Asistir a un concierto de nuestra banda favorita puede ser una de las mejores experiencias de la vida. Compramos el boleto con tanta anticipación, que marcamos la fecha en el calendario y cancelamos todos nuestros planes para que nada se interponga entre nuestra felicidad y nosotros. Todo marcha a la perfección hasta el momento que llegas al recinto y te encuentras con cierta clase de personas molestas, de las cuales debes huir lo antes posible si quieres disfrutar el evento con toda la tranquilidad del mundo (y no, no nos referimos a tu ex).
Es por eso que aquí les contamos de algunas personas que no quieres encontrarte durante un concierto, y si nos faltó alguno en la lista cuéntennos en los comentarios.
Los que se la pasan hablando
Comencemos la lista con una “tradición” que lleva tantos años sacándonos un par de corajes: hablar en los conciertos. Una vez que sale la banda principal –por la que casi todos pagaron por ver– nunca falta el típico grupo de personas que se la pasa platicando en voz alta como si fuera un antro. Claro que intercambiar palabras no está mal, pero tampoco es justo que vayan a contar sus problemas escolares y sentimentales a todo volumen, mientras otros tratan de disfrutar del artista en el escenario.
El sujeto live streaming
Tal vez nadie sea inocente de haber sacado su teléfono en un concierto. Ya sea para presumir que estabas hasta adelante, tomar una fotografía de la increíble iluminación del escenario, o simplemente grabar un pedazo de una de tus canciones favoritas. Nos hemos acostumbrado tanto a esta práctica, que incluso algunos artistas lo ven como algo normal (menos Björk) aunque hay quienes decidieron abusar y llevarlo al siguiente nivel: el live stream.
Esas personas que hemos visto con el teléfono –o en casos peores hasta una tablet– arriba durante toda la noche, para descubrir que están transmitiendo en vivo a través de Facebook para la gloriosa audiencia de… 4 personas. ¿Realmente alguien quiere ver qué tal se puso el concierto con tan pésima calidad?
El novio sobreprotector
Ok, lo entendemos, vienes con tu novia y no dejarás que nadie le haga daño o respire el mismo aire, pero por favor relájate. Asistir a un concierto con tu pareja puede ser una experiencia inolvidable, siempre y cuando los dos traten de divertirse. Pero existe el caso contrario en el que el novio decide colocarse atrás de ella en posición protectora, inflar la espalda y empujar a todo aquel que choque sin querer durante la euforia de la noche. Aún si tiene todo el espacio del mundo delante de él, no se moverá de su lugar y tampoco te dejará pasar, es una muralla humana que podrás identificar desde que se pare junto a ti… ¡CORRE!
Clásico malacopa
El precopeo se puso bueno, y ya con un poco de alcohol encima el precio de la cerveza no parece tan exagerado. No importa el género, horario o lugar, siempre habrá una persona que tomó de más y se dará el lujo de deleitarnos con tremendo espectáculo. Éste puede ir desde una pelea con otro asistente del público, caerse de manera vergonzosa, vomitar, tratar de ligar, hasta morir en el intento.
Aunque por otra arte está ese tipo de mala copa que se la pasa buscando que todos se diviertan, “baila, anímate estás en un concierto”, “¿esa no se la saben o por qué no la cantan?”. Además de que gritará, llorará y hará todo tipo de cosas raras para llamar la atención de los que lo rodean y demostrar que está pasando un muy buen rato. Ojalá pudiera recordar todo al otro día.
El sabelotodo
¿Te aprendiste todo el setlsit de memoria? ¿ibas al kinder con el primo de la novia del baterista? Lamento informarte que por más clavado que seas en ese tema, a nadie le importa si tú eres más fan que todos los que están presentes. Tanto la persona que decidió pagar $800 pesos y se sabe 2 canciones, como tú, tienen derecho a disfrutar de la velada sin que nadie les recuerde lo “posers” que son, o traten de poner a prueba sus conocimientos del artista para dejarlos en ridículo. ¿Por qué son así?