Podría decir muchas cosas sobre el concierto que dio The Killers este 5 de abril en el Foro Sol. Por ejemplo, lo asombrosos que suenan en vivo y lo mucho que la banda se entrega en el escenario. Quizá podría recalcar lo hermoso que es escuchar a 65 mil personas corear a una voz el “I got soul but I’m not a soldier”, mientras la agrupación proveniente de Las Vegas toca “All These Things That I’ve Done” y Flowers se pasea sobre el escenario. Pero todas esas cosas pasaron a segundo plano cuando un fan mexicano subió al escenario a tocar con la banda.
José Luis, pasó de ser un fanático más al tipo más envidiado de la noche. En esta gira promocional de Wonderful Wonderful, el último álbum de estudio de The Killers, Brandon y compañía tuvieron la grandiosa idea de invitar a un fan de cada concierto a tocar con ellos sobre el escenario. En la sección general A, los seguidores más fieles llevaban sus carteles pidiéndole a Brandon que los eligiera, otros más traían peticiones de canciones que no estaban en el setlist. Y aunque en un principio no parecía así, la suerte sólo le sonrió a José Luis.
Antes de convertirse en el rockstar de la noche, otro chico quiso lucirse ante su banda favorita y subió para intentar tocar la batería que Ronnie Vannucci maneja a la perfección. Aunque su intento fue fallido, solo consiguió que Brandon lo bajara del escenario y mientras eso sucedía, se escucharon algunos abucheos. Entonces fue el turno de José Luis. Se le notaba nervioso y digo, ¿cuántas veces tu banda favorita te invita a tocar con ellos? A eso agreguen la presión de poder ser el siguiente rechazado de la noche.
Todos o mejor dicho, la mayoría, esperábamos que tuviera un episodio igual de penoso que la persona anterior al menos hasta que tomó las baquetas y todo se convirtió en un gran momento de gloria. Me atrevo a decir que hasta el mismo Brandon se impresionó. Su sonrisa mientras miraba al chico tocar era la prueba de ello; una sonrisa de satisfacción y que entre dientes decían “rífate”.
Cuatro minutos le bastaron a José Luis para que 65 mil personas del Foro Sol corearan su nombre, como si de tratara de un miembro más de la agrupación. Algunos ovacionaron al chico, otros decían que “ni tocaba tan chido” y otros más, al igual que yo, deseaban poder estar en sus zapatos. Al final de la canción José Luis se despidió de la banda y el público con unas baquetas en la mano y una cara de que no se la podía creer. Nosotros tampoco.
En esta reseña podría recordar lo bonito que fue escuchar a Brandon Flowers decir “Hola México. Bienvenidos a nuestro maravilloso show, somos The Killers” al inicio del concierto. Incluso podría contarles que fue la primera vez que pude ver a la agrupación, una de las favoritas de mi adolescencia, y decirles que con canciones como “Human”, “Spaceman”, “When You Where Young” y “Somebody Told Me” me regresaron a esos años amigables. Que lloré en el concierto cuando el Foro Sol se iluminó con cientos de lamparas y luces de celular cuando sonaron “Miss Atomic Bomb”, “Rut” y “A Dustland Fairytale”. O también agregar que las canciones del nuevo disco fueron las que se cantaron con menos ganas.
También podría emocionarme y decir que con luces neón, coristas, y trajes llenos de diamantina, The Killers le hacen honor a su lugar de origen y realmente te hacen sentir como si estuvieras en Las Vegas. También admito que podría enfocar este texto en decir que la energía de la banda no evitó que los fans dejaran de corear a pesar de la lluvia y el frío. Podría decir esas cosas y muchas más, pero lo repito una vez más: todo eso pasó a segundo plano. La noche del 5 de abril fue la noche de José Luis, la noche en la que uno de los nuestros, un compatriota, logró robarle un concierto a una de las bandas más queridas por el público mexicano.