicio de las vidas en los ejércitos. La capacidad lírica de Boby luce muchísimo con varias analogías y mensajes directos que cuestionan la guerra en un mundo inmerso en conflictos armados.
En “Circus of Life” se habla sobre las adicciones, y es que Primal Scream reconoce que hay que bajarle de vez en cuando, al fin y al cabo son veteranos de la fiesta. “Deep Dark Waters” admite una interpretación crítica del colonialismo , que nos dice que Bobby aún tiene deudas por saldar, mensajes sutiles de denuncia que siempre serán bienvenidos dentro del rock.
Primal Scream nos visita la semana que entra en el Corona Capital 2024, y para celebrar la salida de su onceavo disco de estudio, lanzaron versiones físicas de lujo y bastante mercancía alusiva, que pueden encontrar por acá.