Desde principios de 2020, comenzaron a salir las noticias (algunas falsas y otros rumores) sobre el estado de salud de Ozzy Osbourne, una de las máximas figuras de la música en el siglo XX considerado junto a los miembros de Black Sabbath como los pioneros del heavy metal.
Algunos medios aseguraron que Ozzy estaba en su “lecho de muerte”, y cuando se desmintió esto, salieron los reportes de que si bien no estaba a punto de morir, su estado de salud no era el mejor, sobre todo cuando nos enteramos que estaba luchando contra la enfermedad de Parkinson. Y hace unos cuantos días, apenas, supimos que lleva combatiendo la enfermedad desde 2003…
Todo este contexto sirve para hablar de la importancia de Ozzy dentro de la industria de la música y por qué el mundo se ha sorprendido, y entristecido, con la noticia de que su estado de salud no es el mejor.
Lo primero ya lo mencionamos: Ozzy Osbourne junto a Tommy Iommi, Geezer Butler y Bill Ward,fueron los pioneros de lo que hoy conocemos como heavy metal, cambiando por completo la industria del rock. Y la prueba máxima de esto fue la salida en 1970 del disco Black Sabbath, su trabajo debut que el pasado 13 de febrero cumplió 50 años.
Black Sabbath es considerado como el primer disco de metal en la historia con canciones que respaldan esa afirmación como “The Wizard” y “N.I.B.”. Sin embargo, otra de las partes que conforman este disco que lo hacen tan icónico, es su portada. En ella vemos una casa abandonada, un bosque sombrío, un lago frío y una mujer parada intentando cubrir algo en su cuerpo.
El arte de Black Sabbath es sombrío, da un poco de miedo, es espeluznante… y es la mejor descripción de lo que es Black Sabbath por sí mismo y su música. En el crédito del arte del disco aparecía el nombre de un tal Keef, cuyo nombre se repetiría en otras tres portadas de disco de la banda.
¿Y quién es la mujer? Nadie supo hasta hace poco cuando descubrieron quién era el famoso artista y la modelo que utilizaron para esta portada. Para celebrar los 50 años de Black Sabbath, Rolling Stone tuvo una entrevista con el artista, quien reveló algunos detalles de este disco, su música y el arte, todo conjugado.
El nombre completo del artista es Keith “Keef” Macmillan, y nunca había accedido a dar una entrevista hasta ahora con motivo de los 50 años del disco. Keef, como se le conoce, trabajó no sólo con Ozzy, sino también con personajes como David Bowie, Kate Bush, Motörhead y hasta Rod Stewart.
Keef, fotógrafo profesional, estrenaba su trabajo como diseñador en Vertigo Records cuando le encargaron la tarea de trabajar en el arte del disco debut de Black Sabbath, y lo hizo con toda la libertad creativa. Así que decidió irse a Oxfordshire donde encontró esta estructura.
Luego, llamó a una agencia de modelos para que fuera una mujer con las características que tenía en mente, y así es como entra a la historia Louisa Livingstone, una joven de entre 18 y 19 años. Las sesiones se dio entre noviembre de 1969 hasta febrero de 1970 cuando salió el disco de manera oficial, y en entrevista con el mismo medio, aseguró que se levantaban a las 4 am para trabajar, las mañanas más frías de la época.
Se han hecho varias interpretaciones de la pose de la mujer de la portada de Black Sabbath, y en un principio mencionamos que parece que oculta algo… y la realidad es mucho más simple que esa: Louisa estaba intentado mantenerse caliente con la ropa que traía puesta. Nada de objetos, animales o algo extraño, puro calor.
Quizá esperábamos una historia más oscura, pero en realidad no lo es. Es justo como debió de haber salido para que Black Sabbath (disco y banda), se convirtieran en un hit y cambiaran el rumbo de la historia no sólo del metal, sino la música en general, pues este disco también es la representación de cómo se conjuga la música y el arte en un mismo lugar, apegándose siempre a un mismo concepto.