De último minuto y para sorpresa de muchas personas, este 25 de noviembre el mundo de la música regional de nuestro país y el espectáculo se encuentra de luto, pues lamentablemente murió a los 90 años Flor Silvestre, cantante y actriz mexicana que participó en medios como el la radio, la televisión, el teatro y la música; siendo una figura de la época de oro del cine mexicano y la madre de Pepe Aguilar.
Aún no se sabe la causa oficial de su fallecimiento, pero a través de su cuenta de Twitter, Joaquín López de Dóriga dio la noticia mencionando que “el cansancio detuvo su corazón rodeada de sus hijos y sus nietos en Zacatecas, en su Rancho El Soyate“. Lo único que se sabe es que a casi 13 años de la muerte de su esposo, Antonio Aguilar, descansará junto a él. Hasta el momento ninguno de sus hijos ha dicho algo al respecto.
¿Quién fue Flor Silvestre?
Flor Silvestre nació el 16 de agosto de 1930 en Salamanca, Guanajuato bajo el nombre de Guillermina Jiménez Chabolla. Gracias a su talento, a temprana edad se lanzó como actriz y cantante, forjando una enorme carrera de más de 70 años, en la cual grabó más de 300 canciones de géneros distintos como la ranchera, el bolero, el bolero ranchero y el huapango. Por su peculiar voz, la apodaron ‘La Sentimental’ y ‘La Voz Que Acaricia’, convirtiéndose en leyenda de la música mexicana.
Dentro del cine, destacó como una de las actrices más importantes de la época de oro, participando en 70 cintas y compartiendo cámaras con figuras como María Félix, Cantinflas, Tin Tan, Joaquín Pardavé, Resortes, Viruta y Capulina, y muchos más. También participó en Ánimas Trujano, la segunda película mexicana nominada al Óscar a la mejor película de habla no inglesa, en la que compartió créditos estelares con el actor japonés Toshiro Mifune.
Tuvo su propio documental
En 1956, durante el rodaje de la cinta Los muertos hablan, Flor Silvestre conoció al amor de su vida y quien fuera su esposo hasta 2007, el cantante y actor Antonio Aguilar. Aunque ya tenía tres hijos antes de casarse con él, entre los dos formaron una familia talentosa, siendo los padres de Pepe Aguilar y abuela de su hija que desde hace años está ganándose un lugar en la industria musical, Ángela.
Al lado de Antonio aprendió el arte de la charrería en todas sus facetas, y ambos trabajaron en el Espectáculo Internacional Ecuestre de la Familia Aguilar, famoso por sus actos con caballos entrenados. En 2010 lanzó su último disco, Soledad: canto a mi amado y a su recuerdo y cincos años después, durante el Festival de Cine de Guadalajara se estrenó su documental, Flor Silvestre: su destino fue querer.
