Este 2023 estamos viendo regresos musicales bastante espectaculares, y por supuesto que los artistas mexas no se quedan atrás. Sin embargo, nos emociona muchísimo saber que están de vuelta Los Dynamite, una banda que a pesar de tantos años de descanso y una carrera breve, influyeron muchísimo en la escena alternativa de nuestro país y los tenemos de nuevo, al parecer, por más tiempo del que se fueron.
Luego de casi 14 años, Diego Solorzano retomó el proyecto con el que se dio a conocer. Pero después de presentarse en House of Vans, el C3 Stage de Guadalajara y por supuesto, el Vive Latino, Los Dynamite anunciaron con bombo y platillo que darían un concierto muy especial en el mismísimo Teatro Metropólitan de la CDMX, y vaya que este show no decepcionó para nada.
Los Dynamite volvieron para quedarse y lo demostraron con el show que se aventaron en el Teatro Metropólitan
Después de escuchar a Peces Raros (que por cierto, traen una propuesta chida) y tras esperar unos cuantos minutos, Los Dynamite aparecieron en el escenario del Teatro Metropólitan usando kimonos de karate rojos. Cada uno tomó su lugar y arrancaron una noche llena de recuerdos por el pasado y la promesa de un futuro emocionante.
“Katatonic”, “1990” y “Ready Ready” fueron el combo con el que Los Dynamite arrancaron el concierto, el cual, desde el inicio, nos trajo un montón de melancolía por esos años donde estas rolas (y en particular el disco Greatest Hits) fueron parte del soundtrack de la adolescencia de todos los que estaban en el Metropólitan (y que obviamente, ya no son unos chavitos).
Diego Solorzano y compañía nos dieron un buen golpe de nostalgia con este concierto
“Buenas noches, ¿cómo van? Los Dynamite en la CDMX”, dijo Diego Solorzano para saludar al público. Más adelante, el frontman de la banda nos pegó y gacho en la nostalgia cuando recordó los años del Pasagüero (si a ustedes también les duele la rodilla, seguramente lo entenderán), pues le dedicó a este bar y a los fans old school ni más ni menos que “No me sueltes”, que claro, sonó durísimo.
La buena vibra no decayó en ningún momento, aunque la cosa se calmó un poco cuando la banda se aventó “Fila 14”, una de las rolas que sacaron en su regreso y que la neta, se escuchó increíble en vivo (un poco mejor que la versión de estudio) por el tono teatral y dramático que le pusieron Los Dynamite. Muy rifada esa parte, la verdad.
El Teatro Metropólitan se volvió a prender cuando sonó “Visions”, pero más adelante apareció el único invitado que Los Dynamite tuvieron para este concierto tan especial: ni más ni menos que Paco Huidobro, quien se les unió para tocar la guitarra en “Hold On” y se sintió que
“I’m 32” fue de las últimas rolas de la primera parte del set y después de un jam bastante rifado, la banda dejó el escenario por un rato en lo que el staff montaba un piano eléctrico y checaba que todo estuviera en orden. Pero mientras todo esto pasaba, en la pantalla proyectaron unos visuales alucinantes y de fondo se escuchaba “Metropolis” de Kraftwerk.
Los Dynamite incluso se aventaron un cover rifado de “Lithium” de Nirvana
Luego de unos minutos en suspenso, regresaron para tocar “Crayons” (el más reciente sencillo de Los Dynamite), Diego se pasó al teclado y sorpresivamente, el público se sabía muy bien esta rola, como si ya fuera un clásico instantáneo de la banda. Punto para los fans, que corearon las canciones viejitas y las nuevas al mismo nivel.
Y sin duda, una de las sorpresas de toda la noche fue cuando Los Dynamite se aventaron un cover de “Lithium” de Nirvana, pues de plano jamás vimos venir que se echarían su versión de este himno del grunge y por supuesto que los chavorruqueros (nos incluimos) la cantaron a todo pulmón en el Metropólitan.
Se acercaba el final y para cerrar con broche de oro, Los Dynamite tocaron dos de sus más grandes hits, “TV” y “Frenzy”, que como el nombre de esta última rola, hicieron que todos perdieran la cabeza por un último instante junto a la banda. Así, luego de una hora y cuarto de show, Diego Solorzano y compañía dieron las gracias, pero nos dejaron con ganas de más (hasta sonó el grito de “otra otra”).
No cabe duda que los regresos siempre son especiales, pero este de Los Dynamite fue aún más porque a pesar de que la banda no interactuó tanto con el público, se notaba la vibra, el cariño y el respeto que se tienen mutuamente. Con este concierto en el Teatro Metropólitan, el grupo celebró su carrera junto a sus fans, y sobre todo, que después de tanto tiempo, están de vuelta y más fuertes que nunca.