Ayer, la escena club del mundo despidió a David Mancuso, dueño de The Loft, uno de los clubs neoyorquinos, que en los setenta acogió a la comunidad LGBT+. Falleció a los 72 años. Si vieron The Get Down, serie original de The Netflix sobre hip hop en Nueva York, bueno, uno de los clubs que aparecen está inspirado en The Loft.
David Mancuso consiguió el espacio donde construiría el club en 1965. Ya se dedicaba al audio y necesitaba dinero. Empezó a hacer fiestas en los departamentos de amigos para pagar su renta. Tenía un espacio en Broadway y para poder enmendar sus deudas empezó a organizar fiestas entre 1965 y 1970. Siempre dijo que The Loft abrió en 1970.
Rudy Mancuso era un purista del sonido. Abrir su propio club le dio la oportunidad de controlar cada detalle: no subirle tanto al soundsystem, por ejemplo. Siempre se preocupó por cuidar la salud auditiva de los que visitaban el lugar.
Creía que el sonido debía serle fiel a lo que el artista creía transmitir. En The Loft las bocinas no se veían, sólo escuchabas el audio. Como DJ su estilo era dejar espacio entre cada track. Dejaba los discos sonar completos. De hecho, en The Loft no había mezcladora. Si querías escuchar dos discos, debías dejarlos sonar uno por uno. David Mancuso respetaba tanto a los artistas, que creía que mezclar dos discos era como deshonrar su música. “Si le cambias el pitch a la voz de Billie Holiday te metes en las características de lo que estas escuchando.” dijo alguna vez para Red Bull Music Academy.
¿Y de dónde salió la pluralidad alrededor? A Mancuso nunca le gustó la dinámica de cadenero. Creía en el progreso social. Promovía la buena onda. No creía en los códigos de vestimenta, le daba acceso a todas las clases sociales (que en ese entonces se restringían mucho en N.Y.), y además tocaba todo tipo de música, desde Led Zeppelin hasta James Brown.
En Spotify encontramos una playlist con todo lo que David Mancuso ponía. Dénse una idea del “ambiente”, en aquellos míticos ayeres.