“Nunca escuches a la gente que quiere cambiar tus gustos musicales”, es el mejor consejo que ha recibido Pip Blom, una chica holandesa de 20 años de edad que ha levantado todas las olas del indie europeo, gracias a su crudo sonido.
Pip, aprendió a tocar la guitarra con un instrumento de tres cuerdas, antes de poder acceder a una guitarra profesional y posteriormente a los monitores y pedales que a muchos nos recordarán a Sonic Youth, hasta que escuchamos su voz y letras pegajosas y amigables