Ya no eran horas del Señor, pero a los más férreos seguidores de Korn (y, claro, a los aferrados que todavía querían seguir la fiesta), no les importó quedarse hasta después de la 1:00 am para ver a los liderados por Jonathan Davis.
Pero bueno, aunque con notable cansancio (y efecto de varias cervezas), la gente respondió de inmediato a los potentes sonidos “numetaleros”. No hubo que esperar mucho para ver al público brincando y armando desganados slams (por falta de fuerzas, no de ánimos), ya que la banda inició con la ya clásica “Falling away from me”.
El primer descanso de la intensa presentación de Korn quizás llegó con “Rotting in vain” y “Make me bad”… Y eso, muy entrecomillado, porque con el final que se carga la primera, e lmovimiento de matas cesó, pero no por mucho tiempo. Muy encandilado por lo que antes sonó: “Here to Stay”, “Clown”, “Y’all want a single” y “Reclaim my place”.
Breve, pero el primer encore de la noche llegó antes de “Shoots and Ladders”, necesario para que el líder de Korn, Jonathan Davis, fuera por su ya conocida gaita y engañara a varios con interpretar “Somebody Someone”. Esa llegaría, pero hasta un poco después.
Todavía faltaban unos 20 minutos de show, pero luego de que la banda tocara “Got the Life”, “Coming Undone” y “Dead Bodies Everywhere”, mucha gente comenzó a buscar las salidas del lugar. Quizás confundidos por lo pronto que nuevamente los músicos volvieron a abandonar el escenario (creyendo que ya todo había terminado) o porque de plano ya no aguantaban los pies.
Muchos terminaron de ver la presentación sentados sobre el asfalto, mientras que otros sacaron el “fua” y disfrutaron del cierre del Vive Latino como se debe: bailando y golpeándose frenéticamente, mientras de música de fondo sonaban “4 U”, “Twist”, “Blind”, (ahora sí) “Somebody Someone” y, para rematar de forma contundente, “Freak on a Leash”.
No una faltó ni una… bueno, quizás “A.D.I.D.A.S”… pero el público se fue bastante satisfecho mientras todavía se escuchaban las últimas notas de la canción del Follow de Leader y Jonathan Davis se despedía, con la amenaza de volver muy pronto.