Post Malone partió a Utah, proveniente de los Ángeles, con una fama apabullante y harto de la influencia angelina. El retiro inmediato de la metrópoli le cayó bien, a distancia, decidió denunciar a Los Ángeles como una escena que se alimenta de tu energía y que orbita únicamente alrededor de sí misma.
El tema es que con ascensos tan meteóricos como los que vemos semana tras semana en la era del internet, los artistas se impactan con la frustración velozmente. En este caso, Malone no se calla que Hollywood lleva años siendo devorado por vampiros y figurativamente, ellos están matando a LA. Así abre con el sencillo homónimo del disco “Hollywood’s Bleeding”.
A las relaciones que tenemos con nuestro lugar de residencia puede aplicarle también el “Amigx date cuenta”, vivimos a veces con el miedo de dejar ir, y vivir entre promesas sin cumplir. A lo largo del álbum, el rapero tejano toma decisiones que había procrastinado por mucho tiempo.
Post Malone ha reconocido que busca el equilibrio en su música, por lo que a lo largo de las diecisiete canciones que componen el álbum, se balancean temas sobre decepción y tristeza (“On The Road”, “A Thousand Bad Times”) con algunos otros que tratan sobre sentirse bien y esperar lo mejor (“St. Tropez”, “Staring At The Sun”).
Las colaboraciones son dignas de resaltar, y no por los grandes nombres con los que trabajó, sino porque se integran al álbum sin quitarle protagonismo a Posty. Se unen SZA, Future con Halsey, Meek Mill y el mismísimo Ozzy Osbourne con Travis Scott. Pero más allá de un coro, algunos versos y cantar junto con Post, no hay interferencias en la identidad de cada track.
Es necesario aplaudir el ‘experimento’ que hizo junto con el Príncipe de las Tinieblas, pues en “Take What You Want“, la misma voz de Malone parece que está emulando el mismo mood de Ozzy Osbourne a lo largo del coro; y a pesar de que la voz de Osbourne solo aparece en un par de ocaciones, fue suficiente para ponerle la piel chinita a más de uno.
Tiene momentos post punk, como las líneas de bajo en “Allergic“, misma canción que sorprende, ya que hay un momento dowoop y giros alegres, poco característicos del melancólico Posty.
La búsqueda por lo nuevo también tiene resultados extraños, como lo que sucede en un momento que se siente demasiado ajeno en “Circles“. Sin demeritar lo que ha logrado en el cloud rap, los momentos en los que Malone canta, se antoja que incursione un poco más en puentes o de plano canciones completas que se salgan del subgénero del rap en el que prevalecen los reverbs exagerados y los espacios inmensos. Pero su icónico ‘vibrato’ cortito, sigue más presente que nunca.
¿Recuerdan esta intervención en los Grammys?
En esta era en la que Lil Nas ha deshecho todos los charts con “Old Town Road“, parece que la voz y el dolor con el que canta Post Malone, también lo coloca como un cantante de rap que se inclina hacia el Country. Hay que tener presente que también disfruta cantar con Mariachi:
Uno de los momentos que más resaltan es “Internet”, una balada a la frustración que genera nacer, crecer, reproducirse y morir dentro del worldwideweb, y cómo todo lo generado parece artificial, como el amor vía Instagram y la paranoia del contenido que se genere sobre él mismo. Esta es, sin duda, de los mejores tracks del disco.
¿Conocerá esta joya?
Se incluyen varios sencillos que se encontraban sueltos, como la famosísima “Sunflower” y “Wow“. Lo que garantiza un buen impacto del álbum, pero los nuevos tracks respaldan lo que ha venido consolidando Post Malone, con un rap que roba elementos de otros géneros y no tiene restricciones para tomar lo mejor de otras colaboraciones.
Tracklist
1. Hollywood’s Bleeding
2. Saint-Tropez
3. Enemies f. DaBaby
4. Allergic
5. A Thousand Bad Times
6. Circles
7. Die For Me f. Future & Halsey
8. On the Road f. Meek Mill & Lil Baby
9. Take What You Want f. Ozzy Osbourne & Travis Scott
10. I’m Gonna Be
11. Staring at the Sun f. SZA
12. Sunflower f. Swae Lee
13. Internet
14. Goodbyes f. Young Thug
15. Myself
16. I Know
17. Wow
