Lo que necesitas saber:
Nothing But Thieves dio un concierto potente y movido, frente a fans con gestos impresionantes para la banda, que hasta lloró en el escenario.
Nos lanzamos a ver a Nothing But Thieves a House of Vans en su única fecha en la CDMX, dentro de su gira del Dead Club City (2023). Los ingleses convocaron a sus fans a un foro repleto y desde antes de entrar se veían fans con posters, viniles y mercancía, buscando a la banda antes de que llegaran para que les firmaran algo.
Qué impresión la espera de los fans desde casi dos horas pegados a las vallas, y es que hay que recordar que desde 2018 no los teníamos por la CDMX, y si no fuera por el inesperado anuncio de House of Vans, nos hubiéramos quedado sin verlos en la gira del disco Dead Club City, que trae varias joyitas.
Muchísima potencia de una banda heredera del hard rock que usa elementos de otros géneros
La fuerza de una banda grande en un lugar íntimo que nos maravilla con shows sorprendentes
Abrieron con “Welcome to the DCC” y desde ahí notamos que tienen un fandom muy intenso que ya domina las rolas del nuevo disco. Conor Mason es un frontman que contagia su energía a base de brincos y unos bailes sutiles que hacen ver que la está pasando re bien sobre el escenario.
La gente enloquecía cuando Conor subía sus agudos, como en el puente de “Broken Machine”. La potencia de la batería de James Price sonaba inmensa para el tamaño del venue, recordemos que House of Vans es un lugar íntimo en el que es un lujo ver a bandas que quizás ya llenan foros mucho más grandes.
“Muchísimas gracias, México”, dijo Conor en las primeras interacciones de la noche, a lo que la gente reaccionaba con locura e intensidad. Conor se reía cada que la gente les gritaba, porque aunque ya son una banda notable, parece que simplemente no se cree lo mucho que conecta con su audiencia mexicana.
Un equilibrio ideal entre rolas con muchísima fuerza, y también baladas sensibles que nos sacaron las lágrimas
Aunque la banda es conocida por trancazos como “Amsterdam” o “Overcome”, la neta se rifaron durísimo con versiones preciosas de “Lover, Please Stay” y “Sorry”. En la primera, con un coreo ensordecedor, hasta Conor se limpió las lágrimas, conmovido por la entrega de sus fans mexicanos.
Con solo Joe, Dom y Conor sobre el escenario, “Lover, Please Stay” fue un momento memorable en el que los visuales y las luces del House of Vans llevaron a los fans a encender las luces de sus celulares en la rola más romántica de la noche.
Ahora, estos momentos de descanso sirvieron para que la banda recuperara fuerzas y aventarse “Futureproof” e “Impossible”. Por fin Conor se colgó la guitarra y la gente enloquecía con todo lo que hacía. El vocalista se reía de incredulidad ante los saltos y energía de sus fans en el House of Vans.
“¿Cómo se sienten? ¡Es nuestro último show del tour! Y estamos en Mexico city baby“, dijo Conor con una sonrisa enorme, coleccionando peluches sobre el escenario.
Es admirable que Dom y Joe están todo el tiempo cambiando de guitarras, y también tienen teclados con pads cerca de ellos, desde donde lanzan líneas pesadas de sintetizadores o bajos electrónicos. Las distorsiones de Joe suenan mucho más desgarradas en vivo, lo que transmite mucha más fuerza que la de sus tracks de estudio.
Un fandom que actuó a la altura del show que dio Nothing But Thieves
Aunque el público mexicano se caracteriza como uno de los mejores del mundo, los fans de Nothing But Thieves tienen que estar en un lugar muy alto dentro de los fandoms actuales. Vimos muchísimas señales de apoyo, posters pintados a mano, mínimo una docena de peluches que les aventaron, y en un gran gesto, los fans metieron de contrabando globos para cuando la banda tocara “Pop The Balloon”.
El personal de seguridad sonreía ante decenas de globos flotando en House of Vans y la banda se alegró muchísimo con este detallazo. Joe, aún tocando la guitarra, ponchó un globo, mostrando que la banda tiene sentido del humor y la pasó muy bien en el cierre de su gira.
Antes de cerrar con “Overcome”, un conmovido Conor Mason dijo: “México, los amamos. No hay un público como ustedes, vendremos pronto.” El vocalista se mostró entregado, estando a punto de aventarse al público, aunque se controló y lo que hizo una y otra vez fue tomar la mayor cantidad de manos posibles, brincando sobre las bocinas de piso en el House of Vans.