Los noventa pueden parecer hoy esa época prehistórica de tener que colgar el teléfono para conectarse a internet y rentar películas en VHS de un Blockbuster, pero tenían algo que no ha sido superado y que hoy en día es muy inferior: los soundtracks de películas. Hoy nos contentamos con que una banda que nos gusta presta una canción para los créditos finales de una cinta, que si Lorde grabó algo para Hunger Games, que si Adele ganó un Oscar por Skyfall… pero en los noventa los soundtracks eran casi tan importantes como las películas mismas. Era un arte poner canciones en el momento perfecto y lograr que el disco entero fuera bueno, y no sólo escuchar una y otra vez el sencillo.

En esta lista no están incluidos soundtracks con música original en los que destacaba una sola canción, como el caso de Titanic o The Bodyguard, ni siquiera Sexo, pudor y lágrimas, solamente discos que recopilaran un gran número de canciones increíbles y que fueran un archivo histórico del zeitgeist de la época. Que fueran noventerísimos, pues. Wookie Williams

Singles (1992)

Escuchar este disco es como tomar la clase introductoria a la escena del grunge: Pearl Jam (quienes salen en la película como la banda ficticia Citizen Dick + Matt Dillon), Soundgarden, Alice in Chains, The Smashing Pumpkins, Paul Westberg de The Replacements… El CD debía venir forrado en franela de cuadritos.

Reality Bites (1994)

Para seguir con la onda “alternativa”, La dura realidad, como se llamaba en México le daba unos palazos en la cabeza a los integrantes de la Generación X, pero los sobaba con un soundtrack que combinaba canciones retro, como Squeeze de Tempted, My Sharona de The Knack con temas de los que no se podía escapar en la década, como Stay, de Lisa Loeb y Baby, I Love Your Way, de Big Mountain. En la versión mexicana se incluía también Morenaza, de La Maldita Vecindad.

Batman Forever (1995)

Pocos recuerdan que Joel Schumacher no sólo dirigió Batman & Robin y nos dio los batipezones, sino que también estuvo al frente de la baticinta anterior con Val Kilmer como Bruce Wayne. Batman Forever no es terrible, y buena parte de eso es por el soundtrack: Hold Me Thrill Me, Kiss Me, Kill Me de U2 encabezaba la lista, pero también venían canciones de los Flaming Lips, PJ Harvey, Nick Cave, Massive Attack con Tracy Thorn, Mazzy Star, The Offspring y hasta Seal.

American Pie (1999)

Tal vez no estaba lleno de grandes nombres, pero el noventerismo del soundtrack de nuestra película favorita de coito adolescente con postres horneados funcionaba perfecto en la película. Third Eye Blind, Dishwalla, Sugar Ray, The Atomic Fireballs y esa tan, pero tan bonita canción desvriginizadora llamada Sway, de Bic Runga hacían de este un gran disco.

Trainspotting (1996)

La música que usó Danny Boyle era tan buena que un solo disco no era suficiente para contenerla. Pero fijémonos en el original, el naranja. Además de tener joyas clásicas, como Perfect Day de Lou Reed, Lust for Life de Iggy Pop y Temptation de New Order, traía cortes que reflejaban perfecto la nueva ola de Brit Pop: Mile End de Pulp, Sing de Blur, Born Slippy de Underworld y Trianspotting de Primal Scream. Valía la pena arrojarse a un escusado para salvar una copia de este soundtrack.

Empire Records (1995)

La profética historia del futuro de la industria discográfica representada en una tienda de discos que estaba a punto de quebrar iba acompañada por un montón de canciones de artistas menores, pero no menos pegajosos. A Girl Like You de Edwyn Collins estuvo pegada en nuestras cabezas casi tanto tiempo como el suéter cortito que usaba Liv Tyler, y el resto del disco, con bandillas como Gin Blossoms, Better Than Ezra, Toad The Wet Sprocket y Coyote Shivers, era como escuchar el verano dentro de un CD.

Godzilla (1998)

Otra en la lista de películas horribles con soundtrack geniales, el de Godzilla nos dio una muy respetable versión de Heroes tocada por The Wallflowers y temas de Foo Fighters, Green Day, Rage Against The Machine y Jamiroquai. Tal vez si en los créditos de Come With Me, Sean Combs hubiera aparecido como Puff Daddy al lado de Jimmy Page, ese hubiera sido el momento más noventero de la historia.

Pulp Fiction (1994)

Sin duda la mejor película de esta lista, Pulp Fiction beneficiaba a su soundtrack con el plus de tener pedazos de diálogo incluidos en la mezcla. Así, Misirlou, aunque grandiosa, tomó un nuevo significado cuando escuchabas “I love you honey bunny” antes de que empezara la telecaster de Dick Dale. You Never Can Tell de Chuck Berry, Son of a Preacher Man de Dusty Springfield, Girl, You’ll Be a Woman Soon de Urge Overkill hacen que la música sea tan buena como la cinta en la que salía.

Clueless (1995)

Es difícil pensar que algo tan pop como Cluless tenga una canción tan densa como Fake Plastic Trees en su soundtrack. Pero además de Radiohead, los Beastie Boys, los Lightning Seeds, Supergrass, The Mighty Mighty Bosstones, Cracker The Muffs y Jill Sobule hacen que este soundtrack no sea ningún Monet (si vieron la película, saben)

Romeo + Juliet (1996)

Baz Lurhmann logró dos cosas con su adaptación de la obra más triste de William Shakespeare: desató la DiCapriolocura y creó una de las mejores recopilaciones musicales que vio la década. El estilo visual que tiene la cinta se acompaña perfecto de los beats de Pretty Piece of FleshOne Inch Punch, de la devastación que dejaban a su paso Crush #1 de Garbage y Kissing You de Des’ree, de lo colorido de Young Hearts Run Free de Kym Mazelle, You and Me Song de The Wannadies y Lovefool de The Cardigans y de la voz majestuosa de Quindon Tarver. Y ni siquiera mencionamos que Radiohead también colaboró aquí y que el cover de When Doves Cry venía en un segundo disco del soundtrack de Julieta y su Romeo.  

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