En la industria musical hay mancuernas que simplemente marcaron la historia. Ejemplos hay muchos, Lennon y McCartney, Jagger y Richards y así podríamos mencionar a artistas que juntaron sus creatividad para componer canciones espectaculares. Esto por supuesto que también es visible en el hip-hop y el rap, ya que grandes nombres de dichos ritmos han unido fuerzas, pero en los últimos años Kanye West y Jay-Z se comieron al mundo entero.

La relación entre ambos inició muchos años antes de que siquiera West se animara a rapear, pero conforme fue pasando el tiempo y se conocieron como personas y compositores, armaron una dupla imparable. No solo colaboraron mutuamente en sus discos, también escribieron, produjeron, grabaron y lanzaron uno de los álbumes más ambiciosos dentro de la historia del hip-hop, Watch The Throne, un crossover al nivel de Avengers: Endgame.

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Sin embargo, no todo ha sido maravilloso en la relación de Jay-Z y Kanye West, pues en medio de los dos han pasado un montón de cosas que inevitablemente los llevó a separarse por un buen rato. Pasaron de ser mejores amigos y alimentarse como músicos en el estudio a simplemente dejar de hablar. Aunque claro, nada de esto pasó de la noche a la mañana y para responder la pregunta de por qué se distanciaron, hay que echarnos un clavado al pasado.

Los inicios de Kanye West y Jay-Z

Kanye West y Jay-Z se conocieron en el 2000, cuando Yeezy produjo una canción para Beanie Sigel, artista de Roc-A-Fella Records –el sello discográfico del rapero neoyorquino–. Desde aquel entonces, tanto Carter como el jefe de la disquera, Damon Dash, quedaron impresionados con el talento del joven de Chicago para crear beats espectaculares, tanto así que lo firmaron casi de palabra para que trabajara en el nuevo disco de Jay. 

Más tarde se reunirían para comenzar la producción de uno de los álbumes más influyentes de hip-hop de los 2000, The Blueprint. Kanye estuvo a cargo de cuatro canciones sobresalientes del disco, “Izzo (H.O.V.A.)”, “Heart of the City (Ain’t No Love)”, “Never Change” y “Takeover”, aunque también tiene su crédito como compositor en otras rolas. A partir de ese momento nació definitivamente unas de las mancuernas que le han dado forma a este género en los últimos 20 años. 

Kanye no quería ser un simple productor

A pesar de su enorme trabajo y tener una enorme reputación en la industria como uno de los productores jóvenes prometedores, colaborando con Foxy Brown, Lil Kim o Scarface, Kanye West no estaba conforme con eso. Desde un inicio quería rapear y componía sus propias canciones, pero ninguna disquera le daba la oportunidad como para firmarlo y así grabar su primer material discográfico.  Y todo esto tenía una simple y sencilla razón.

En los 2000, el rap y hip-hop seguía dominado por artistas que hablaban de lo dura que fue la vida para ellos, pues la gran mayoría pasó momentos complicados en la calle y eso mismo lo narraban a través de sus canciones. Sin embargo, Kanye no tuvo esa clase de experiencias a lo largo de su vida, pues fue criado en un ambiente de clase media y por supuesto que sus letras y música tenían una visión muy diferente, él no quería continuar con esta “tradición”.

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West tenía una visión diferente dentro del hip-hop

Para no hacerles el cuento más largo, Kanye West no encajaba en el estereotipo y perfil de rapero en ese momento. Tanto así que sellos discográficos como Capitol estuvieron a punto de darle chance, pero se dice que más tarde convencieron al presidente de la disquera de que sus álbumes nunca se venderían y el trato nunca llegó a nada. Eso sí, Yeezy nunca se rindió y mucho menos se desanimó, pues continuó buscando su oportunidad. 

Jay-Z y Damon Dash de Roc-A-Fella Records estaban conscientes del enorme talento que tenía Kanye, pero no les convencía la idea de que rapeara. Sin embargo, ante el temor de que alguien más notara su potencial y luego de ver cuánto quería tirar rimas frente al micrófono, le dieron un contrato discográfico. Dash dijo años después que esta fue una de las mejores decisiones de su vida, aunque no dimensionó al monstruo que estaba frente a sus ojos.

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“Yo personalmente firmé con Kanye, y quiero atribuirme el mérito de eso porque me siento bien de haber creído en él y de haber entendido su visión. Lo que no vi fue cuán grande era su visión y cómo iba a atacarla él mismo”, dijo Dash a MTV años más tarde. A pesar de que confiaba en su protegido y sabía que era un diamante en bruto, a Jay seguía sin convencerle la idea, pero Kanye se encargó de que nadie dudara de él. 

Nos guste o no, Yeezy le dio otro rostro al género

Kanye West nunca intentó que el público lo viera como un gángster; al contrario, simplemente se mostró a sí mismo a través de sus canciones, en las que hablaba de sus sueños, pasiones, aficiones y también bastante crítica social (sobre todo clavándose en el racismo en Estados Unidos). Sin saberlo o quizá sí, Yeezy logró darle otro rostro al hip-hop, dejando atrás las rolas sobre violencia y pandillas para escribir temas introspectivos y personales.

Esto quedó muy claro en discos como The College Dropout y Late Registration, álbumes que no solo la rompieron en cuanto a ventas, pues la crítica le dio un montón de halagos a Kanye por su trabajo. Gracias al éxito, West tuvo chance de abrirle paso a otros artistas que tampoco querían rapear como se hacía antes, entre ellos estaba su ahora amigo y colaborador, Kid Cudi y hasta Drake (con quien por cierto, ahora tiene “un pleito”).

El alumno superó al maestro

En cuestión de años, Kanye West creció a pasos agigantados dentro de la industria musical y su influencia se notó dentro de la cultura pop. Mientras tanto, Jay-Z estaba pasando por un momento complicado, pues andaba luchando contra la escena del hip-hop y mantenerse relevante fue sumamente difícil. Para que se den una idea, en 2006 regresó de su breve retiro con Kingdom Come, un disco que tuvo malas críticas y pasó sin pena ni gloria.

Caso contrario al de Kanye, quien un año después estrenó Graduation, el cual vendió casi un millón de copias en su primera semana de lanzamiento. Prácticamente en esos tres discos, West venció a Jay en cuanto a relevancia dentro de la industria, aclamación de la crítica y ventas de discos; el alumno no solo superó al maestro, sino que como el título de su álbum, se graduó y cono honores. Aunque nunca olvidó la gratitud a su mentor. 

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Kanye West siempre dijo sentirse agradecido con Jay-Z por todas las lecciones que le dio cuando inició su carrera; sin embargo, bajita la mano también tenía un sentimiento amargo ya que en el fondo guardaba cierto rencor porque a pesar de que lo apoyó desde el principio, no pensó que podía conquistar el mundo. Esa relación de amor/odio queda muy clara en “”Big Brother”, donde suelta unas rimas ambiguas al respecto:

“Me sacó de la cuna de mi mamá, luego me ayudó a conseguir una cuna para mi mamá. Supongo que el hermano mayor pensaba un poco diferente, y mantenía al hermano pequeño a raya, a distancia”, rapea Kanye en esta canción.

‘Watch the Throne’, el ambicioso y caótico proyecto de Kanye West y Jay-Z

A pesar de las diferencias entre los dos, ambos continuaron con sus carreras entregándonos grandes álbumes en el camino. Sin embargo, en 2011 Jay-Z y Kanye West se juntaron y unieron fuerzas para trabajar en un proyecto sumamente ambicioso, Watch the Throne, que se convirtió en uno de los álbumes colaborativos más importantes del hip-hop y para los expertos, este fue el punto creativo más alto de este par de artistas. 

En 16 canciones, West y Jay hablaban sobre ser afroamericanos ricos y exitosos, aunque bajita la mano también tocaron temas bastante interesantes como el amor, el capitalismo y la grandeza casi como si fueran dioses. Con este material discográfico, parecía que la pareja era perfecta y pintaba para que en el futuro continuaran haciendo cosas extraordinarias de la mano. Pero aunque no lo crean, las cosas se salieron de control durante este periodo. 

Portada de ‘Watch the Throne’/Foto: Roc-A-Fella Records

La grabación de este disco trajo varios problemas

Se dice que Jay-Z estaba inconforme con que Kanye West tomara la dirección creativa del proyecto y esto al parecer, generó conflictos y discusiones que afortunadamente no llegaron a nada más. Sin embargo, Yeezy tampoco estaba de acuerdo con muchas cosas que hizo su maestro pues todo indica que su maestro había tomado algunas de las bases que no se usaron en Watch the Throne para su siguiente álbum, Magna Carta Holy Grail. 

De cualquier manera, los dos dejaron sus diferencias e incluso salieron de gira por Estados Unidos, Canadá y gran parte de Europa para promocionar este disco, donde incluso llegaron a interpretar en más de una ocasión su exitosa rola “N **** s in Paris” (por ahí hubo un concierto donde la tocaron 12 veces). Aunque la relación entre Jay y Kanye pintaba mejor, la realidad es que todo se estaba desmoronando y no había vuelta atrás. 

Entran al juego Kim Kardashian y Beyoncé

El 24 de mayo de 2014 y en medio de un enorme cobertura mediática, Kanye West y Kim Kardashian se casaron en una ceremonia privada en Florencia, Italia. Entre los invitados –además de la popular familia de los reality shows– también hubo varios amig@s cercanos a la pareja, aunque llamó la atención que tanto Jay-Z como su esposa, Beyoncé, brillaron por su ausencia. Esto por supuesto que no lo tomó bien Yeezy, pero hay que darles un poco de contexto.

Nunca se supo con exactitud por qué los Carter no estuvieron en la boda de Kanye, pero semanas antes del compromiso sucedió un escándalo dentro de esta familia. Durante la MET Gala de ese mismo año la hermana de Beyoncé, Solange Knowles atacó a su cuñado en un elevador. En ese momento se habló de que se había enterado de que Jay le era infiel a la cantante de “Single Ladies”, pero el video que muestra como golpea al rapero llegó a todos lados.

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Kanye no tomó bien que los Carter no estuvieran en su boda

Conociendo a Kanye West, este no fue un motivo suficiente como para que faltaran a un momento tan importante para él, pero tampoco se quedó callado. Cuatros después de casarse con Kim Kardashian, Yeezy fue al programa de The Breakfast Club de Charlamagne tha God y habló sobre esta situación, dejando muy claro que estaba triste: “Me dolió que no asistieran a la boda. Entiendo que estaban pasando por algunas cosas, pero si es la familia, no te perderás una boda”. 

“Las cosas” de las que hablaba Kanye salieron a la luz en el disco que Beyoncé estrenó en 2016, Lemonade, donde sin pelos en la lengua relata que su matrimonio con Jay-Z estaba a punto de desmoronarse. Y es aquí donde todo se pone más intenso porque al parecer, Jay habló sobre la decisión de priorizar su relación sobre la boda de West en el disco que estrenó junto a su esposa, Everything is Love, con unas rimas que dejaron a muchos con el ojo cuadrado.

“No voy a ir a nada de nadie cuando mi esposa y yo estamos peleados. No me importa si la casa se incendia, me estoy muriendo y no iré (…)  Si no lo entiendes, no estamos hechos para ser amigos”, canta Jay-Z en  la rola “713”

El asalto a Kim y la falta de apoyo de Jay-Z y Beyoncé

Mientras Jay-Z y Beyoncé pasaban por un momento turbio en 2016, Kanye West estaba en uno de los puntos más importantes de su carrera. Ese mismo año estrenó su séptimo álbum de estudio, The Life of Pablo, con el que una vez demostró por qué es una de las mentes creativas más importantes dentro del hip-hop, pero la presión de la fama y una situación desagradable que le ocurrió a Kim Kardashian hicieron que Yeezy enfureciera una vez más contra los Carter.

En ese año, la socialité y empresaria fue asaltada en un hotel de lujo de París mientras West daba un show en Nueva York. Los ladrones se llevaron un botín de alrededor de 10.8 millones de dólares en joyas y otros artículos de lujo. Varios amigos y familiares más cercanos de la pareja se acercaron para ofrecerles su apoyo; sin embargo, Jay-Z y Beyoncé no aparecieron en la lista, pues se habla de que a la cantante no le cae bien Kim, aunque su esposo declaró lo contrario.

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Yeezy le tiró sabroso a sus “amigos”

Como era de esperarse y después de que no recibir ni una palabra de aliento de la familia Carter, Kanye West aprovechó un concierto de la gira de The Life of Pablo en Sacramento, California para tirarles sabroso. Entre otras cosas, el rapero dijo: “No me llames después del robo y digas: ‘¿Cómo te sientes?’ ¿Quieres saber cómo me siento? Pasa por la casa y trae a los niños. Como si fuéramos hermanos. Sentémonos”. Un momento que se hizo viral.

Luego de estas declaraciones controversiales en contra de su “amigo” y mentor, que preocuparon a las personas más cercanas a Kanye, al día siguiente fue internado en un hospital, presuntamente sufriendo alucinaciones. Más tarde el propio artista reveló que le habían diagnosticado trastorno bipolar y que estaba luchando contra la depresión y pensamientos suicidas. A partir de eso, el mundo entendió el por qué de su comportamiento errático.

Kanye y Jay-Z vuelven a trabajar juntos

Mientras continuaba criticando todo lo que hacía Jay-Z, para la mayoría era más que claro que la amistad de Kanye West con él había terminado para siempre. Aunque en 2017, Jay se refirió a West como su hermano y alguien a quien tenía amor y respeto, pero reconoció que su relación era difícil. Sin embargo, todo cambió cuando apareció una foto del cumpleaños 50 de Sean Combs a.k.a. Puff Daddy en donde los dos se abrazaban.

“Amo a Kanye, pero tenemos una relación complicada. Siempre he sido como su hermano mayor y ambos somos artistas, es como una pequeña competencia subyacente con tu hermano mayor. Amamos y respetamos el arte del otro, los dos queremos ser los mejores en el mundo. Pero no todo es perfecto, es una relación de mucho tiempo y con suerte, cuando tengamos 89 años miraremos al pasado y nos reiremos de esto. La única manera de superar eso es que nos sentemos, dialogamos y digamos: ‘Estas son las cosas con las que me siento incómodo. Estas son las cosas que me resultan inaceptables. Esto es lo que siento’. Estoy seguro de que siente que le he hecho cosas a él también. No soy un ser humano perfecto de ninguna manera”, declaró Jay-Z a The New York Times.

Recientemente, Kanye comenzó a promocionar su muy esperado –y retrasado– álbum, DONDA. En una de las listening parties que organizó en el Mercedes-Benz Stadium de Atlanta, sonó una canción donde se podía escuchar claramente la voz de Jay rapeando unas barras espectaculares. Esto por supuesto que insinuó que ambos habían hecho las paces y por fin volvían a trabajar juntos; es más, hubo quien se animó a afirmar que lanzarán la segunda parte de Watch the Throne.

¿Habrá reconciliación?

Y aunque esto nos emocionó bastante, con Kanye West las cosas pueden cambiar de un momento a otro. Eso nos quedó claro cuando en el último evento que armó en el estadio Soldier Field de Chicago, reprodujo la misma rola donde aparecía Jay-Z pero en esta ocasión, las rimas las canta el rapero DaBaby (ACÁ les contamos lo que pasó) ¿Será que a la mera hora se arrepintió y lo eliminó para siempre de su nuevo disco? Eso solo el tiempo nos lo dirá.

Sin duda, la relación de Jay y Kanye es sumamente complicada y vaya que han pasado de todo. Más allá del cariño, respeto y más que sienten mutuamente, parece que el ego, el afán de ser mejor que el otro y las declaraciones tanto en su música como en entrevistas –que como ya sabemos, a veces están fuera de contexto– lograron que ambos artistas se separaran. Pero no podemos negar que los dos armaron una de las duplas creativas más importantes en la historia del hip-hop.

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Me llamo Jesús pero todos me dicen Chucho. Me encanta la música y sé tocar algunos instrumentos, aunque creo que soy mejor escribiendo sobre las bandas que me gustan. Soy fan de los conciertos y festivales,...

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