Voces, máquinas, árboles, coches, animales.

El propio sonido del silencio.

Todo el tiempo oímos cosas; y esa fue la premisa que siguió hace más sesenta años Pauline Oliveros, una de las heroínas de la música contemporánea y nuestra host en nuestro primer día de visita en la Red Bull Music Academy de Montreal.

Nacida en 1932, Oliveros es una pionera de la música electrónica, pedagoga musical, autora, filosofa y una incansable artista experimental que no sólo ha redefinido el arte de hacer música, sino también el arte de escucharla.

Y es que oír, es probablemente uno de los conceptos más importantes en la carrera de Oliveros, tan es así, que en 1948, tan solo tres años después de la segunda guerra mundial, decidió que dedicaría su vida a componer música. Pero para ella, el do-re-mi-fa-sol no era suficiente para expresarse. Cuando cumplió 21 años, recibió de regalo una de las primeras grabadoras de audio que existieron, y Oliveros comenzó a grabar y reproducir los sonidos de los pájaros, de las máquinas y de los insectos que la rodeaban, y junto con Loren Rush, Terry Riley, Laurel Johnson y Robert Erickson, comenzó a registrar algunas sesiones de improvisación, que quedaron registradas en este archivo de 1957.

Para 1965, el virtuosisimo y experimentación de Pauline Oliveros la llevaron a disectar en en dos canales y con la ayuda de dos computadoras, una tornamesa y un delay la ópera Madame Butterfly de Giacomo Puccini.

Así, es como el concepto de arte sonoro se comenzó a popularizar hasta nuestros días. Sin embargo, la carrera de Pauline Olveros estaba todavía lejos de terminar. Su pasión por el ruido la llevó a desarrollar el concepto de Deep Listening o ‘la escucha profunda’, un método con el que busca expandir la conciencia de lo que escuchamos y así, hacer que lo que en un principio podría parecer una composición compleja, se convierta en una melodía accesible para nuestros oídos, si tan sólo somos capaces de poner un poco de interés en lo que realmente queremos escuchar.

Oliveros formalizaría el movimiento del Deep Listening en la década de los ochenta, con un disco que fue grabado dentro de una cisterna a 5 metros de profundidad de la tierra, utilizando el eco y la reverberación para hacer que su acordeón, una trompeta y un trombón terminaran escuchándose como una compleja composición electrónica

Esta obra, hizo que Pauline Oliveros comenzara a percibir la escucha como una experiencia háptica, por lo que a sus 84 años, se ha dedicado a desarrollar interfases, instrumentos y otros métodos para que la gente con discapacidad auditiva no sólo pueda hacer música, sino también, escuchar música, ya sea a través de vibraciones, movimientos y sensaciones, transmitidas mediante gestos, miradas o señas en los distintos espacios en los que se lleva a cabo el sonido, una práctica que ha comenzado a replicarse alrededor del mundo. Porque el chiste no es oir, sino saber escuchar

Pauline Oliveros fue una de las ponentes en el Red Bull Music Academy 2016, que se celebra en Montreal desde el 24 de Septiembre y hasta el 28 de Octubre. Desde 1998, la Red Bull Music Academy abre sus puertas para albergar cada año a 70 talentos musicales de todo el mundo, como un espacio de conocimiento y experimentación y colaboración. Algunos de los talentos emergidos de la Red Bull Music Academy son Aloe Blacc, Flying Lotus y Toki Monsta. En la edición 2016, participa la mexicana Dani Shivers.

Sobre ella y nuestra experiencia en el Red Bull Music Academy 2016 les estaré contando más adelante.

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