En la industria musical, el fenómeno de los one hit wonder es bastante peculiar. Hay artistas a los que le basta una sola canción para alcanzar la fama y ser recordados para la posteridad, aún cuando tienen más material en su discografía. Uno de esos casos es el de New Radicals con su rolota”You Get What You Give”. Seguriiito la has escuchado.

Dicha rola marcó para siempre la carrera de la Gregg Alexander, el líder –y básicamente, único miembro constante– de la banda, y le dio a la década de los 90 una de sus más icónicas canciones. Ahora, a más de 20 años de su lanzamiento original, este temazo sigue sonando y en pleno 2021 se hizo tendencia un rato en TikTok. Y no solo eso, pues Joe Biden hace unos meses le pidió al compositor que la tocara en las celebraciones de su toma de posesión como Presidente de Estados Unidos.

Gregg Aleksander en 2021 tocando en la ceremonia de investidura de Joe Biden. Foto: Getty

Sin embargo, lo que algunos no saben es el mensaje que hay detrás de este tema y las anécdotas sobre cómo Gregg lo compuso. En esta ocasión, repasaremos la historia de detrás de esta canción y uno que otro detalle que alberga.

El acercamiento de Gregg Alexander a la industria musical

Antes de New Radicals y el éxito que significó “You Get What You Give”, la carrera de Gregg Alexander no fue nada fácil.  Como se dice por ahí, tuvo que “picar piedra” y aguantar los trancazos de la industria para poder hacerse de cierto reconocimiento. Y todo eso lo hizo siendo apenas un adolescente. Él es uno de los mejores compositores de los 90-00, ha escrito rolas de Hanson, Michelle Branch, O-Zone, es más… hasta hizo la música de la película ‘Begin Again’ con Adam Levine y Keira Knightley. Esa de “Lost Stars” él la escribió, y caaasi se gana el Oscar.

Tal como contó en una entrevista con The Hollywood Reporter en 2014, él decidió que se quería convertir en una estrella de rock luego de un par de sucesos. El primero, fue haber descubierto a los 14 o 15 años Purple Rain de Prince, y el segundo fue un viaje a California con su mamá. La idea era visitar a una tía, pero él señaló que en ese estado sintió una vibra musical muy diferente de la que había en su natal Michigan. Tras ese viaje veraniego, le dijo a su padre y madre cuál era su plan.

“Les dije a mis padres: ‘Me voy a escapar a California para ser una estrella de rock’. Mi mamá sabía que hablaba en serio, pero mi papá dijo: ‘Bueno, asegúrate de estar de regreso a casa en septiembre para la escuela si [tu plan] no ha salido bien’…”.

Gregg Alexander. Foto: Getty

Firmando sus primeros (y desafortunados) contratos discográficos

Y lo hizo… Para la segunda mitad de los 80, un joven Gregg de 16 años se había mudado a Los Ángeles y luego de prácticamente fastidiar a cualquier cantidad de ejecutivos, conoció al productor Jimmy Lovine, quien le ofreció su primer contrato discográfico con el sello A&M. Eventualmente, se dedicó a grabar su primer disco, el cual se llamaría ‘Save Me From Myself’, pero fue cambiado de último momento a Michigan Rain.

Pero las cosas no saldrían bien con ese material. Poco después de que el disco vio la luz en 1989, A&M fue adquirida por la multinacional Polygram y debido a ello, se desatendió la promoción y distribución de diversos artistas y sus respectivos álbumes. Así,  Michigan Rain pasó desapercibido para la crítica y la audiencia.

Portada de ‘Michigan Rain’. Foto: A&M/Polygram.

Un par de años después, en 1992, Gregg Alexander logró conseguir otro contrato discográfico, esta vez con Epic Records para lanzar su álbum Intoxifornication. Pero como muchos sabrán, para esos años el grunge y el rock alternativo dominaban la escena. El disco, de corte pop rock y funk, no cuajó muy bien y mucho menos cosechó el éxito esperado.

Tal como cuenta a The Hollywood Reporter, Epic sugirió a Gregg crear algo similar al estilo musical de moda, pero él compositor le hizo el feo a la propuesta. “[Intoxifonication] murió pues me negué a sonar así porque no era yo. No podría fingir eso. Tenía que seguir mi corazón de forma creativa”. Eventualmente, el contrato con el sello se fue a la basura.

Pero no todo estaba perdido para el genio incomprendido de Gregg Alexander. Anduvo trabajando como músico de sesión y componiendo material para otros artistas hasta que en 1997, su carrera tomaría un nuevo rumbo cuando decidió echar a andar a New Radicals.

Gregg Alexander con New Radicals en 1999. Foto: Getty

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Gregg funda a New Radicals y la rompe con “You Get What You Give”

Luego del infructuoso recorrido musical que Gregg Alexander pasó entre 1989 y gran parte de los 90, la fortuna le sonrió. MCA Records confió en él y lo buscó para ofrecerle un nuevo contrato luego de que un conocido le hiciera llegar un demo al ejecutivo Michael Rosenblatt. El mixtape en cuestión eran los primeros vestigios de lo que sería el disco Maybe You’ve Been Brainwashed Too (‘tal vez a ti también te han lavado el cerebro’), que temáticamente hablaba el cúmulo de las malas experiencias que el compositor había acarreado en su carrera.

En su mayoría, los tracks de ese disco fueron creados por Gregg y algunos músicos de sesión -con lo que había trabajado antes- lo ayudaron para grabar en el estudio. Y entre todas esas rolas, estaba “You Get What You Give“, de la que destacan las letras optimistas sobre seguir tus sueños e inequívocamente, en cierta medida, se inspiraban en el camino que Alexander había recorrido.

Para ese momento, el disco salió como un lanzamiento a nombre de New Radicals y como dijimos, la banda se conformó por Gregg Alexander y varios músicos que lo ayudaron a grabar como favor luego de que él los había ayudado en otros proyectos.

Gregg Alexander de los New Radicals en 1999. Foto: Getty

Y aunque hay un mensaje optimista en la canción, en sus versos finales hay sendos ataques a las grandes corporaciones bancarias, la FDA y su estrategia de atención médica, entre otras cosas. También, en esas líneas finales se menciona a la banda Hanson, a Beck, Marilyn Manson y Courtney Love.

¿Por qué los mencionaba? Él ha dicho que quería ver si los medios de comunicación y el público pondrían su atención en los verdaderos problemas que se mencionan en la letra o si se enfocarían en la ‘polémica barata’ derivada de hablar sobre otras estrellas de la industria musical.

“Notar que todo el mundo se centró en la letra de los llamados ‘ataques a las celebridades’ en lugar de esta letra que hablaba de los poderes fácticos que están reteniendo a todo el mundo… Eso fue algo que me desilusionó un poco, detalló a THR.

Aún con todas las peripecias y significados detrás, “You Get What You Give” se convirtió en un clásico no solo de los 90, sino de todos los tiempos. Talento le sobraba a Gregg Alexander y siempre quedará la duda sobre lo que pudo haber logrado de darle continuidad a New Radicals si no hubiera disuelto el proyecto en 1999, justo cuando comenzaba a ver un poco de luz en su carrera. ¿Le desmotivó al final el sabor de la fama? Parece una justificación -o excusa- válida.

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Editor de Música en Sopitas.com; a veces escribo y hablo de otras cosas. Egresado de FES Aragón UNAM. Los gatos y la música son necesidad absoluta.

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