En 2016 Lily Allen dio a conocer que había sido acosada por más de 7 años por Alex Grey, un hombre de 33 años que envió cartas abusivas a la cantante, pasó noches en su jardín e incluso entró a su casa.
El caso, según Allen, fue difícil debido a que la policía no hizo un buen manejo del mismo, pues era como “golpear una pared de ladrillos”, informó NME.
En una nueva entrevista para George Ezra & Friends, la cantante confesó que no sabría cómo comunicarse si no hubiera sido por la música, además reveló que se vio obligada a aislarse de sus amigos y seres queridos mientras grababa su nuevo álbum.
“Tuve un acosador hace dos años y medio, y fue una experiencia realmente horrible. Irrumpió en mi casa, y luego se supo que tenía la intención de matarme. Eso realmente me impactó”, le dijo Allen a Ezra.
Además de vivir una dura experiencia con amenazas de muerte, Allen tuvo que enfrentarse a la indiferencia de la policía.
“Simplemente intentaron restarle importancia. No fue hasta el juicio que descubrí que eran sus intenciones. Debido a la falta de validación por parte de la policía, no sentía que pudiera hablar con nadie sobre eso, ni siquiera con mis amigos o mi familia. Cuando se comete un crimen, su punto de referencia sobre lo serio que es, es cómo lo toma la policía”, explicó.
Aunque la cantante no hace referencia explícitamente a su situación de hace dos años en su nuevo disco, sí dejó claro que el miedo que sintió y el tiempo que se mantuvo aislada, formaron parte de “No Shame”.
“Aunque realmente no he escrito sobre esa experiencia, en álbumes anteriores escribí sobre lo que estaba viendo; esa era yo estando afuera en el mundo y socializando, y teniendo relaciones y amistades. Cubrí todas esas cosas. Esta vez no lo estaba. Estaba en casa sola”.
El próximo 9 de junio será lanzado “No Shame”, el cuarto disco de Allen después de 4 años.