Ahhh, porque bien fácil: “¿a ver, tres canciones chingonas de Sonic Youth?” y ahí está “Candle”, “Trash”, “100%”, “Drunken butterfly” y un largo etcétera proveniente de los discos que lanzaron en sus dos primeras etapas (la ochentera, cuando iban más tirados a lo post punk, y la noventera, en su fregona onda noise)… pero, ¿y qué pasó en los 2000?
De 2000 a 2011, los liderados por Thurston Moore se refinaron, incluso, llegaron a rozar con el pop. Claro, como suele suceder, en ese momento sus seguidores más puristas pegaron el grito “ahhhh, se afresaron”… pero obvio que Sonic Youth siguió con ese toque siempre copiado, jamás igualado. Como prueba, estos rolones enfermos.
“NYC Ghosts & Flowers”
El milenio Sonic Youth lo inició con una suerte de nuevo sonido (casi obligatoriamente, por el robo de sus guitarras modificadas). Y, bueno, aunque a muchos les parece olvidable el NYC Ghosts & Flowers, trae joyas como la canción que le da título al album. Letra y voz de Lee Ranaldo, quien desesperadamente recita sus versos sobre una no menos desesperante y ruidosa composición que se extiende por casi ocho minutos. ¿Por qué Pitchfork le dio un tremendo cero de calificación a un disco que tiene rolas de este calibre? Sabe…
“Radical Adults Lick Godhead Style”
Ya con la gloriosa manota de Jim O’Rourke, Sonic Youth lanzó el Murray Street, un disco breve que va in crescendo y alcanza su pico más alto con esta canción en la que Steve Shelley se luce llevando las acciones: desde que abre la canción (en la versión del album, el tom de piso augura que lo que viene va a estar prro), hasta el delirante cierre en el que el resto de la banda se le va encima con todo el arsenal. Puro pin$%&/e ruido. No en vano la mención de Lou Reed en la letra.
“The unmade bed”
El Sonic nurse, disco con el que Sonic Youth se dignó a visitar por primera vez la ciudad de México, trae esta canción que destaca por una belleza y cadencia pocas veces escuchada en la discografía de la banda neoyorquina. Batalla de solos entre Moore y Ranaldo en la que gana el escucha, que acaba deslumbrado por los intensos armónicos y los finos arreglos que van de aquí para allá a largo de la canción.
“Pink Steam”
El Rather ripped tiene rolones como “Incinerate” y “Jams run free”, pero la que muchos tocaron y tocaron hasta rayar el disco fue la 11 del tracklist. Unos muy inspirados Moore y Ranaldo tocan (o mejor dicho, manipulan) sus guitarras como los dioses y juntos crean pasajes al más puro estilo Television, los cuales son reventados una y otra vez sobre la potente base de Kim Gordon y Steve Shelley (y Mark Ibold). Más que canción, “Pink Steam” es una gran composición que tiene como colofón una de las letras más tiernas de Thurston Moore.
“Antenna”
¿El anuncio del fin? Parece. “Antenna” tiene una letra desolada que es cantada sobre una melodía potente, pero pesada y oscura que una y otra vez amenaza con elevarse, pero siempre vuelve a caer en el hipnótico diálogo monotono (musical) entre Gordon y Moore. Con lo descrito parecería una canción horrible, pero todo lo contrario… y menos con lo que Ranaldo hace manejando el sonido como pocos.