Para muchos, el 24 de septiembre es un día más en la vida, pues no hay algo que se festeje especialmente en esa fecha. Sin embargo, para algunos fans de la música y sobre todo del rock, ese día es bastante especial pues dos de las bandas más importantes de la década de los 90 estrenaron un par de discazos que cambiaron la historia para siempre. Así es, hablamos de Nirvana y los Red Hot Chili Peppers.
Y es que es una gran coincidencia que tanto Kurt Cobain, Krist Novoselic y Dave Grohl, como Anthony Kiedis, Flea, Chad Smith y John Frusciante hayan escogido esa fecha pero de 1991 para lanzar los que quizá sean sus mejores trabajos. Por un lado, los de Washington irrumpieron con el legendario Nevermind, mientras que la agrupación californiana la rompió por completo su quinto álbum de estudio, Blood Sugar Sex Magik.
Aunque eso sí, cabe aclarar que jamás hubo una batalla encarnizada entre Nirvana y Red Hot Chili Peppers o armaron una bronca mediática para ver quién sacaba el mejor disco aquel 24 de septiembre (cof cof, así como Blur y Oasis), pues incluso ambos salieron de gira juntos, es inevitable no hacer una comparación entre ambos álbumes (aunque tengan temáticas y sonidos muy diferentes). Es por eso que aprovechando que llegó el 24 de septiembre y estos materiales que cambiaron para siempre el camino de la música de los 90 cumplen 31 años, parece un buen momento para repasar la historia de estos discazos.
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Red Hot Chili Peppers renació con ‘Blood Sugar Sex Magik’
Empecemos con la banda que en aquel entonces tenía más experiencia, los Red Hot Chili Peppers. Para 1991, la agrupación ya contaba con cierta fama. Habían conseguido un disco de oro con Mother’s Milk y tenían éxito con su nueva versión de “Higher Ground” de Stevie Wonder. Sin embargo, seguían siendo una especie de banda underground, pues aún no era un éxito nacional y mucho menos a nivel internacional. Pero no sabían que todo eso estaba a punto de cambiar.
Tras conseguir un nuevo contrato discográfico con Warner Brothers después de abandonar EMI, Anthony Keidis y John Frusciante empezaron a escribir canciones para lo que sería su primer lanzamiento para su nuevo sello. Se decidieron por Rick Rubin para producir el álbum, quien aceptó a pesar de haber rechazado trabajar con ellos en su tercer disco de estudio, Uplift Mofo Party Plan debido a las adicciones a las drogas de Keidis, Frusciante y el ex guitarrista Hillel Slovak, quien lamentablemente perdería la vida el 25 de junio de 1988 debido a una sobredosis de heroína.
Los Red Hot Chili Peppers decidieron que querían un ambiente interesante para las sesiones de grabación, y después de varias opciones eligieron la famosa “Houdini House”, la mansión del legendario Harry Houdini la cual se dice que está embrujada –pues hay quienes han dicho que les metieron un sustazo–. La casa, propiedad de Rubin, se equipó rápidamente con el equipo necesario y en mayo de 1991, la mayoría de los integrantes –excepto Chad Smith– decidieron mudarse a este lugar para trabajar el tiempo que sea posible en el estudio.
Un disco que le dio la libertad a la banda
La banda grabó durante un mes en la casa, y además de pasar por un momento de crecimiento musical, las canciones que estaban grabando se alejaban del sonido que presentaron en su trabajo previo. Por si esto no fuera suficiente, también se dieron un montón de libertades creativas y quien más disfrutó de esta situación fue Frusciante, pues pudo experimentar con los tonos de su guitarra tirándole más al funk y jugar con diferentes sonidos, como en el solo de “Give it Away”, que se convirtió en un gran éxito y sigue siendo una canción popular después de todos estos años.
La combinación de una producción estelar y una composición más melódica y madura resultó ser una combinación enormemente exitosa. Eso sí, las letras de estas canciones de los Red Hot Chili Peppers seguían siendo en su mayoría sobre divertirse, pero transmitieron ideas poderosas con Blood Sugar Sex Magik. Lo decimos porque Anthony Kiedis y compañía también dan mensajes antirracistas (“The Power of Equality”) y reflexiones sobre las relaciones rotas (“Breaking the Girl” y “I Could Have Lied”), concretamente las del frontman, quien canta de una manera melancólica como pocas veces podemos escuchar.
No a todos les encantó la fama y éxito
Finalmente el 24 de septiembre de 1991, el disco llegó a todas las tiendas y Warner Brothers aventó toda la carne al asador por este proyecto, encargando los vídeos de “Give it Away”, “Suck My Kiss”, “Under the Bridge” y “Breaking the Girl”, que se convirtieron en los sencillos principales del material que terminaron sonando por todos lados y algunas de las rolas más famosas de toda su discografía.
No se puede negar el impacto de Blood Sugar Sex Magik, que todavía hoy se considera como el lanzamiento más importante en la carrera de los Red Hot Chili Peppers. A todo el mundo le encantó el éxito, excepto a Frusciante, que pensó que de alguna manera manchaba la música. Su frustración lo llevó a dejar la banda a mitad de la gira y a sumergirse en las profundidades de la adicción a la heroína. A partir de ese momento, John fue y regresó en un par de ocasiones y afortunadamente ahora lo tenemos de vuelta con sus compañeros, creando discos interesantes. Sin embargo, este álbum que sacaron a inicios de los 90 y Californication probablemente sean los mejores trabajos de su historia, ¿no creen?
Nirvana se consagró con el legendario ‘Nevermind’
Ahora sí, llegó el turno de contarles un poco sobre la historia de uno de los discos más influyentes de la música, el Nevermind de Nirvana. Para 1991, Kurt Cobain y Krist Novoselic ya tenían la atención de un público pequeño pero fiel gracias a su álbum debut, Bleach. Sin embargo, en esa época llegó un elemento importante que junto a ellos conformó el trío perfecto: ni más ni menos que Dave Grohl.
Aunque había indicios de su sonido en otras bandas antes de que llegaran a la escena, ese año fue el momento perfecto para que los de Washington se abrieran paso. Su versión más austera de la fórmula versos tranquilos/estribillos fuertes, similar a la de los Pixies, y la voz ronca y característica de Cobain fueron el antídoto ideal contra el exceso de la década anterior del rock, y aunque en este disco todavía hay pequeños indicios de la producción de los años 80, la agresividad de la banda y la oscuridad de los temas líricos estaban sin duda más en sintonía con la sensación de aislamiento y pesimismo de la Generación X.
La banda creó un disco lleno de clásicos para la juventud noventera
Grabado principalmente en los estudios Sound City de Van Nuys, California con la producción del gran Butch Vig, con Nevermind, Nirvana terminó de pulir su estilo. Por un lado, teníamos los brutales golpes de batería por parte de Dave Grohl, a Krist Novoselic creando líneas de bajo discretas pero potentes y ni qué decir del sonido de la guitarra de Kurt Cobain, que con distorsión y algunos efectos, creó riffs memorables que cualquier joven que apenas comenzaba a tocar la lira podía tocar sin tener que estudiar años y años para lograrlo.
Gracias a rolas como “Come As Your Are”, “Polly”, “In Bloom”, “Something in the Way”, “Breed”, “Lithium” y más, la banda logró conectar con esos adolescentes incomprendidos de la década que encontraron en las letras de Cobain –donde hablaba de experiencias con las cuales se puede identificar en esa edad– y su manera de contarlas, una figura que tanto necesitaban pues los representaba y eso no lo veían veían en los artistas de las generaciones previas.
Sin duda, este álbum es uno de los más influyentes de la historia
Y por supuesto, no podíamos dejar pasar la canción más icónica del álbum, “Smells Like Teen Spirit”. Sabemos que la hemos escuchado hasta el cansancio, pues es uno de esos temas que las bandas de covers tocan a cada rato. Pero siendo muy honestos y analizándola un poco, esta rola es una muestra de lo que pasaba cuando Kurt Cobain, Krist Novoselic y Dave Grohl unían fuerzas. Con un inicio poderoso, versos tranquilos, coros estruendosos y pegajosos y un solo melódico pero memorable combinándose con el mensaje sobre rebeldía juvenil, hicieron que el movimiento de grunge explotara y le abrieron paso a muchas otras bandas.
Nevermind se estrenó el 24 de septiembre de 1991 y llegó en el momento exacto. Era música por, para y sobre un nuevo grupo de jóvenes que habían sido pasados por alto e ignorados, que no encajaban con los moldes de la sociedad. Pero no solo eso, pues con este material discográfico, Nirvana llevó al rock alternativo al público masivo, confirmando que era viable a nivel cultural y comercial. Y sí, hay un debate entre los fans porque algunos consideran que este es su mejor trabajo y otros opinan que In Utero, pero estamos de acuerdo en que los de Washington cambiaron la música de los 90 con su segundo álbum de estudio.
Cuando salió este disco,, había una pequeña división, pues un lado apoyaba a Kurt Cobain y compañía, pero los rockeros “true” estaban con otras bandas. Sin embargo, lo más cool de este asunto es que hablando de los Red Hot Chili Peppers en específico, tanto sus fans como los de Nirvana apreciaban a ambas agrupaciones.
Y ustedes, ¿con qué álbum se quedan, Blood Sugar Sex Magik o Nevermind?