El amor de una madre, sin duda, es uno de los más puros e incondicionales que existen en el mundo, y aunque luego nuestras jefecitas nos agarran a chanclazos – la mayoría de las veces porque nos lo merecemos– nos queda en claro que ellas harían cualquier cosa por hacernos felices y vernos cumplir nuestros sueños. La historia de hoy justamente ilustra esto, pero también, nos muestra el esfuerzo que hizo una mamá para que su hijo pudiera disfrutar del concierto de Iron Maiden en la CDMX. ¡Vayan por los pañuelos!
A través de una publicación realizada a través de Facebook, un usuario identificado como Fer Barbosa Cj, narró que el pasado viernes 27 de septiembre asistió al concierto que Iron Maiden ofreció en el Palacio de los Deportes, el cual como bien sabrán, fue una de las varias fechas que Iron Maiden tiene programadas en nuestro país con el Legacy of The Beast Tour, una gira basada en su juego móvil que básicamente consiste en varias encarnaciones de Eddie (el ícono de la banda) en mundos diferentes.
En el post, el buen Fer, originario de Guanajuato, narró que en la fila de acceso al evento se percató de una señora que acompañaba a su hijo invidente, y aunque la escena le causó sentimiento, no pasó nada más. Sin embargo, al final del concierto Fer se encontró de nueva cuenta a la misma señora y al joven en los puestos de playeras, y fue ahí donde se percató de la escena conmovedora: la mamá estaba describiéndole los diseños de las playeras que estaban en venta para que su hijo escogiera la que más le gustara.
“No me quedé con las ganas de felicitar a la señora y decirle que ojalá hubiera más madres como ella en este mundo, apoyando a sus hijos en todos sueños”, dijo el joven a través de su publicación, en donde además detalló que el nombre del chico que fue acompañado por su mamá al concierto de Iron Maiden corresponde a Roberto, y que estudia una maestría en Física en Toluca, entidad del Estado de México en la que vive.
Sin duda esta historia sólo nos deja dos cosas: la primera, que la música puede disfrutarse de diferentes maneras y la segunda, que neta el amor de una madre es lo mejor que la vida nos puede regalar.