Ay el EDC, un fin de semana que indudablemente nos exprimió hasta el último rastro de energía bajo la consigna de dejar todo en la pista de baile. Dos días que nuestros oídos fueron saturados por una horda bestial de beats que hasta ahora siguen retumbando en nuestra cabeza, dos días que nos entretuvieron con sus diversos juegos mecánicos, actividades, disfraces, tótems y pirotecnia; un total Carnaval -como su mismo nombre lo dice- que nos permitió salirnos de nuestra cotidianidad y disfrutar sin importar lo que dijeran los demás, es más… el frenesí, la buena onda, los colores y las intensidades permitieron que los asistentes tuvieran una relación más próxima, donde el idioma siempre fue el baile.
Y es que a decir verdad es difícil poder plasmar a detalle todo lo que representa un EDC. Su magnitud y la gran cantidad de asistentes enriquecen cada esquina de la sede, por lo que seguramente se nos habrán pasado momentos memorables; sin embargo, creo que es allí donde radica la importancia del carnaval en sí, cada quien lo disfrutar tal y como lo desea, con la seguridad de que se llevará una u otra sorpresa que termina por hacer levantar los brazos en forma de agradecimiento.
Pareciera que 12 horas al día son suficientes para poder conocer a detalle todo lo que representa el carnaval pero no… fuimos bastante ingenuos. Hicimos lo que pudimos, nos clavamos al mayor número de bailes posibles, nos enfiestamos a tope que hasta llegamos a subirnos a los juegos mecánicos sin temor a nada; nos sumergimos en los colores, y en la camaradería de aquellos que nos alentaban a seguir bailando a pesar de que el cuerpo ya nos cobraba factura. Un fin de semana que nos volvió un poquito locos el en buen sentido musical.
1. La música
Indudablemente la música es el factor principal del carnaval. Si bien no pudimos prestar atención a un escenario por más de 2 horas continuas, percibimos en cada uno de los cuatro, diferentes estilos musicales donde agarrados de la mano con la música nos llevaron a distintos pasos de baile, algunos más oscuros que otros, unos más frenéticos y otros mucho más ‘poperos’. En los dos días estuvimos saturados por más de 60 actos, lo que significó diferentes posibilidades musicales para los asistentes, así que teníamos música para todo estado de ánimo, desde el más ‘guapachoso’ hasta el más atascado en beats distorsionados.
De las presentaciones que logramos ver y que más nos gustaron sobresalen: Andre VII, Metrika, Zombies in Miami, Solarstone, Nicky Romero, DJ Snake, Axwell A Ingrosso, Alesso, Damian Lazarus y John Askew.
2. Los disfraces
Quienes nos mantuvieron entretenidos fueron los diversos y singulares disfraces por parte de gran número de asistentes. Habían quienes llevaban desde la clásica y cómoda pijama, hasta atuendos mucho más elaborados o ingeniosos -como el chico pizza de peperonni- los cuales eran premiados con una selfie mientras te los topabas por tu camino. Y es que en si la actitud que invade el EDC justo te invitaba a olvidar tu cotidianidad y liberar la ‘locura’ que todos llevamos, porque… ¡vámos!, ¿a quién no le gusta disfrazarse para actuar como alguien más?
3. Todas las edades
Si algo sobresalió de nuestro alrededor, era que estábamos acompañados en ocasiones por morros desde 6 u 8 años -somos malos para calcular, pero eran morros-. Era bastante normal -más el día sábado- encontrar dentro de la pista de baile a familias completas, desde bebés en cangureras fosforescentes, hasta la ‘tía buena onda’ que llevó a sus sobrinas al evento para mostrarle los pasos que había aprendido en la época disco. También varios papás dieron a conocer su gusto arraigado hacia la música electrónica, acompañados de sus hijos que no la pasaban nada mal teniendo en cuenta tanto el show que es de por sí el EDC, así como todos los servicios recreativos que se ofrecieron.
Pd. No pudimos tomarle foto al morro de 8 años, pero este camarada… pues nos cayó bien.
4. Los escenarios
EDC sabe muy bien que los escenarios de música electrónica deben ser impresionantes, con luces, visuales y espectáculos pirotécnicos que vayan tanto al tiempo del beat como al tiempo de nuestras emociones. Y es que si bien un DJ no tiene las mismas ventajas que una banda para aprovechar un escenario de esta magnitud, EDC apuesta en montar increíbles escenografías que terminan por causarnos un total shock. Nuestro favorito fue el Neon Garden, con el carismático buda gigante y el Dos Equis Stage que simplemente nos encantó todo su montaje.
5. Kineticfield
Obviamente no podíamos dejar a un lado el escenario principal, de hecho por ello mismo decidimos mencionarlo por aparte. Y es que a pesar de que es el escenario más reconocido dentro de todas las ediciones de EDC, no podemos dejar de felicitar todo el show que nos ofreció estos dos días. La impresionante magnitud de los inflables nos dejaba boquiabiertos cuando eran iluminados por los juegos pirotécnicos y la inmensa cantidad de luces por todas partes. El escenario hacía referencia a los 4 elementos: agua -la cascada de un costado-, aire -el lindo búho mueve-ojitos-, fuego -el dragón que volteaba a vernos-, y tierra -el suelo que hacíamos temblar-. Indudablemente los mejores momentos fueron los intermedios donde se nos daba una buena dosis de pirotecnia, y los actos principales que eran acompañados por láseres que nos dejaban viendo el cielo.
6. Juegos mecánicos
Los juegos mecánicos son elementos fundamentales en el EDC. Replegados por diferentes lugares del Autódromo, estos nos permitieron sacar una buena dosis de adrenalina por si de plano andábamos imparables en la pista de baile. Desde una romántica rueda de la fortuna, unas inocentes sillas voladoras, y hasta una cosa infernal que te hacía dar vueltas por el aire como si fuera un péndulo, se encargaron de hacernos gritar un buen rato.
7. Un carnaval de luces
El primer día estuvo un tanto nublado, el segundo mejoró bastante y el sol se encargó de calentar nuestras espaldas por un buen rato. Pero indudablemente la verdadera magia del EDC comienza cuando el sol cae y la noche se apodera. Y es que todo el carnaval está lleno de luces, no hay ningún lugar donde no se vean saturados nuestros ojos, cosa que realmente hace muy ameno el recorrido de escenario a escenario o a cualquier otro punto del carnaval.
8. Los tótems
Los tótems son otro tema, a los asistentes no les importaba tener que andar cargándolos por todo el carnaval y bailar con ellos como si se tratasen de su pareja, pero es que demostrar su ingenio y haber causado unas cuantas carcajadas parece ser suficiente y haber cumplido su cometido. Desde al Chapo, el Papa, Trump y Carmen Salinas, fueron nuestros compañeros de baile.
9. Performances
Mientras caminábamos entre la multitud por momentos éramos sorprendidos por extraños personajes del EDC de todo tipo, bailarines sobre zancos, payasos, abejas gigantes, pulpos luminosos etc. Los escenarios también estuvieron embellecidos por un grupo de bailarinas que se concentraban en delicados pasos de baile. Sus cuidadoso disfraces -y exclusivos de EDC- ayudaron a ilustrar al por mayor la esencia del carnaval, ya que al mismo tiempo que aparecían de la nada era bastante normal que te agarraran de la nada para que hicieras alguna actividad y rompieras esa pequeña barrera de la pena.
10. El arte
¿Quién no le encontró gracia a los animales gigantes inflables?, sí, aquellos caracoles que se encontraban a mitad de los escenarios y que nos hacían tener una ferviente necesidad de brincar encima de ellos. Pero bueno, el caso es que en todo el EDC destacaron este tipo de artes, que si bien ayudaban a iluminar los lugares ‘más oscuros’, pues servían como lindos adornos que se fusionaban a la perfección con la fiesta y la música.
11. La organización
No es nada fácil tener el orden con más de 60 mil asistentes, y a pesar de la ardua tarea y algunos ligeros problemas -como la falta de pulseras +18 el día sábado-, el carnaval mostró una muy buena calidad en su organización. En un principio resultaba un tanto complicado entender cómo funcionaban los lugares reservados para los mayores de edad -para la compra de alcohol- pero ya cuando memorizamos el camino no fue problema alguno. Que el festival haya pensado en una buena seguridad que garantizara que no se vendiera alcohol a menores es algo que indudablemente se apremia.
12. La limpieza
Si hay alguien más a quién reconocer, es a todas las personas que están detrás del carnaval garantizando su funcionalidad y comodidad. En todo momento era común encontrar a los encargados de limpieza manteniendo el orden, obviamente la diferencia con la cantidad de asistentes es abismal, sin embargo, los suelos se mostraron bastante limpios y no nos topamos con con obstáculos en nuestros pasos.
13. Mujeres bonitas
Y sí, nuestras miradas eran atraídas por un sin fin de mujeres hermosas, y no hablamos particularmente de su físico, sino que muchas nos atrajeron de inmediato por su actitud alegre, fiestero; donde no paraban de deleitarnos con sus pasos bajo el ritmo de la música.
14. Hombres guapos
¿¡Qué!?, ¿creían que sólo pensaríamos en nuestros amigos lectores? ¡pues no!, también hemos de admitir que por ahí andaban los galanazos robándose las miradas de las chicas -y obviamente eclipsándonos a nosotros-. Y no juzguen, que EDC tenía para toooodos los gustos.
15. El Clima
A pesar de que los dos días estuvieron un tanto nublados, y en contadas veces algunas pequeñitas gotitas nos anunciaban lo peor, el clima jamás nos decepcionó, al contrario… nos favoreció. No había un sol agotador, lo que aseguró que siguiéramos vivos por un buen rato más, y al caer la noche no necesitabas nada encima porque al final el cuerpo entraba en calor con tanto baile.
16. La comida
Ahh, la comida. Obviamente después de tanto baile el estómago exige sus sagrados alimentos, cosa que no le decepcionó para nada el EDC ya que su zona de food trucks estaba bastante variada, había para todos los gustos, desde las hamburguesas de doble carne con queso, hasta las ensaladas con manzanas.
17. ¿Ridículo? ¿Qué es eso?
A veces no nos damos cuenta qué tanto nos limitamos por el simple hecho de pensar en lo demás. EDC deja fuera ese prejuicio y te inspira a disfrutar el carnaval a tu total gusto. ¿Quieres usar tu vestido de XV años? ¡no importa!, ¿quieres ponerte una faldita color fiusha? ¡qué importa! El slogan del EDC es: diviértete como quieras, al fin y al cabo… ¡tú eres el headliner!
18. La amistad
El EDC trae una aurora de amistad por los aires, de pronto cualquiera se acercaba y con mucho fervor te abrazaba o saludaba, veíamos grupitos de amigos gritando o corriendo entre escenario y escenario, y hasta a mí -que no soy muy adepto al baile- me jalaron a mitad de pista para quitarme la pena y disfrutar de la música.
19. Los papás
Sí, la verdad es que ver a tantos papás ‘al tanto de sus cachorros’ nos parecía bastante entretenido. Por ahí los veías, perdidos, asombrados, tapándose los ojos, abriendo la boca; pero también habían los que de plano no les importaba estar rodeado de tanta chaviza, y no perdieron el momento para desoxidar las articulaciones.
20. DJ Snake
Sí, ya entrada la noche uno de los actos que se llevó nuestros corazones fue la presentación de DJ Snake, quien tomó posesión del Kineticfield para entregarnos uno de los set más profundos, oscuros y desquiciados. De principio a fin todos los que estábamos allí no parábamos de bailar y brincar frenéticamente. Cuando terminó nuestras rodillas temblaban y estábamos perplejos ante lo sucedido.
21. El amor en el EDC
Sí, vimos muchísimas parejitas melosas de un lado a otro, muchos eran casi niños que apenas descubrían la intensidad de sus latidos, pero aun así no quitó lo enternecedor del momento. Recuerdo muy bien, mientras escuchaba a Andre VII, que una parejita de unos 13 o 14 años se veían fijamente, de pronto el niño se arrodilló y le pidió ser su novia (awwww).
22. Los mejores hits sonando en el EDC
Obviamente los sets de los DJs deben contener con las mejores pistas del momento que hagan vibrar al público en el momento específico, para esto debe haber una selección minuciosa de temas. En este EDC escuchamos canciones inmortales de infinidad de bandas desde Daft Punk hasta Oasis -sí, aunque ustedes no lo crean; fue DJ Snake-. El caso es que también sonaron temas de artistas como: Jack Ü, Calvin Harris, Major Lazer, Valentino Khan.
23. La pintura sobre los rostros
Si de por sí EDC se reconoció por una vasta cantidad de colores por todas partes, la pintura también fue parte esencial en dar vida a los asistentes. Desde las entradas del Autódromo había una horda de persona encargadas de pintar a aquellos animosos que morían por llenar de color su piel. Dentro del carnaval también habían puestos de entretenimiento donde más allá de hacer tu tótem o bandera, también te permitían jugar con un poco de pintura para que pareciera plena primavera.
24. Conclusión
El Electric Daisy Carnaval cumplió con su cometido, nos trajo un fin de semana de mucha fiesta con diversidad musical, espectáculos y entretenimiento al por mayor. En general mostró una buena calidad que apuesta por entregarnos mayores sorpresas en próximos años, por que sí… le vemos futuro al EDC y estamos seguros que por ahí andaremos en la siguiente edición. Es una propuesta que abre puertas a un nuevo mercado musical, utilizar un formato festival para música electrónica permite que se diversifique la propuesta lo que viene siendo una buena apuesta, al fin y al cabo, tanto para los artistas… donde obviamente nosotros salimos ganando.
¡Hasta el próximo año EDC!
25. Experiencias de los asistentes
Y porque EDC lo dejó muy en claro… al fin y al cabo el asistente es el headliner, y no lo cuestionamos para nada, verdaderamente fuimos nosotros quienes hicimos y dimos vida al carnaval por completo. Fue nuestra actitud, nuestra fiesta, emoción y exaltación que salieron a flote en cada paso de baile, indudablemente el motor del espíritu EDC: divertirte.
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— Carlos Rodriguez Mtz (@carlitos8203) 29 de febrero de 2016
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— Josue Coronado (@ChefCCoronado) 29 de febrero de 2016
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— Evelyn Barragan (@Eve_Barragan) 29 de febrero de 2016
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— Rubén Labastida (@r_labastida) 28 de febrero de 2016
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— Jessica Crisanto M. (@jcri_m) 28 de febrero de 2016
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— Mauro Villal (@mawser88) 27 de febrero de 2016
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— Poncho Mendoza (@ElotroPoncho) 27 de febrero de 2016
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— Maleny Navarro (@SoyLorraine) 28 de febrero de 2016