Lo que necesitas saber:
Justice está de regreso con HYPERDRAMA, un disco con una producción brillante, sonidos clásicos pero también innovadores de este genial dúo.
Justice, dúo francés formado por Gaspard Augé y Xavier de Rosnay, entrega su cuarto disco de estudio, para el cual sorpresivamente cuentan con seis colaboraciones. Se unen a este disco de poco menos de 50 minutos Tame Impala, RIMON, The Flints, Connan Mockasin, Miguel y Thundercat. Es su primer disco desde Woman (2016), y vaya que los hemos extrañado, ya que fieles a su personalidad, se habían mantenido bastante enigmáticos previo al anuncio de HYPERDRAMA.
Justice luce mucha intensidad en la mayoría de las 13 rolas que componen HYPERDRAMA, autoproducido y cuidado hasta el más mínimo detalle. Las colaboraciones le dan una buena aportación a su sonido, y mantienen un equilibrio entre las rolas instrumentales y aquellas en las que se suma algún invitado para agregar vocales.
Una oda de humanos y máquinas al dark disco e italodisco
El arte de HYPERDRAMA combina la anatomía humana con la pulcritud de las máquinas y luces, y eso es precisamente lo que tenemos frente a nosotros con este nuevo disco. La alianza entre dos humanos y decenas de máquinas que generan música generada mediante tecnología, pero con un componente sentimental innegable.
La sensación de dark disco e italodisco influye mucho más en este LP que en pasados. En “Afterimage”, es adecuada la incorporación de la cantante RIMON, con unas voces brillantes que siguen un ritmo galopante que rompe con un sintetizador característico del french touch, agudo y sencillo.
Lo mismo sucede en “One Night/All Night”, rola que protagoniza la voz de Kevin Parker y que podríamos escuchar en loop por horas. Este equilibrio entre electrónica heavy y un estilo de dark disco refinado es uno de los mejores puntos de lo nuevo de Justice.
No podemos olvidar que este par nos trajo himnos modernos de las pistas de baile, como “D.A.N.C.E.” y “DVNO” hace quince años. Mantienen con este tipo de rolas la misma esencia de homenaje el baile, aunque el formato tiene una mejor producción (sí, es posible) y ahora juegan más con la composición.
Escuchamos puentes y muchos efectos sobre las rolas para que no sean planas, y ya no solo se confían de que tienen un buen hook o percusiones hipnóticas, sino que juegan con tu mente cuando esperas algo predecible y juegan con las estructuras y efectos.
“Generator” es una de las canciones más pesadas de HYPERDRAMA, en la que marcan mucho la influencia que el rock y hasta el heavy metal tienen en la electrónica. Sintetizadores ominosos y obscuros que se encuentran con efectos auditivos inesperados y cuerdas que le dan una magnitud mayor a la rola, la hacen un nuevo clásico de Justice. Chéquense el solo de bajo, que bien pudo haber sido sacado de alguna rola de funk de los ochentas.
Justice creó una odisea sonora que acompaña un viaje espacial en sus altas y bajas
El arte de HYPERDRAMA deja ver a Gaspard y Xavier junto a una nave espacial con una estética traslúcida y reluciente, y esto es una sensación que comparten en la parte auditiva del nuevo disco.
Rolas como “Dear Alan” son un homenaje a los sintetizadores y la capacidad que tienen estos, al igual que las guitarras distorsionadas, de sacarnos un grito de emoción. Se especula que “Dear Alan” es un homenaje a Alan Braxe, pionero del french touch.
Hay espacio para innovar, ya que Justice se metió a rolitas tranquilas como “Moonlight Rendez-Vous”, en la que un atípico saxofón toma el protagnismo de una rola de uno de los dúos herederos del french touch que comúnmente nos entrega rolas para el baile intenso. Lo mismo escuchamos con “Muscle Memory” y su outro “Harpy dream”, dos rolas que añaden mucho más a la sensación de viaje espacial que plantea Justice para este disco.
Aquí notamos una obsesión con la producción impecable de varias capas de sintetizadores que se complementan. Desde su IRIS: A Space Opera, Justice estaba cocinando algo marcadamente espacial, y hoy tenemos frente a nosotros HYPERDRAMA, con momentos de contemplación sideral que aportan a la diversidad sonora de la banda.
Las colaboraciones se suman con naturalidad, sin sentirse forzadas o fuera del estilo de Justice. Miguel y Thundercat cierran el disco con “Saturnine” y “The End”, rolas que adecuadamente meten vocales. El disco se pasa particularmente rápido, en parte por la decisión de no atascarlo de interludios y no tiene momentos que se sientan como un innecesario relleno.
Como saben, Justice se encuentra en nuestro país durante la gira de HYPERDRAMA, y mañana tocan en el Festival Vaivén. Aún hay boletos disponibles por acá.