Para sacudirse todo tipo de percepción sobre ella, la vocalista de Paramore, Hayley Williams, maquiló un disco debut como solista que rompe con todo lo que sabíamos de ella. A cargo de la producción se encuentra Taylor York, guitarrista de la banda que nos hizo cantar a tope con “Ain’t It Fun”, nos sorprendió con lo bien que lo hace en un ámbito tan separado del pop punk.
Lleno de sorpresas, su disco en tres partes titulado Petals for Armor trae elementos nuevos en cada canción, con estructuras que salen de lo convencional y es líricamente un aire fresco para la estadounidense de 31 años.
Podemos ver similitudes ligeras cuando Williams grita en “Sudden Desire” entre distorsiones, por ejemplo, pero alejarse del pop punk de una de las bandas más reconocidas del género no fue fácil, y de eso platicamos con ella hace unas semanas.
Momentos como “Dead Horse” muestran el trabajo impecable de la vocalista, ya que una canción feliz musicalmente se contrapone a una letra más solemne, y funciona naturalmente.
Con una introducción breve sobre su depresión, sigue su incursión al pop alternativo, que la hizo experimentar con sonidos que jamás hubiéramos pensado que eligiera la vocalista de una banda punk.
¿Y qué hay de esa voz que tanto gusta?
A lo largo del disco, por ejemplo, la voz susurrada de Hayley Williams es una constante que suma ambientación y logra volver las canciones más íntimas, como “My Friend”. Justo como nos lo dijo en la entrevista exclusiva para Sopitas.com, su voz ha encontrado un camino único. “Creo que si ahora me pongo a escuchar los primeros discos de Paramore sabría perfecto como quién estaba intentando sonar, o incluso dónde estaba emulando a algún otro artista. En cambio, si escucho los albums más recientes siento que me escucho a mí misma, puedo escuchar el crecimiento personal que he logrado hasta ahora“.
Canciones como “Over Yet” y “Why We Ever” también demuestran el triunfo que puede tener Williams para crear canciones uptempo, relacionables y digeribles. Estos temas más dirigidos hacia el synth pop los podemos poner a cualquier audiencia y funcionarán, inclusive como material para las listas de éxitos, no tan obscuros.
Están los espacios icónicos de este disco, como “Roses/Lotus/Violet/Iris”, que es una balada en la que usa una sección de cuerdas y un juego de voces para crear la propia atmósfera de esta joyita que se encuentra en la segunda parte del disco.
¿Y qué hay de las letras?
Líricamente, se nota que Williams tuvo todo un viaje desde su divorcio en 2015, pero ha llegado a un buen lugar. Mirando hacia adentro, buscando entender sus emociones desde el pasado, y con mucha aceptación, aspira a tener un poco de paz.
Y para los escépticos sobre este esfuerzo experimental, no hay más que concentrarse en escuchar “Watch Me While I Bloom” para convencerse de que Hayley Williams tiene apenas en su primer disco como solista un sonido y voz propia. En un entorno electrónico, el mensaje que elabora es liberador, bien pensado y se lleva con la melodía que usa. Uno de los mejores momentos del disco:
Con quince canciones, Hayley Williams logra un debut que la ratifica como más que una frontwoman única que superó el miedo a lanzarse como solista. Darle al mundo los mensajes tras encontrarse perdida, y presentarlo en un disco tan bien elaborado puede ponernos frente a una solista nueva, pero también bastante conocida.
Tracklist
1.- Simmer
2.- Leave It Alone
3.- Cinnamon
4.- Creepin’
5.- Sudden Desire
6.- Dead Horse
7.- My Friend
8.- Over Yet
9.- Roses/Lotus/Violet/Iris
10.- Why We Ever
11.- Pure Love
12.- Taken
13.- Sugar on the Rim
14.- Watch Me While I Bloom
15.- Crystal Clear