Lo que necesitas saber:
Lulú Bulos es una cantautora y multiinstrumentista que nos trae indie folk en español para abrazar el cambio y tener esperanza.
Lulú Bulos es una artista mexicana que lleva en ella muchísima música y ha encontrado su sonido a base de guitarras que mezclan el folk con toques de bossa nova, la base para contemplar la naturaleza, reflexionar sobre su lugar en el mundo y lo difícil de las relaciones amorosas.
Con un sonido reconfortante y como sacado de uno de sus sueños, si lo tuyo es el folk de Joni Mitchell, y el desarrollo hacia Bon Iver, James Blake o la parte de folk cósmico de de Angel Olsen, tienes que entrarle a Lulú Bulos.
Ella acompaña como apoyo en vivo a León Larregui y Ximena Sariñana, por lo que tiene bastante experiencia en las presentaciones en vivo, y aunque le toque estar sola en el escenario o con acompañamiento, su concentración en la voz y los teclados o guitarra, es algo altamente conmovedor.
El año pasado la vimos abriéndole a Chetes y fue una sorpresota, la añadimos en nuestra lista de artistas revelación para seguir este año, y apenas estuvo en la cabina de radio para una sesión en vivo exclusiva, en la que nos asombró con su talento en la voz y la guitarra.
Lulú Bulos encuentra la belleza en lo simple pero profundo
Esta compositora, cantautora y multiinstrumentista tiene un sonido generalmente alegre, aunque toca temas bastante serios como la duda y la pérdida. Ella los relaciona con la naturaleza y el universo, por lo que escuchar a Lulú bulos resulta reconfortante y poéticamente fatalista, para bien.
Desde su primer sencillo “Fogara”, escuchamos un folk indie reconfortante, a base de capas con la voz de Lulú. Ella narra románticamente algo sencillísimo: una escena alrededor de la fogoata. Lejos del ruido urbano, te puedes sentir flotando a base de guitarras, voces y una percusión muy muy tenue.
Hay algo en su sonido desde “Fogara” que la define como artista: las historias aparentemente sencillas que encapsulan un momento lindo de la vida y conducen a temas más profundos. Está impregnada de nostalgia, a veces feliz, a veces triste, pero siempre conmovedora.
Adoradora de la naturaleza, Lulú utiliza el agua o el viento, para explicarse un poco de lo que hace en el mundo o cómo debe actuar en la vida. Estos mensajes nos los regala tras la reflexión, como ideas reconfortantes ante la pérdida e intentar avanzar en un mundo tan caótico.
Música para escapar del ruido de la ciudad a paisajes sonoros
La música de Lulú tiene una intimidad asombrosa. Parece que está tocando en la sala de su casa, pero a la vez efectos simples y eficientes hacen de sus rolas algo con una magnitud mayor. Un reverb en su voz (“Limbo” o “Noche Estrellada”) o el uso preciso de las cajas de ritmos (“Atardecer” o “El Faro”) le dan modernidad a uno de los géneros más veteranos.
Su idea artística está clarísima, y puede conmoverte inesperadamente algún mantra relativo a aceptar al cambio, a ser un paralelismo de lo que sucede en la naturaleza o a simplemente tomar una pausa y apreciar lo que damos por sentado a nuestro alrededor.
Su primer disco estuvo bajo la producción de Pablo Cantú (Reyno) y es un trabajo que ya incorporó mucha más planeación sobre las letras y el sonido. Centrada en el folk, hay algo de bolero (“Noche Estrellada”), un poco de arreglos de funk (“Atardecer”), y experimentos instrumentales que desafían el encasillamiento en un género.
Lulú ubica las dinámicas de un disco e incluye joyitas instrumentales como “(sueño lúcido)”, y “Preludio: op.28, no.7”, en la que hace un guiño a los grandes compositores de música clásica como Chopin o Bach. Esto, aprovechando su especialización en piano, pero ahora ella lo trae con estaciones de sintetizadores y efectos.
Con su disco Todo Vuelve al Mar recién estrenado en diciembre de 2024, habrá que ver a Lulú Bulos en vivo durante este año, para que confirmen el talento de esta multiinstrumentista sensible que nos transmite una paz realista y natural en sus rolas.