A cinco años del lanzamiento de DAMN, Kendrick Lamar muestra Mr. Morale & The Big Steppers, un testimonio de lo que pasa por la cabeza de uno de los más grandes escritores de rap de la actualidad.
En lo que es su álbum final con la disquera Top Dawg, Kendrick se alía de nueva cuenta con Beach Noise (Baby Keem, Bakar), compuesto por el trio consistente en Matt Schaeffer, Johnny Kosich, y Jake Kosich. La producción es impecable, aún cuando el disco transita entre géneros, ritmos e instrumentos.
Colaboraciones selectas
Para esta entrega, Kendrick contó con invitados sorpresivos y envidiables: Ghostface Killah de Wu Tang Clan, Kodak Black, Sampha, Taylour Paige, Summer Walker, Baby Keem, Tana Leone, Amanda Reifer y Beth Gibbons de Portishead. Con un rol secundario que nutre mucho al disco, Kendrick invitó a cada persona para mantener un diálogo en este nuevo LP de una hora con trece minutos.
En estas participaciones notamos también la importancia de Kendrick en la escena musical, con actrices, raperos y hasta la participación de la legendaria Beth Gibbons, que no suele aparecer en colaboraciones musicales y cuyo trabajo de estudio es difícil de rastrear desde el último de Portishead en 2008.
Testigo actual de la sociedad
Sin más pretensiones que dejar un testimonio grabado de su realidad circundante, Lamar toca temas como la cultura de la cancelación, los estereotipos que generan expectativas sobre la masculinidad de la comunidad afrodescendiente, las relaciones de pareja y los problemas familiares.
A los 34 años, el rapero tiene claridad sobre sus principios y preocupaciones, las aflicciones psicológicas y hasta físicas que lo persiguen a él y a su comunidad. Como ejemplo, “We Cry Together” resulta una postal clara sobre el abuso en las relaciones de pareja, con la violencia normalizada y el abuso verbal como muestra de lo que sucede en el mundo actual.
Críticas a Vladimir Putin, Drake, Kanye y a los antivacunas (notablemente Kyrie Irving, jugador de los Nets de Brooklyn) llenan el disco de un Kendrick maduro, que suele reconocer en si mismo las reacciones no favorables a temas polémicos, lo que lo ha llevado a reflexionar sobre su persona antes que juzgar sin sentido a los demás.
Clase magistral de rap y hip hop
Con una facilidad envidiable, Kendrick Lamar transita entre el rap, hip-hop y Rhythm & Blues en este disco, una frecuente desde Good Kid, M.A.A.D. City (2012) que no deja de sorprender, ya que la variedad de vehículos que utiliza para dar a conocer sus ideas entrega un disco sumamente dinámico que no se estanca en absoluto.
Su ausencia desde 2017 se rompió con el lanzamiento de “The Heart Part 5”, canción que notablemente no está en su nuevo disco, en la que rapea sobre un ritmo de jazz percusionado sobre los conflictos que tiene el hombre negro en la sociedad actual, con una versatilidad enorme y compleja:
Lo local se vuelve global para Kendrick Lamar
A más de diez años de su disco debut Section. 80 (2011), Kendrick sigue reconociendo sus raíces en Compton, pero con una voz que resuena a nivel global por los temas de su experiencia, lo que sorprende en canciones como “Worldwide Steppers”, desde una óptica personal sobre la fama, las relaciones personales y los viajes a nivel mundial.
Las preocupaciones de Kendrick sobre el mundo actual se ven aderezadas por su paternidad, el mundo en el que nacieron sus hijos y su propia mortalidad. Los 34 años de Kendrick le pesan, en el sentido de que se cuestiona sus metas, lo que sería capaz de hacer por su familia y la gente con la que se relaciona, lo que posiblemente apele a una audiencia coincidente en esas circunstancias generales de la vida.
Kendrick se mantiene con los pies en la tierra en Mr. Morale & The Big Steppers
“Auntie Diaries” es quizás una de las canciones más conscientes no solo en su carrera, sino en el rap en general, un homenaje a la comunidad trans, y en la que humildemente Kendrick reconoce usar agresiones verbales a la comunidad homosexual en su pasado, como reconocimiento de una nueva etapa en su experiencia como humano.
El bullying machista se hace presente como una declaración de cambio, reconocimiento propio de lo que ha experimentado y lo que desea cambiar en este planeta.
A mil 855 días desde su último LP, con esa cifra abre este disco, Kendrick se mantiene alerta sobre su realidad, y esta carrera resulta notable en cuanto a lo artístico pero también en el trabajo forense sobre la experiencia humana del originario de Compton.
Mr. Morale & The Big Steppers es una confesión de Kendrick, como lo escribe en su propio sitio y en la que plasma eficazmente su perspectiva actual del mundo en el que vive, por lo que logra ser un disco candidateable a lo mejor del año.