¡BLUR POR PRIMERA VEZ EN GUADALAJARA! La banda británica por fin tuvo la oportunidad de tocar en una ciudad de nuestro país que no fuera la Ciudad de México, generando reacciones de euforia y alegría cuando se escuchaban las primeras notas de temas como “Coffee & TV”, “Song 2”, “Beetlebum”, “Girls and Boys”, y “The Universal”. Cierto, nos dieron un setlist algo más corto de lo que escuchamos en el Palacio de los Deportes, pero fue justo lo apropiado para un festival, encore incluido.
La gente que se fue durante el set de Blur. Después de la presentación de Café Tacvba, mucha gente no se tomó la molestia de ver quiénes eran los que iban a tocar después de sus ídolos mexicanos, lo cual es comprensible. Pero lo que sí fue lamentable es que muchos más solo se quedaron para escuchar “la de la lechita” y “la de wuju” antes de emprender la retirada. ¡Ya ni la muelas, Guadalajara! (y todavía que les echamos porras para que lleven cosas bonitas por allá).
LITTLE JESUS PRESUME SU MÚSCULO. Los toquines pasados de Little Jesus en el DF nos dieron una buena idea de la fama que habían alcanzado en el circuito local, pero nada nos había dejado tan impresionado como la cantidad de gente que se apareció en el llamado Otro Stage para ver a la banda indie mexicana. ¡Y no solo por curiosidad! Realmente fue escalofriante escuchar a tanta gente corear las canciones de Norte.
¿Dread Mar-I? Pero por cada Little Jesus en el line-up también hay un acto que nos deja rascando la cabeza en confusión. Tal es el caso de Dread Mar-I, un músico que sonaba como una versión reggae de Maná. Era evidente que el tipo tenía sus fans, pero su estilo simplemente no cuajaba con el resto del cartel. Tal vez en un Evento 40…
NATALIA LAFOURCADE COMO HEADLINER. La artista veracruzana por fin asumió un rol que le había estado esperando por un largo rato, al ser uno de los headliners del festival Coordenada, solo abajo de Blur y Café Tacvba en el cartel. Con el apoyo del mejor disco de su carrera con Hasta la raiz, Lafourcade atrajo la atención de un buen número de fans, que no estaban ahí simplemente para esperar la llegada de los Tacvbos, sino para escuchar a la intérprete de canciones como “Nunca es suficiente”. Otro triunfo, sin duda, en lo que ha sido un año espectacular para ella.
¿Pero después de El Gran Silencio? El estilo delicado y romántico de Lafourcade fue un contraste difícil de digerir apenas unos minutos después de que El Gran Silencio quisiera organizar el slam más grande del parque. No sé si planeó eso con la intención de darle un respiro a la gente después de una hora de ska-punk, pero musicalmente si fue un cubetazo de agua fría.
COORDENADA, UN ÉXITO. GUADALAJARA, BUENA ANFITRIONA. Copiando un poco la fórmula reciente del Vive Latino, Guadalajara demostró que cuenta con la infraestructura para montar un espectáculo similar, aunque claro, a menor escala: un line-up que consiste en su mayoría por bandas latinoamericanas independientes, encabezados por veteranos de peso como Los Tres, Lafourcade, y Café Tacvba, y como gancho principal, actos internacionales de la talla de Blur, Foals, y The Raveonettes (sí, ya sé, pero eso no fue su culpa). A todo esto, agrégale los food trucks, actividades culturales, zonas VIP, y ya tenemos una razón para ir a la capital de Jalisco todos los años.
Háganse para allá… La única bronca es que tal fue el éxito de asistencia en su segunda edición que uno a duras penas podía moverse de un escenario a otro en las horas picos. Los escenarios gemelos fueron un acierto, aunque este redactor tuvo flashbacks del primer Corona Capital por todas las dificultades que se presentaban al tratar de llegar al otro escenario, el que no tenía nombre de cerveza. El sentido común indica que este festival debe crecer para el año que entra, pero esperemos que tanto la logística como las instalaciones puedan crecer en proporción a la asistencia.
Acto revelación: Taraf de Haïdouks. Todo buen festival debe contar con una banda que nadie conoce, por lo general de un país que nadie toma en cuenta (en este caso, Rumania) y que termina deleitando a su público con un estilo muy particular, ajeno al pop/rock que tanto satura nuestros oídos. Taraf de Haïdouks cumplió esa función de ofrecernos algo distínto que fue digerido con gusto por un público de mente abierta.
Detallitos: La pobre señal de internet, el único punto de acceso, las largas filas para pedir una chela y comida, y otras fallas de logística son aquellos detallitos que uno espera de un festival en su primera y segunda edición, pero esperemos que a la tercera ya se hayan pulido. Y una más, ¿qué onda con las paletas de TREINTA PESOS? En mi rancho la inflación no había pegado tan fuerte.
Por último cabe resaltar otros aciertos como el buen apego a los horarios, la ausencia de fallas técnicas notables, las presentaciones de Mon Laferte, El Columpio Asesino, Los Tres y todos sus amigos invitados dejaron una muy buena impresión, en lo general. También cabe notar que The Dandy Warhols por fin se redimieron, pero hablo de eso en más detalle en el nuevo Razzmatazz. A fin de cuentas, nos quedamos con un Coordenada agradable, manejable, con algunos puntos finos en los que se puede mejorar, y a la espera de una buena curaduría para el 2016. Oi!
T: @ShyTurista
F: @MonnCastro