La noche del sábado estuvo así en la CDMX: ¿Depeche Mode, Unkle o Porter? Quizás muchos, sin pensarlo, hubieran escogido a los dos primeros. Pero algunos, miles, dijeron “no, yo a Porter”. ¿Por qué? Porque tuvieron para ir a alguna de las otras fechas del dueto Gahan-Gore, porque les importaba poco escuchar “Be there” en vivo… o por…
A unos metros de donde estaba por presentarse Depeche Mode (solo había que cruzar avenida Churubusco), Porter celebró los nueve años de su álbum Moctezuma. Los que ocuparon un Palacio de los Deportes dispuesto a no toda su capacidad fueron envueltos por la multitud que querían escuchar “Precious” en voz de Dave Gahan. Eso se reflejó en la mercancía pirata que se ofrecía en las afueras de metro Velódromo. Las “del evento” de Porter fueron rebasadas en cantidad, variedad y creatividad.
Porter celebró el aniversario de su gran Moctezuma con varios invitados
Y, ¿eso tiene alguna importancia? Adentro del domo de cobre, la intensidad paulatinamente elevada de las composiciones de Hans Zimmer envolvieron al público, sólo para hacer más desesperante la búsqueda del lugar correspondiente y la expectativa inicio del show. Ya saben, en esos casos cualquier cosa sirve para creer que ya va a empezar: un silencio del sonido, el encendido de una lámpara, los gritos coordinados de un grupo de fans.
Pero cuál desesperante… si salieron apenas siete minutos después de la hora marcada para preguntar “¿Qué es el amor?” y, de ahí, seguirse con otras 24 canciones más en las que los originarios de Guadalajara, Jalisco se hicieron acompañar de un buen número de invitados que parecía sólo ellos conocían (salvo Caloncho, Denisse Gutiérrez de Hello Seahorse! y los de Little Jesus). Y, ¿eso tuvo alguna importancia?
El público “voló” con la atascada psicodelia pop de la banda de Jalisco
Envolver, envolver. Todo es dejarse envolver. Y eso hicieron los de Porter: envolvieron el espacio con una música que si bien vuela entre el dream pop, el rock psicodélico y el space rock, parece tener un sólido (casi inherente) cimiento en ritmos prehispánicos. Por algo el Moctezuma (claro) y, también, por algo las danzas que muchos ejecutaron ayer en el Palacio de los Deportes, mientras sonaban canciones como “Mamita Santa”, “Xoloitzcuintle chicloso” y “Para ya”. Danzas ácidas y electrónicas que, quizás, eran motivadas por algo más que la música.
“¡¡¡Cámara, que no traje mota!!!” gritó alguien del público, para evidenciar que la música de Porter se disfruta mejor en un estado alterado… o no: simplemente como ligero reclamo de que, luego del primero de sus dos pequeños encores, como que dieron señas de que iban a bajarle a la intensidad del muy intenso show, ya que aparecieron en el escenario sentados y con guitarritas acústicas para tocar muy calmadamente “La sombra del amor”.
El Palacio “de los de Porter”
Pero falsa alarma. Al contrario. Luego del descancito que se tomaron, los liderados en voz por un David Velasco atavaido con un muy “aestethic” jorongo ofrendaron lo más elevado de su set, el cual fue rematado por emblemática y ya clásica de las joviales crisis existenciales, “Espiral”.
Y fin a un show que, ni se notó, pero duró más de dos horas, mientras afuera el Palacio de los Deportes era alcanzado por el sonido proveniente del gran Foro Sol. Al salir, muchos echaban su mirada al otro lado de Churubusco porque se escuchaba “Enjoy de Silence”. Dicen que Depeche Mode se rifó en su segunda noche en la CDMX (y que lo de Unkle estuvo brutal) ¿Y eso importó? Para los que fueron a Porter, para nada importó.
Setlist Porter en el Palacio de los Deportes (23/09/2023)
¿Qué es el amor?
Murciélago
Rincón yucateco
Ranchito
No te encuentro
La china
Tzunami
Mundo extraño
Arcade
Host of a Ghost
Palapa
Cuxillo
Bipolar
ENCORE
Cuando lloro
La sombra del amor
Daphne
Mamita santa
Xoloitzcuintle chicloso
Vaquero galáctico (con Denisse Gutierrez)
Huitzil
ENCORE
Himno eterno
Cachito de galaxia
Pájaros
Para ya
Espiral (con Little Jesus)