Ooohhh Biiiiill! I love you so, I always will… Así es como comienza “Wedding Bell Blues”, una de las canciones que Morrissey coverea en su nuevo disco, California Son, el cual desde que fue anunciado, se dijo que se trataría de un álbum de reversiones muy al estilo Moz.
Y es que por más de 30 años hemos escuchado a Morrissey expresarse de una u otra forma a través de la música. Primero como parte de The Smiths junto a Johnny Marr, y luego en solitario.
Apenas en 2017 lanzó Low In High School, un disco cargado de mensaje social y político en el que Moz buscó mostrar su punto de vista ante una Europa aquejada. Hoy, dos años después, da el mismo mensaje pero con canciones perfectamente seleccionadas. Lo más curioso es que este lanzamiento coincide con el día en que Theresa May renuncia a su cargo como primera ministra.
Temas políticos y sociales, siempre
La prueba más fehaciente, como mencionamos en un principio, es “Wedding Bells”, canción original de Laura Nyro que adquirió mayor fama gracias a la versión de The 5th Dimension. En ella colabora Billie Joe Armstrong de Green Day y su importancia radica en dos hombres suplicando a otro hombre (Bill) que se case con ellos (o algo así). Así es como Morrissey usa lo cursi, alza la voz y de una manera muy sutil apoya el matrimonio entre personas del mismo género.
También está “Only a Pawn in Their Game”, una canción original de Bob Dylan que compuso en 1964 para hablar del asesinato del activista en pro de los Derechos Civiles, Medgar Evers, y el racismo enraizado en el sistema judicial de Mississippi y en la sociedad del sur de Estados Unidos. En ella Dylan señala como culpables a los ricos y a los jefes “blancos” que crearon una cortina de humo para excusar dicha muerte. A pesar de que ya hayan pasado años, Morrissey le da un toque celta a la interpretación y busca recordar que, sin importar el paso de los años, muchos problemas que sucedían en aquel entonces continúan vigentes; que las excusas y mentiras también siguen siendo las mismas.
Aunado a esto aparecen referencias culturales como “Lenny’s Tune”, una canción que solo tiene un piano como base melódica, y que es un tributo de Moz al polémico comediante, Lenny Bruce. Él, en la década de los 60, tenía fama por ser irreverente y por hablar en sus stand ups sobre la política y gobierno de Estados Unidos. Fueron poquísimas las personas a las cuales no se les censuró y, en el caso de Lenny, así fue pero no le importó. Tras ser condenado por obscenidad en un juicio en 1964, recibió el perdón a título póstumo, siendo el primero concedido en la historia de Nueva York.
¿Lo viejo puede sonar nuevo? ¡Sí!
Si hay algo que podemos decir de Moz, es que su música jamás es aburrida. Y es que a pesar de que muchos piensen que sus canciones suenan a “lo mismo”, en realidad con este disco de covers, nos demuestra que recuperar esas creaciones perdidas en el tiempo valen la pena.
No solo por la selección de temas, sino porque a pesar de ser cortes de los 60 o 70, pueden tener toques frescos a base de mezclas de sonidos de los trabajos pasados de Morrissey y otros géneros musicales como música celta o bien, algo un poco más acústico a base de guitarras combinadas con ciertas reverberaciones, melodías tipo balada y sonidos pop altamente cursis, pero no molestos.
Veredicto
California Son es un disco divertido desde el primer momento en que lo escuchas. Conforme vas prestándole atención te das cuenta de que las canciones fueron elegidas cuidadosamente para presentar contexto político y social pero también, para rendir tributo a lo kitsch. A esa música que posiblemente en muchas ocasiones se quedó como un one hit wonder o como parte de un disco de un cantante o banda famoso.
Pero sobre todas las cosas, el regreso de Morrissey emite el mensaje de que un disco de covers no es el resultado de la falta de creatividad, sino una manera de rendir tributo a las glorias pasadas o a la historia que, sin importar si es buena o mala, siempre se repite.
Por eso mismo más vale aprender de los errores. Tal vez las canciones de contexto político y social tengan como referencia a la década de los 60 o 70 pero, hoy, con todo lo que se está viviendo, el pasado se siente más presente que nunca. Morrissey lo sabe… y nosotros debemos recordarlo.