En el mundo de la música, el tiempo y la forma de consumo no han dejado más que a algunos géneros musicales perdurar en el tiempo. Lo hemos visto con la desaparición del disco o el progresivo desvanecimiento del pop punk y otros géneros ante las gigantescas corrientes de música contemporánea como la electrónica y el k-pop. Sin quedarse atrás, el soul es un género que vio su gloria en los años 50/60, y que lucha por encontrar un lugar en el mundo de las tronamesas y softwares de producción.
Si nos clavamos un poco más, tampoco es que no haya bandas y artistas tocando soul allá afuera como St. Paul & The Broken Bones. Pero de lo que sí estamos seguros es que hay muy, pero muy pocas bandas, haciéndolo como Black Pumas. Para hacer soul que funcione y enamore en pleno 2020, hay que tener mucho más que talento puro. También hay que tener algo de suerte. Afortunadamente para Adrian Quesada, él tuvo las dos simultáneamente en 2017 cuando encontró a su socio Eric Burton.
Quesada no es ningún desconocido en la escena musical de Austin y Estados Unidos a diferencia de Eric. Él ya tiene un Grammy en su bolsa por su trabajo como guitarrista en el grupo de funk-rock latino Grupo Fantasma. Por su parte Burton, hasta el año que Quesada lo reclutó para ayudarle con su proyecto, se dedicó a flotar junto a su guitarra tocando donde quiera que lo dejaran ganarse unos dólares. Eventualmente el destino los juntó para que le regalaran al mundo el soul contemporáneo con más alma que encontrarás allá afuera. Si no crees en el destino, escucha a Black Pumas y lee lo que nos platicó Adrian Quesada.
Black Pumas regresa el soul
“Eric y yo nos conocimos porque yo tenía ahí unas rolas grabadas pero todas instrumentales, no había nada de vocales. Yo no escribo letras. Le pregunté a varias personas por una voz. A gente de todo el mundo. De Los Ángeles, de Nueva York, de Londres. Yo preguntaba: ‘oye, ¿no conoces a algún cantante que me pueda ayudar con estas rolas? A escribir letra y a escribir la canción'”.
“Muchos me mandaban audios y videos diciendo que checara a tal persona. Y la verdad es que nadie se me hizo realmente especial hasta que un amigo aquí en Austin me dijo: ‘hay un cantante que se llama Eric y él escribe canciones también. Mi amigo me dijo que era el mejor cantante que ha tenido en el estudio. Entonces fue que lo busqué en YouTube y lo encontré”.
“Primero él solo vino a ayudarme con estas rolas. Las que yo ya tenía. Esto lo hicimos por un par de meses. Nos juntábamos unas dos veces por semana en el estudio y me ayudaba. Entonces fue que me empezó a enseñar sus propias canciones. Las que él había escrito y me encantaron en verdad. También me encantaba cómo tocaba guitarra. Para ese entonces ya habíamos grabado diez de mis rolas, pero cuando empecé a escuchar canciones de él, se me hicieron perfectas para las que yo escribí. Y ahí es cuando empezamos a hablar de hacer una banda juntos. Porque la verdad esa nunca fue la intención. Solo estábamos grabando para hacer algo”.
“Escuché sus rolas y me encantaron. Le dije que hiciéramos una banda. Nunca habíamos tocado las canciones en vivo. Todo fue producto del estudio. Entonces dijimos: ‘hay que tocar por un mes cada jueves y que vengan nuestros amigos y a ver cómo nos va’. Así fue como empezamos”.
Ya sea destino o como mejor lo quieran llamar, pero de alguna forma Quesada y Burton lograron que unas sesiones de grabación se convirtieran en una nominación a un Grammy en tan solo dos años. Eso sí, lo que pasó en el estudio no puede ser atribuido al destino. Solo es cuestión de escuchar su álbum debut homónimo para saber que hay en Black Pumas algo mucho más que solo suerte. Gospel, funk-soul psicodélico y mucho sentimiento es lo que describen bien estos dos años de la joven banda.
“Ha sido algo increíble. Cuando empezamos esas canciones no sabíamos… Bueno, yo sabía que eran algo especial. Me acuerdo que le dije a Eric: ‘esto sí es algo especial. Hay que hacerlo. ¡Hay que tocar!’. Pero si me hubieras dicho en 2017 que íbamos a estar nominados a un Grammy tan rápido, me hubiera reído. La verdad no me lo pude imaginar. Y sabía, cuando empezamos a tocar, nunca habíamos tocado juntos. Yo no sabía cómo era Eric como el frontman de una banda”.
“Yo no sabía. Yo solo sabía cómo era por unos videos de YouTube de él tocando guitarra en cafés y lugares pequeños. Nunca lo había visto así como en un papel tipo Freddy Mercury o James Brown. No tenía idea cómo era en vivo y fue toda una sorpresa. Todo con Black Pumas ha sido hacer sin pensar. Solo ha estado pasando. Todo lo que nos pasa es una sorpresa”.
Escucharlos también lo es. Escuchar la voz de Eric por primera vez es una sorpresa de lo más gratificante. Escuchar su soul grabado con tanta finura y cuidado que consiguen sonar justo entre sus raíces de los 50 y ese lugar moderno que hace que sepas que estás escuchando a una banda contemporánea. ¿Saben para quién también todo es una sorpresa? Para Adrian. Así como nosotros, el productor y guitarrista jamás se imaginó todo el talento que Eric Burton escondía atrás de una ligera timidez y su guitarra.
“Nunca me imaginé que Eric iba a ser tan tan bueno. Es más, yo nunca lo había visto sin guitarra. Cuando empezamos a tocar, empezamos como por dos meses en un lugar que se llama C-Boy’s y por cada semana, me acuerdo que cada vez tenía más confianza sin la guitarra. Se empezó a quitar la guitarra y cada vez se le veía mejor. Para el segundo mes ya había filas para poder entrar al lugar y todo. Siempre estaba vendido todo y venían disqueras a vernos. Todo pasó bien rápido y la verdad es que lo bueno de que todo pase tan rápido es que no tenemos tiempo de asustarnos o pensarlo mucho. Ahorita que no estamos tocando mucho, nos ha dado tiempo para hablar entre nosotros de los que está pasando en nuestras vidas”.
A lo largo de su carrera, Adrian ha encontrado el placer de su vida adentro del estudio. Su gusto por producir y tocar guitarra ahí metido lo han llevado a tocar a lado de genios como Prince. Sin embargo, su aventura con Black Pumas ha despertado una vez más su amor por tocar en vivo. Estos dos años de redescubrirse como músico, de evolucionar su acto, y de ver como poco a poco el mundo se rinde ante el desliz de su guitarra y la voz de Burton lo han hecho pensar todo dos veces.
“A mí lo que siempre más me ha gustado es estar metido en el estudio. Primero soy un productor y luego un guitarrista. Siempre me ha gustado el estudio pero la verdad es que con Black Pumas empecé a tocar mucho en vivo, a estar de gira con Eric, y me empezó a gustar más tocar en vivo. ¡Me encanta! Y pareciera que nunca he hecho música así de soul, pero la verdad es que sí he hecho música más o menos así. De la misma idea. Y lo que hizo esto bien especial es Eric”.
“Él siempre tiene una energía especial cuando entra a un cuarto, a un lugar. Una energía de show, contagiosa. Que te conecta y te influye mucho. Para mí el estudio es lo máximo pero con Black Pumas tocar en los shows es increíble. Yo ya estaba un poco cansado de tocar en vivo. Yo ya casi no andaba de gira cuando empezó esto. Pero ahorita me está encantando todo lo que está pasando. Ahorita desgraciadamente tenemos varios shows cancelados. Pero viendo el lado positivo tenemos más tiempo para darle al estudio”.
¡Nuevo disco!
Es extraño para una banda emergente como Black Pumas tener que cancelar todas sus giras. No hay mejor momento para ellos que estar tocando alrededor del mundo para darse a conocer. Pero al igual que medio mundo, tuvieron que detener sus actividades por completo. Afortunadamente esta pequeña paz que viene regalada por la cuarentena, le ha servido tanto a Adrian como a Eric para escribir y preparar todo para su segundo álbum de estudio.
“Ahorita estamos escribiendo mucho. Ya estábamos muy cerca de empezar a grabar un nuevo disco, pero nos avisaron que estamos en cuarentena. Que ya no podemos salir de casa. Íbamos a empezar a grabar esta misma semana. Porque antes, con todas la fechas de gira, nunca tenemos tiempo. Siempre es llegar a la casa por cuatro o cinco días. Y ese tiempo lo usas para lavar la ropa y para saludar a tu esposa y te vas. Y por fin a hora tenemos tiempo. Lo único bueno de esto es que tenemos tiempo. Eric anda escribiendo muchas rolas nuevas, yo también. Y cuando se pueda, vamos a grabar el disco nuevo”.
“No lo tenemos acabado y escrito a la perfección, pero ya tenemos varias ideas y así es como acabamos el primero también. Muchas ideas vienen en el estudio, en el momento. Osea en ese día, juntos, es cuando salen las mejores ideas. Es que no escribimos todo completo. Escribimos algunas cosas y ya con eso nos metemos al estudio y lo hacemos así. Es todo muy orgánico”.
“El proceso creativo es muy variado. A veces yo llego con algo instrumental, me pongo a tocar lo que hago y Eric se pone a cantar. Hace dos o tres tomas improvisando, haciendo lo que siente. Yo se la dejo tocando varias veces y él improvisa. Es muy bueno haciendo eso. De ahí sacamos ideas. Cuando dice algo interesante o algún sonido. Así empieza a escribir. A veces también llega con canciones escritas y con la guitarra, y en el estudio la arreglamos con toda la banda. Tenemos varias maneras de hacer nuestra música”.
Con todos los elementos en su lugar, llenos de conocimiento regalado por dos increíbles años, ambos se preparan para hacer un disco que pinta para ser aún mejor que Black Pumas. Un disco que va a tener los mismos frutos de su estilo orgánico e improvisado, pero acompañado por la experiencia de trabajar juntos un buen rato. Sin duda, un disco que necesitamos que llegue lo más pronto posible y que nos confirme que son mucho más que solo un perfecto accidente temporal.
“Cuando hicimos Black Pumas apenas estábamos empezando a unirnos como equipo. Pero ahora llevamos dos años tocando y cambia todo. Ahora que sabemos cómo toca la banda, ahora eso va a influenciar cómo hacemos el disco nuevo. Lo bueno es que podemos seguir con la misma fórmula o podemos cambiarla. Aún no empezamos a grabar, así es que no sé exactamente cómo va a ir. Ya sabemos nuestras fortalezas y debilidades. Yo sé lo que hace bien Eric y él sabe lo que yo hago bien. Este disco me imagino que va a salir un poquito más rápido. Va a ser más fácil esta colaboración, porque la primera ni nos conocíamos bien”.