Un día como hoy pero hace 20 años nació el MP3, un formato que a decir verdad empezó a desarrollarse desde los años ochenta pero que hasta en 1995 se usó por primera vez la extensión .mp3, y que fue presentado oficialmente hasta julio de 1996.
Y ¿por qué es tan importante tenerlo en cuenta? pues bien, a decir verdad desde su introducción a la industria musical logró un cambió tan radical que ni si quiera sus creadores lo podían haber visualizado.
Hoy en día el formato MP3 se usa para un sinfín de dispositivos, desde los clásicos y ya conocidos reproductores miniatura así como en los servicios de streaming que son hoy en día una de las principales fuentes de consumo musical.
El origen del formato es bastante deducible, en resumen ingenieros y científicos del Fraunhofer-Institut Für Integrierte Schaltungen, se rompían la cabeza con descubrir cómo comprimir un archivo de audio sin que se redujera su calidad. Fue así que llegaron al formato MP3, el cual comprime el archivo a una escala de 1:11 sin pérdida de calidad apreciable. Eso significa que un disco compacto ahora podía almacenar la información de 11 álbumes -aproximadamente 150 canciones-. El principal objetivo era descubrir una forma de almacenar y compartir los archivos de forma rápida sin la necesidad de un disco compacto o duro.
El ingeniero electrónico y matemático, Karlheinz Brandenburg, explicó que “el sueño de cualquier científico es desarrollar algo que sea útil para la humanidad”, con esa comitiva fue que trabajó junto con sus colegas Harald Popp y Bernhard Grill en el proceso de compresión. En un inicio ellos soñaban con una radio digital donde millones de usuarios pudieran escuchar música… ¿les suena algo familiar?
“Soñábamos entonces con una radio digital y millones de usuarios. Ahora son muchos miles de millones los aparatos que trabajan con el formato, lo que supera ampliamente el sueño de ese entonces”, señaló Karlheinz.
Cuando se creó el formato los ingenieros y científicos se toparon con el obstáculo de que no existían aparatos que reprodujeran el formato, pero tan sólo unos años después comenzaron a salir diversos dispositivos reproductores y el iPod, quien dio el auge total de la música portátil. Hoy en día nuestros celulares ya son capaces de almacenar hasta miles de canciones.
Ahora el formato es sumamente famoso y conocido, casi todos los dispositivos son capaces de leer los archivos y los servicios de streaming funcionan gracias a ellos. Indudablemente desde su creación hasta el día de hoy ha logrado revolucionar la forma en que escuchamos y consumimos música. Hoy en día hasta las disqueras tienen la opción de vender los álbumes digitales, algo que indudablemente desplazó a los formatos físicos como el cassette, vinyl y CD.
Un punto que siempre se toca al hablar de este formato es respecto a su calidad de sonido. Y es que indudablemente al ser comprimido el archivo sufre “modificaciones” del archivo master, sin embargo, no significa una modificación radical que transforme la música en sí. Sólo aquellos puristas y con los oídos pulidos son capaces de reconocer cuando el archivo ha sido comprimido en formato MP3, pero en grandes rasgos: sí, el archivo sí pierde calidad de sonido. Obviamente para notar la diferencia necesitaríamos un equipo de sonido de muy buena calidad, el cual permitirá escuchar cómo la canción se “opaca” o se “satura”.
Pero lo importante a destacar, y celebrar el día de hoy, es que el formato sin duda cambió nuestro estilo de vida al consumir música. Como todo tiene sus ventajas y desventajas, pero algo que ha dejado en claro es que a sus 20 años de existencia el formato todavía tiene mucho qué ofrecernos.
