Para no romper la bonita costumbre de hacer más enriquecedores estos domingos en los que nos cuesta tanto trabajo despegarnos de nuestras sábanas, sabemos que dar una buena dosis de música nueva a nuestros oídos permitirá que el día cambie totalmente, que todos aquellos malestares del día de ayer sean puestos en pausa para simplemente contemplar desde nuestro sofá el recorrido del sol bajo una flojera hermosamente contagiosa.
Esta ocasión recomendaremos un increíble proyecto de Australia que promete llevarlos a escenarios multicoloridos, donde los paisaje parecieran derretirse dentro de enérgicas baterías, distorsiones y multiformes pedales de efecto, sintetizadores desgarradores y bajos acuosos que nos invitan a un espacio donde al pisar pareciera que se tratase meramente de un suelo formado de agua.
Se trata de Moses Gunn Collective, el cual está conformado por Aidan Moore, Samuel Sargent, Alex Mitchell, Lewis Stephenson y Grace Stephenson, quienes se reúnen en Brisbane para crear pistas arraigadas al psych-rock.
La banda a decir verdad tiene una carrera bastante joven en cuanto a lanzamientos oficiales. Sin embargo, los integrantes han señalado que se dedicaron varios años en conocerse musicalmente, en lograr encontrar un lenguaje, mismo que les dio seguridad para adentrarse a un estudio y escuchar los resultado, llevándose por sorpresa un lenguaje muy rico en texturas y verdaderamente enigmático, logrando así su primer racha de fama gracias al pegajoso sencillo “Shalala”, el cual más allá de funcionar como una tarjeta de presentación de la banda dejo ver su increíble fórmula de composición.
En diversas entrevistas han detallado que la banda ha pasado por diversos lenguajes musicales, recuerdan aún cómo en los comienzos su acercamiento directo era hacia el género surf, pero conforme a los años fueron adoptando otros lenguajes, a lo que poco a poco les dio el vocabulario que tienen hasta el día de hoy.
La banda forma parte de aquella ola de música psicodélica que hemos tenido en los últimos años, pero eso no quita que su música muestre una verdadera identidad que nos permita cobijarlos con cariño y guardarlos como bellos secretos en nuestros oídos.
El año pasado debutaron su primer álbum de estudio, Mercy Mountain, el cual se compone de 13 canciones que nos guían por un collage con diversos paisajes y personajes que estamos seguros inundarán sus oídos.
