Por: Alejandra Torales
El 3 de octubre fue un día muy especial. Fue un día como esos que ya tenía mucho que no ocurrían. Y es que precisamente en esta fecha, el universo (y organizadores de eventos) se pusieron de acuerdo para traer a grupos de la talla de U2, Pet Shop Boys, Def Leppard, La Femme y Local Natives.
Centrémonos en los dos primeros, que para mala suerte de sus fans (y de los conductores), los instalaron en recintos vecinos. U2 en Foro Sol y Pet Shop Boys en el Palacio de los Deportes.
Si bien se pensaba que los Pet no tendrían gran concurrencia debido al concierto de U2, en realidad todo cambió cuando poco a poco el Palacio comenzó a llenarse. Mientras esperabas, de lejos podías escuchar a Noel Gallagher cantando “Champagne Supernova” y “Wonderwall”. Para los fans esto era como algo inexplicable: ellos iban a ver a Pet Shop Boys y escuchaban a lo lejos a otro artista. Como ha ocurrido en los últimos días, el tema principal de las conversaciones, además de los conciertos que se llevarían a cabo esa noche, estaba el 19 de septiembre. Esta fue la primera vez que ocurrían dos conciertos masivos tras los daños del sismo de 7.1 grados.
La gente poco a poco comenzó a reunirse al centro del escenario, cuya pantalla abarcaba toda su extensión y frente a ella habían otras dos pequeñas pero de forma circular. Algunos bebían cerveza, otros solo platicaban, comían, fumaban o revisaban sus celulares. El público en su mayoría era gente mayor de 30 años. Una sorpresa pues era de esperarse que todos ellos estarían esperando con ansias para ver a Bono y compañía. Pero no, los chicos pop tienen su propio séquito que no los iban a abandonar esa noche.
El reloj marcó las 9 y pasados unos minutos, las luces se apagaron para dar paso a una serie de visuales coloridos; caritas felices – que son un giño al new romantic y las noches de club de Londres y al éxtasis-. Unos sujetos con trajes negros y cascos metálicos en la cabeza que destellaban entre los lásers de colores, nos recordaban porqué desde 1981 han sido los principales representantes de la música electrónica.
Neil Tennant y Chris Lowe saludaron a un público más que eufórico. Con algunas palabras en español, Tennant agradeció a todos los que se encontraban allí, expresó su amor por nuestro país y posteriormente continuó con un set que tuvo cortes de su más reciente disco, Super. “Inner Sanctum” fue la rola encargada de abrir su show que por más de una hora dio un recorrido a las distintas épocas y transformaciones de la electrónica. También hubo pausas, pero éstas no fueron en vano, ya que daban paso entre una canción y otra. Sampleos, beats, improvisaciones y prolongaciones que se fusionaban al ritmo de los coloridos visuales con formas geométricos, imágenes distorsionadas de bailarines de danza contemporánea y lásers. Esto era un show que tuvo una producción buena, pero que para los que estaban en gradas no fue suficiente. La emoción no se sentía igual. Incluso hubo algunos que dejaron ver lo inconformes que estaban por el tamaño de la pantalla pues, como es sabido, PSB no escatiman en cuestiones de producción.
Su setlist fue un tanto parecido al que tocaron en Corona Capital 2016. Entre las canciones que lograron ser los puntos más altos de la noche fueron “Opportunities (Let’s Make Lots of Money)”, uno de sus primeros éxitos de 1986, “The Pop Kids”, con la cual hicieron una serie de prolongaciones que dieron paso a “In The Night”, de 1985 y con la que transportaron a la audiencia a una escena underground de los clubes supersecretos de Londres en los 80’s.
También sonó “West End Girls” y de la forma más sensual, la agrupación británica logró mezclar esta canción entre los movimientos de un hombre y mujer divididos en cuatro partes. La gente se sumió en una sensualidad de la que los británicos se aprovecharon para realizar algunos sampleos que incrementaron todavía más ese mood cadencioso y que después dio paso a la parte cursi llena de beats para “Home and Dry”.
Todos aquellos fans de los Pet, saben que hoy Chris Lowe cumple 58 años y precisamente por eso pudo haber habido algún tipo de celebración o pausa especial. No obstante, algo característico de la escena musical europea, especialmente de las agrupaciones de electrónica, es que se centran en su performance y no más. Agradecen, sí, pero tienen poca interacción con el público (al menos verbal), ya que su otra forma de conectar con sus seguidores es a través de la música misma.
Para cerrar el concierto tocaron “Go West”, cover a Village People, “It’s a Sin” -todo un homenaje a la música disco- y la infaltable “Always on My Mind”, que incluso logró sacar de sus asientos -después de un rato- a todos aquellos que se encontraban en gradas o a las personas que se encontraban en el baño (no bromeamos con esto).
Después de leer todo lo anterior -si es que sigues leyendo a estas alturas-, llegarás a pensar que fue un concierto excepcional que no le pidió nada a U2. Sin embargo, las percepciones son subjetivas y podemos decirte que sí, fue un espectáculo bien ejecutado, bien llevado, pero no logró crear una efervescencia excepcional. La gente no logró fusionarse y sobre todo, bailar. Aquellos que se paraban de sus asientos o que se movían tenían momentos stop. También estuvo el “factor celular”. Nadie bajó sus teléfonos para disfrutar de la noche, de lo que tenían ante sus ojos y sobre todo de una banda que no solo ha impactado a viejos, sino también a jóvenes. Aquí se vio la brecha generacional y las formas de disfrutar de un show. Los adultos solo observaban, cantaban, bailaban, disfrutaban a su manera. Los jóvenes solo grababan.
Setlist
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Inner Sanctum
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Opportunities (Let’s Make Lots of Money)
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The Pop Kids
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In the Night
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Burn
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Love Is a Bourgeois Construct
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New York City Boy
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Se A Vida É (That’s The Way Life Is)
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Love Comes Quickly
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Love Etc.
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The Dictator Decides
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Inside a Dream
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West End Girls
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Home and Dry
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Vocal
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The Sodom and Gomorrah Show
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It’s a Sin
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Left to My Own Devices
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Go West
Encore:
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Domino Dancing
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Always on My Mind
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The Pop Kids (Reprise)