Reseña y Fotos: OMAR SOULEYMAN

Viernes, 21 de marzo
Centro Cultural del México Contemporáneo
México, DF

EL CONCIERTO:

El festival Aural 2014 llegó a su fin con la presentación de Omar Souleyman, el cantante que se ha convertido en una especie de embajador para exponer al mundo un rostro de Siria distinto al de un país en guerra. El evento no se llevó a cabo en el Palacio del antiguo Colegio de Medicina como decía en el programa, sino en un inmueble que lleva el nombre de Centro Cultural del México Contemporáneo, también ubicado cerca de la Plaza de Santo Domingo. El interior del recinto tenía la semejanza de un salón de fiestas, lo cual encajaba bien con el ambiente de boda que es el sello de Souleyman. Sólo hacían falta más sillas blancas de plástico.

Previo al turno del cantante sirio, un proyecto mexicano de nombre Las Brisas tomó el escenario para ofrecernos un poco de VANGUARDIA PARA LAS MASAS pero que en realidad fueron algunas fallas técnicas. Eso les robó como unos diez minutos, pero ya cuando arrancaron su show propio, esta banda que desconocía por completo dejó una buena impresión con su espectáculo audiovisual. Las Brisas consisten de cuatro sujetos parados alrededor de una mesa como si estuvieran jugando Maratón o algo por el estilo. Mientras uno canta con vocales distorsionados (con una onda hip-hop, tipo Death Grips) los otros tres se encargan de los efectos ya sea en una Mac, en un sampler o en otros aparatos extraños que no tuve oportunidad de apreciar. Según me explicaron, lo suyo era un set improvisado pero habrá que prepararse mejor en un futuro para que esas fallas técnicas no los ponga a la merced de un público más impaciente que el de anoche.

Al punto de las 22 horas, llegó el turno de Omar Souleyman ante una audiencia expectante pero con poca idea concreta de qué esperar. Primero salió a tomar su lugar en el escenario su único músico de acompañamiento, Rizan Sa’id, que se encargó de los teclados, sintetizadores y… tenía otro instrumento a la mano… ¿será esto? Un par de minutos después, Souleyman salió entre aplausos y gritos en su atuendo tradicional de su región de origen. Realmente es una experiencia aparte ver en persona al hombre de los lentes de sol, el bigote negro y la kufiyya. El festival Aural se ha traído a varios artistas exóticos y peculiares en los últimos años, pero esta figura debe situarse entre los primeros lugares, junto con Sun Ra Arkestra.

Como músico, Souleyman es un vocalista consumado. Él interpreta canciones tradicionales en árabe y kurdo, y lo hace con oficio. Más bien, su verdadero carisma reside en su talento como animador. Claro, muchos dirán que lo único que hace es caminar de un lado a otro mientras invita al público a aplaudir a su ritmo. Su estilo es muy conservador, pero no hay que negar que en persona, Souleyman contiene cierto aura que te hipnotiza con la ayuda de los beats de su versión electrónica de la dabka. El ambiente es tan bizarro que lo único que puede hacer uno es dejarse contagiar por el buen humor del cantante y las acrobacias de Sa’id en el teclado.

Claro, la vibra era tan positiva (como en una fiesta de bodas) que algunas personas se tomaron la libertad de subirse a bailar al escenario, lo cual generó algunos momentos incómodos. Cabe aclarar que está chido subir al escenario en un concierto punk y lanzarte contra el público y también es bien visto cuando el mismo artista invita a la gente a romper la cuarta pared. Sin embargo, el hecho de que no haya personal de seguridad o vallas al frente no es motivo para “invadir” el escenario si no hay invitación de la banda. Incluso para estas cosas hay un código de etiqueta. El artista es un profesional que viene a hacer su chamba y no está dispuesto a ceder su reflector para cualquier sujeto equis que quiera presumir sus pasos de baile. Recuerda, los artistas NO son tus amigos, así que si no quieres te ocurra esto o esto, NO te subas al escenario. La gente pagó para ver al acto, no a ti.

¿En qué estaba?

Oh cierto. Souleyman dejó a su público encantado después de 50 minutos de música originaria del otro lado el mundo y justo cuando parecía que nos iba a dejar sin encore, el cantante de Siria regresó para cerrar la hora con más música hiperactiva para mejorar el ritmo cardiaco.

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DURACIÓN: 1 hora
RESEÑA Y FOTOS: Shybibi (@ShyTurista)
الله: أكبر

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Fundé Sopitas como hobby y terminó siendo el trabajo de mis sueños. Emprendedor, amante de la música, los deportes, la comida y tecnología. También comparto rolas, noticias y chisma en programas...

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