Entre esta enorme oleada de proyectos nacionales que la están rompiendo en grande, un par de productores que se hacen llamar Mylko están robando la atención de muchos medios, y no por nada se han convertido en los consentidos de la disquera Kitsuné. Tal vez se los han encontrado abriéndole a The Radio Department, o poniendo el ambiente en festivales como Trópico, pero si aún no se han tomado la molestia de escucharlos, aquí les contamos un poco más de su propuesta.
Después de un rato en la escena musical, José Pablo Ibarra y Patricio Dávila decidieron juntarse para mezclar una exquisita variedad de timbres agudos y pegajosos que no podrás olvidar durante días. Inspirados en trabajos como Flying Lotus, Cornelius y The Chemical Brothers, sus letras hablan de amistades perdidas, nostalgia a la adolescencia, vicios y otras tantas historias que ya han logrado poner su nombre en alto en otros países.
Ambos comenzaron en las percusiones y más tarde se adentraron al mundo electrónico, para tratar de innovar los sonidos y escoger su propia esencia que fue plasmada en su álbum Contrast. Algo muy importante para Mylko es que todos los asistentes bailen en sus conciertos, sin importar que no conozcan las letras y sólo se dejen llevar por el sentimiento de la fiesta.
Nosotros quedamos fascinados con su sonido y decidimos hacerles un par de preguntas para que los conozcan más, y le den una oportunidad a toda esta experiencia llamada Mylko.
¿Quiénes son Mylko y cómo surgió la banda?
Mylko somos Jopa y Pato. La banda surge con nuestra inquietud por buscar un sonido que representara más fielmente quiénes éramos y lo que queríamos comunicar. Queríamos explotar nuestra creatividad como productores sin preocuparnos por tocar en vivo o por encajar en un determinado estilo.
Sabemos que desde antes de la formación de la banda ya llevaban tiempo en la escena ¿qué es lo que hacían antes de formar Mylko?
Tocábamos en varios proyectos y con varios artistas. Estuvimos en una banda juntos en la cual nos dimos cuenta que existía buena química musical entre los dos.
Si tuvieran que definir el sonido de Mylko en tres palabras, ¿cuáles serían?
Rítmico, Introspectivo, Explosivo.
A pesar de que su carrera es corta, ¿pero cuál ha sido el momento más importante como Mylko?
Tocar en el Festival Trópico 2016. Es un gran festival y para nosotros es un honor haber formado parte de él junto con excelentes artistas. Además, fue una manera muy linda de cerrar un año de mucho esfuerzo y mucho trabajo.
¿De qué forma ha cambiado su carrera desde su aparición en una compilación de Kistuné?
Cambió por completo. Nos dio mucha exposición internacional y esto nos abrió las puertas a muchos blogs, estaciones de radio y otros medios en Estados Unidos y Europa. Sin embargo, todo esto fue muy extraño, ya que en México no habíamos ni siquiera tocado en vivo.
¿Qué están escuchando ahora?
Lo último de Thundercat, Gallant, Sampha, y de latinos I Can Chase Dragons, SWIMZ y Centavrvs.
¿Cómo fue el proceso de grabación de su disco ‘Contrast’? Supimos que tuvieron algunos contratiempos?
El proceso fluyó muy bien. Ser únicamente dos personas ayudó mucho, y haber trabajado juntos antes hizo todo más fácil. Cada uno de nosotros conocemos nuestras fortalezas y debilidades y entendemos muy bien nuestros roles. Aún así, los dos estuvimos muy involucrados en todos los procesos desde la composición hasta la masterización o el arte.
En realidad no hubo muchos contratiempos. El único inconveniente que teníamos era la falta de tiempo. Al ser independientes, no podíamos dedicarnos al disco de lleno.
¿Cómo visualizan a Mylko en unos añitos?
Haciendo más música. Tal vez diferente a la que hacemos ahora, desarrollando un nuevo concepto. Con un mejor y más completo show en vivo, que sea una experiencia más completa.