Pierre Boulez, compositor y director de orquesta francés, considerado uno de los mejores músicos del siglo XX, falleció la noche de ayer a los 90 años en su casa de Alemania.
La noticia fue confirmada por medio de un comunicado emitido por su familia, y distribuido por la Filarmónica de París:
“Para todos aquellos que lo conocieron y que pudieron apreciar su energía creativa, su exigencia artística, su disponibilidad y su generosidad, su presencia se mantendrá viva e intensa”
Boulez nació el 26 de marzo de 1925 en Montbrison, Francia. Originalmente estudió matemáticas, pero luego sintió inquietud por la música e ingresó al Conservatorio de París.
Boulez estuvo al frente de algunas de las orquestas sinfónicas más importantes del mundo, como la Orquesta de Cleveland (1967-1972), la Orquesta Sinfónica de la BBC (1971-1975) y la Filarmónica de Nueva York (1971-1977). Fue precisamente al frente de esta última, en la que alcanzó un grado notable, con composiciones tanto propias como de autores como Stravinsky, Stockhausen, Mahler y Beethoven.
También dirigió óperas como El Anillo del Nibelungo durante su centenario y Lulu de Alban Berg, en su primera representación completa en París.
Transgresor y gran revolucionario musical, caracterizado por siempre negarse a usar batuta durante sus conciertos (pues los consideraba “bastones para andar”), fue un pedagogo y teórico que defendió a la nueva música y el lugar que ésta debería ocupar en los programas de conciertos, así como el impulso de una creación musical que fuera más exigente.
A diferencia de muchas personas, a Pierre Boulez no le molestaba cumplir años, al contrario, esto lo hacia sentirse más libre:
“Cuanto más pasa el tiempo y más años tienes, más libre se siente uno. Si tienes vitalidad estás obligado a emplearla para descubrir nuevos territorios.”
… comentó en una ocasión.
Fue fundador del Conjunto Intercontemporáneo, primer grupo permanente de música contemporánea en Francia. También dirigió el Instituto de Investigación y de Coordinación Acústica de Música (Ircam), donde colaboró en el desarrollo de instrumentos que, apoyados en investigaciones científicas, pudieran transformar el sonido en tiempo real. También fungió como consultor de la nueva ópera de la Plaza de la Bastilla y de la Ciudad de la Música, ambas en París.
Su muerte ha generado numerosas reacciones no sólo en el medio musical francés, incluso el presidente François Hollande se refirió a su muerte diciendo que Boulez…
“…hizo brillar la música francesa en el mundo y dio un prestigio considerable a la cultura francesa.
Como compositor y director de orquesta, siempre quiso reflexionar sobre su época. La Filarmónica de París le debe mucho”.
Descanse en paz.