La mayoría de las personas creen que el último disco de Nick Cave & The Bad Seeds, Skeleton Tree, se hizo bajo la sombra de la muerte de Arthur, hijo del líder y cantante. Sin embargo, no hay nada más contrario a eso. En varias entrevistas, Cave ha dejado muy claro que el disco se compuso antes de la tragedia, y que todos esos conceptos místicos, la alusión a la muerte y el hecho de que Cave declama y no canta, sólo dieron a entender a su público y a los medios que se trataba de una redención o la forma más sencilla de expresar dolor por una pérdida irreparable. Sin embargo, ¿quién quiere estar asociado a eso?
¿Por qué Nick Cave querría interpretar en una gira por todo el mundo canciones y letras que le recuerdan a su hijo? No hay respuesta, incluso la sugerencia, para muchos, es ridícula. Y con esto en mente, sin importar que el disco salió hace dos años –pero apenas llegó a México en un concierto– Nick Cave & The Bad Seeds se escucha de otra forma: se disfruta mejor, con la misma teatralidad que mezcla tintes ficticios y reales que provienen, como en pocos casos, de la profundidad que sólo una obra literaria puede ofrecer y que un autor como Nick Cave puede traducir en sonidos.
Todo esto quedó en evidencia la noche del 2 de octubre en el Pepsi Center WTC de la Ciudad de México durante la presentación de la banda como parte, precisamente, de la gira promocional de Skeleton Tree, pero que también sirvió como un repaso por el historial musical de una banda icónica que permanece en lo más alto de la industria, aunque ésta sea de culto o de nicho. Ayer, Nick Cave acompañado de sus músicos legendarios como Warren Ellis, demostraron por qué es una de las mejores bandas en una bomba que pasaba de la serenidad de una misa, el silencio requerido, el romance, la pasividad y el letargo a la adrenalina de un momento cercano a la muerte.
Primero, arrancó con un par de canciones de su disco más reciente, “Jesus Alone” y “Magento”, para dar paso a otros tracks de los discos que lo han llevado a convertirse en el icono más grande de la música gótica con canciones como “Loverman”, “From Her To Eternity”, “Stagger Lee” (que a más de 20 años de su lanzamiento con video, Cave tiene la capacidad moverse de la misma manera) o “Red Right Hands”, que representan esa furia y energía propia de Cave, para luego suavizar al público con baladas como “Into My Arms”, “The Ship Song” o “Distant Sky” (esta última acompañada de un extraño episodio que, sin ofender a los que llegaron al concierto de Cave con Skeleton Tree, apagó al público). Sin embargo, con las cualidades de Cave sumadas a la maestría de cada uno de los miembros que componen The Bad Seeds, fueron capaz de regresar a todos al art rock y blues que determinan su estilo desde 1983, y el cual surgió de lo que quedaba de The Birthday Party.
Todos los que estaban ahí, incluidos nosotros, esperábamos algo más que un concierto típico donde el showman apareciera con canciones conocidas y generara cierta interacción con un público que apenas sabía por qué estaba allí. En cambio, al menos de parte de Nick Cave & The Bad Seeds, recibimos más que eso: lo que nos ofreció fue una experiencia musical que confirmó la reputación de la banda como una de las mejores de la actualidad –y desde hace mucho, en realidad.
Por acá les dejamos el setlist del concierto de Nick Cave & The Bad Seeds seguida de una galería de imágenes:
Setlist
Jesus Alone
Magneto
Do You Love Me?
From Her To Eternity
Loverman
Red Right Hand
The Ship Song
Into My Arms
Shoot Me Down
Girl In Amber
Distant Sky
Tupelo
Jubilee Street
The Weeping Song
Stagger Lee
Push the Sky Away
Encore:
The Mercy Seat
City of Refuge
Rings of Saturn