Lo que necesitas saber:
Elsa y Elmar estrena hoy 'Palacio', su cuarto disco de estudio, que relata historias personales dolorosísimas, pero con un sentido de esperanza mediante una mezcla sonora muy diversa.
Elsa y Elmar lanza hoy su disco más transgresor a la fecha, con un sonido positivamente abrumador que resulta en un collage sonoro intrigante y muy sentimental. A lo largo de 12 canciones, escuchamos algo de rock, rhythm and blues orquestado, reggaetón y hasta dubstep en partes del disco, lo que amplía la paleta sonora de Elsa en su cuarto disco de estudio en apenas 9 años.
Ojo, porque Elsa toca varios temas íntimos y complicados, desde una historia personal de desamor que la dejó con una sensibilidad extrema que te saca varias lágrimas.
Espacio para la innovación sonora con la fuente inagotable en la mente de Elsa
En producción, Elsa Carvajal se alía con su compatriota Julián Bernal, guitarrista y tecladista con Esteman. Este par lograron un sonido limpio con algunas áreas de innovación en el sonido de Elsa, principalmente beats y efectos vocales (“Drogada de Emociones”, “Ké MaL”, “Querer Así”).
Aún con las áreas de innovación, la capacidad de Elsa como escritora destaca en las rolas más directas y relativamente sencillas, como “Ké MaL”, en la que directamente le canta a alguien con quien las cosas no funcionaron. El coro es bastante rockero con guitarras distorsionadas pero controladas a la vez.
La única colaboración de este disco llega con el sevillano Álvaro de Luna en “VISTO”, en un diálogo sobre los efectos de dejar a alguien en visto. Esta balada de desamor synth con buenos beats, tiene unos arreglos muy acertados en sintetizadores, y es un gran logro cuando ambos cantan al unísono, su propia versión de los hechos, con un mismo resultado.
La travesía del desamor deja varias lecciones valiosas, ya que detrás de todo el dolor, Elsa comparte un mensaje de autoestima al descubrir que debe ponerse primero, y a pesar de la tragedia, se tiene a sí misma.
Elsa demuestra que su creatividad se expande a varios géneros distintos, y los arreglos tienen una variedad fascinante, con distorsiones, guitarras acústicas, sintetizadores y beats conviviendo armónicamente. Es un disco equilibrado, que complacerá a sus fans, a personas que apenas le estén entrando y a quienes busquen algo fresco.
El desamor es el detonante de un disco en el que Elsa y Elmar busca la reconciliación consigo misma
Elsa confiesa situaciones sumamente íntimas, y le habla a quienes tienen relaciones modernas, con las complejidades de los medios digitales, encontrar una infidelidad en mensajería (“sé xq sé”) y pensar en las repercusiones que vienen después de terminar una relación.
También hay espacios para resignificar el sufrimiento y derribar estereotipos, como lo hace en la excepcional “entre las piernas”, una oda a la menstruación, aterrizando bastante al mundo, en cuanto a lo que se espera de las mujeres. Elsa le tira al negacionismo, y abraza todo lo que significa ser mujer. Por acá nos contó un poco más de esta tremenda rola.
La capacidad de Elsa y Elmar para transmitir su duelo y conmoverte a través de su música y sus letras se mantiene intacta. En “GIGANTE”, la narrativa en primera persona sobre la reconciliación con ella misma, y encontrarse con la realidad a pesar de desear más allá de lo que le es posible, culmina con un mantra desolador y tierno a la vez: “pido haberme perdonado yo”.
Elsa y Elmar es una grande de la canción en español en la actualidad, y para muestra de ello Palacio resulta prueba de que la musicalidad con la que cuenta no tiene límites en cuanto a temas, géneros e inclusive instrumentos.
Será intrigante ver su show en vivo, ya que Palacio es un disco que utiliza muchísimos elementos, sintetizadores, percusiones digitales y hasta seguramente tendrá que hacer sampleos en vivo.
Por ahora, queda disfrutar y llorar con su disco, del cual lanzó copias físicas en color morado y mercancía especial. Elsa y Elmar estará en el Palacio de los Deportes el 8 de noviembre presentando su nuevo disco, y le siguen fechas en el Complejo Cultural Universitario BUAP y en Toluca, el 21 y 30 de noviembre.
