Uno de los proyectos que sin duda marcó el sonido de la década pasada fue The xx, con un minimalismo íntimo que simplemente nos cautivó y resultó en un éxito global que llevó rápidamente a Oliver Sim, Romy Madley Croft y Jamie xx a tocar frente a cientos de miles de personas en festivales y a agotar fechas en todo el mundo.
Cuando nos enteramos que el bajista y vocalista de la banda lanzaría un disco solista, Hideous Bastard, pensamos que los esfuerzos podrían haberse dirigido al cuarto disco de. estudio del trío británico. Sin embargo, contrario a lo que pensábamos, las primeras rolas lanzadas por Oliver dejaban ver un proyecto muy personal con el que el inglés de 33 años buscaba su redención en un caótico escenario.
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La autoaceptación liberadora en una confesión audiovisual
El sencillo que lidera el disco, “Hideous”, es una abrumadora canción en todos sentidos. El mensaje general sobre la confesión de Oliver Sim de ser VIH positivo desde los diecisiete años, y el hecho de abrir su corazón para narrar cómo es que se ha desvalorizado en general por su condición, conmueven a quien sea. Junto con una deslumbrante producción a cargo de Jamie xx, y la participación de Jimmy Somerville como voz de salvación, tenemos una de las mejores canciones del año.
El tono del disco permanece en las diez canciones que entregan poco más de media hora, y toca fibras sensibles sobre los estándares de belleza, el rechazo y temas de salud física y mental, matizados desde la óptica de un maduro Oliver que supera el amor no correspondido que parecía eterno en The xx.
“Romance With A Memory” y “Confident Man” son muestra de esto, con una madurez y hasta frialdad por parte de Sim que sorprende muchísimo. Las líneas melódicas cuentan con su característica voz susurrada que podemos visualizar en una plática entre amigos, a manera de explicación sobre lo que ha pasado en su vida desde el lanzamiento de I See You (2017).
La aceptación tiene su corolario en “Run The Credits”, con una aceptación del final o el cambio envidiable, que nos deja ver cómo es que Oliver ha trabajado personalmente una gran cantidad de sentimientos. Los escalofríos llegan cuando en este acto final, Sim repite una y otra vez: “Romeo dies, dies, he dies in the final scene”. Como se dice por ahí: “para allá vamos todos”.
Composición y producción sin lugar al error
Para su primer disco solista, Oliver Sim recurrió a su viejo aliado Jamie xx y a Alex Peringer (Reckonwrong) para no fallar con su estreno como artista independiente. La verdad es que todo el álbum brilla, y como de lo bueno poco, 34 minutos bastan para deleitarse con un disco pensado y trabajado en cada detalle.
“Fruit”, “Never Here” y “GMT” son obras que dan cuenta de los mejores niveles de producción en este lanzamiento. Incluso el remix de “GMT”, a cargo de Jamie, nos pone a pensar en el set que le escucharemos en el Corona Capital 2022, y cómo es que varios temas de Oliver pueden funcionar en una presentación que seguramente nos dejará asombrados.
Aplaudimos la sobriedad característica en la música de Oliver Sim, con beats sutiles de fondo que ambientan su voz, la protagonista de todo el disco entre una mezcla cuidada para que los diez tracks suenen como una confesión sincera en ambientes acogedores.
Una vez más, el poder de la fragilidad en vivo
En el contexto pandémico, Oliver Sim canceló su gira de otoño de este año hace apenas una semana. Expresando que el disco fue pensado para tocarse en vivo y lamentando que esto no pueda ocurrir de la manera en la que él lo imaginaba, advertimos que es mejor esperar para escuchar Hideous Bastard en su show en nuestro país.
El recordatorio de la fragilidad es el mensaje persistente del álbum, con joyas como “Sensitive Child” y “Unreliable Narrator” recordando que a veces nuestra perspectiva nos puede abrumar, pero ninguna historia es objetiva y con una sola interpretación. En medio de un mundo caótico, la mirada al interior de Oliver nos reafirma lo cautivador de una experiencia humana sincera y ejecutada de una hermosa manera.