Fue en 2017 cuando llegó a nuestras manos el libro “Meet Me In The Bathroom” de la periodista Lizzy Goodman, quien nos llevó por un viaje hacia el Nueva York de inicios de milenio para descubrir cómo se había gestado la escena del post-punk revival. 

En 2022,  el documental basado en el libro se estrenó para mostrarnos cómo se vivió verdaderamente esa época a través de imágenes proporcionadas por los mismos músicos pertenecientes a la escena. Para los que vivimos en aquellos entonces fue un flashazo de nostalgia que nos recordó los outfits, los momentos históricos y una escena riquísima en estilos. 

Acá te contamos cuáles son las diferencias que puedes encontrar entre el material escrito y el visual, dónde puedes verlo en línea y cómo sin duda ambos se complementan a la perfección.

Poster del documental “Meet Me in the Bathroom” | FOTO: Instagram/ utopiamovies

1.- No solo son fotos: videos de Meet Me In The Bathroom le dan vida a las historias

Esto definitivamente es el plus más grande del documental. En el libro “Meet Me in the Bathroom” podemos ver algunas secciones con fotografías de los inicios de las bandas, pero acá podemos ver incluso videos y fotos de los músicos en su infancia, cuando aún no eran famosos y cómo realmente se desenvolvían dentro de la escena antes de que explotara.

La mayoría del material es proporcionado por los mismos músicos, por lo que puedes ver fotos de Julian Casablancas cuando era niño, a Paul Banks recogiendo flyers de donación de sangre en una calle llena de cenizas del WTC el mismo día del ataque, a Karen O y Nick Zinner cuando apenas estaban formando Yeah Yeah Yeahs y muchas curiosidades más.

Y no solo eso, también le pones cara a los personajes que son sumamente nombrados en el libro y que tal vez no topabas visualmente, como el manager de The Strokes, Ryan Gentles.

The Strokes en los tiempos de ‘Is this it’ | Foto: Getty Images

2.- El documental Meet Me In The Bathroom se enfoca más en el inicio de la escena

En 1 hora y 48 minutos, “Meet Me In The Bathroom” nos lleva desde la paranoia mundial que desató el cambio de milenio y el terror de un colapso tecnológico, hasta el hermoseamiento de Nueva York cuando Brooklyn dejó de ser una zona relativamente barata para los músicos, para luego convertirse en el lugar de moda para vivir.

Sin embargo, la fuerza y el grosor del documental se centra en los primeros años de la escena, donde nos muestran ese Nueva York crudo y tosco, lejos de los reflectores de series como Friends o Sex and The City y nos llevan a esos shows súper íntimos en los bares de la Gran Manzana, y como cada banda se fue abriendo paso, de a poco y con sus propios retos.

El documental deja de lado la profundidad que el libro le da a los álbumes insignia de la escena y los retos (y estragos) que significaron para cada banda, pero ganó mucho al poner imágenes menos glamurosas en nuestra cabezas, esas imágenes que realmente retratan la escena fuera de las poses en fotografías o shows planeados de televisión.

Interpol en sus inicios | FOTO: Josh Victor Rothstein /Instagram: utopiamovies

3.- El libro de Lizzy Goodman contiene más anécdotas; el documental es más nostálgico

Y sí, el documental tiene el plus de estos videos increíbles de aquellas épocas, pero el libro nos sorprende y es mucho más profundo con los detalles de cómo era una escena dividida entre Manhattan y Brooklyn dependiendo del estilo e incluso del tipo de educación que tenían. Detalles que se enriquecieron con una variedad mucho más amplia de voces provenientes de The National, Vampire Weekend, The Killers o Franz Ferdinand.

Al documental también le hace falta el toque ligero de las anécdotas entre bandas cuando se topaban en giras o en los mismos bares, como cuando Carlos Dengler de Interpol se burló del aspecto de Kings of Leon en un elevador y ellos respondieron llamándolo McFly (en referencia al papá de Marty McFly en ‘Volver al Futuro’) o cuando Matt Berninger de The National contó cómo una de sus citas prefirió irse con Julian Casablancas.

Pero, el documental tiene un enfoque mucho más de nostalgia y conexión emocional más allá del chisme y los secretos a voces de esa época, por lo que se resaltan historias más conmovedoras como cuando Kimya Dawson, la vocalista de The Moldy Peaches, narra con la voz entre cortada como Courtney Love y Winona Ryder le piden a Julian Casablancas que no se vaya con ellos,  sino con ellas que ya son famosas.

Julian Casablancas aparece en el documental “Meet Me in the Bathroom” | FOTO: YouTube

4.- El documental es narrado por los músicos, así como en el libro

Algo que definitivamente agradecemos es que el documental respetó el formato del libro en donde los mismos músicos contaron sus propias vivencias. Ya sea con entrevistas, viejas grabaciones o extractos hechos especialmente para el documental, cada una de las bandas expone no solo los hechos sino también cómo se sentían en ese momento.

El oír de viva voz sus propias historias nos da una perspectiva mucho más amplia de cómo vivieron sus primeros discos y la explosión de la escena. Algo estaba ocurriendo y todos querían ser parte de ello. En el texto es fácil perderse un poco entre tantas voces, acá en el documental con las imágenes y la voz es fácil transportarse al momento.

Karen O narra la historia de Yeah Yeah Yeahs en Meet me in the Bathroom | Foto: Emily Wilson / Instagram: utopiamovies

5.- El libro ahonda en las dinámicas entre bandas y rivalidades; el documental muestra más vulnerabilidad

Como lo mencionamos anteriormente, el libro tiene una gran cantidad de voces no solo de la escena, sino de músicos de Nueva York y de otros lados de Estados Unidos y el mundo que también fueron englobados en el estilo. Y eso permitía una descripción mucho más detallada de todo lo que pasaba en la Gran Manzana durante esa época. 

No solo en cuanto a música sino también en momentos históricos y cómo percibían cada uno a las bandas en cuestión: ¿qué opinaba la escena de The Strokes? ¿Qué diferenciaba a los art kids de Brooklyn con las bandas de Manhattan? ¿En dónde entraba LCD Soundsystem?

Esto no se profundiza en el documental, más bien se aborda de una manera más unitaria en una línea de tiempo pero sin relacionarse tanto entre sí o solo con unas breves menciones.

James Murphy habla de LCD Soundsystem en Meet Me in the Bathroom | Foto: Getty Images

Sin embargo, debido a que el documental le da más foco a la historia principal de cada banda (The Strokes, Yeah Yeah Yeahs, LCD Soundsystem e Interpol, y en menor medida TV on the Radio, The Rapture y The Moldy Peaches), esto permite que nos muestren algo mucho más íntimo, y hasta de cierta vulnerable, pues nos cuentan las inseguridades de cada uno de ellos, las caídas emocionales, sus ansiedades y preocupaciones muy personales.

De cierta forma nos muestra también cómo cada una de las bandas protagonistas se van armando su camino solas, sin tanto vínculo con el resto de la escena. Un recorrido solitario para todos en una ciudad que parecía estar llena de bandas a punto de convertirse en fenómenos globales.

Yeah Yeah Yeahs en Meet Me in the Bathroom | Foto: Facebook / Yeah Yeah Yeahs

¿Es mejor el libro que el documental? Depende de cuánto te quieras adentrar

El documental es un gran primer paso para empezar a adentrarte a la escena si apenas estás conociendo a sus exponentes, en poco menos de dos horas puedes nutrirte de datos curiosos e imágenes increíbles.

Por su parte el libro, en 600 páginas, es más para aquellos que ya conocen la escena y sus discos clásicos, pues te da una mirada diferente de lo que ocurrió cuando se estaban creando. Probablemente descubras que tu disco favorito fue una tortura para la banda, pero justo ese es el encanto, cómo cada banda aportaba algo único tanto musicalmente como en sus dinámicas.

Interpol explica cómo inició la banda en Meet Me in The Bathroom | Foto: Getty Images

Si ya leíste el libro, seguro que el documental será el complemento perfecto con las imágenes, pero es posible que te decepciones un poco por no abordar tal vez alguno de tus capítulos favoritos. Si no lo has leído, te recomendamos ver primero el documental para irte preparando y llegarle al libro con tiempo y acompañado de los discos de la época, porque seguro no podrás soltarlo en un buen tiempo.

El documental “Meet Me in the Bathroom” está disponible en compra y renta en YouTube.

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Soy Coordinadora de Marketing en Sopitas.com. En el ámbito editorial he colaborado en sitios de música y entretenimiento como Indie Rocks! Playlist Magazine, entre otros, por lo que en ocasiones me doy...

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