De Shenan a Reyno y de Reyno a Juan, sólo Juan Moreno. Este cantante y compositor de la Ciudad de México tiene una historia ya bastante larga como músico en la escena local, pero como muchos músicos, en algún momento, la idea de hacer algo propio para concentrar ahí lo aprendido durante el camino, fue lo que llevó a Juan a hacerse de su carrera en solitario.
Si al camino -bastante largo y nutrido- de Juan, sumamos que quizá en su genética estaba escrito su destino -es nieto de Adolfo Vázquez Sánchez, un reconocido filósofo- tenemos como resultado letras inspiradoras, poéticas y que incitan al llanto… al menos eso sucede con su primer sencillo “Semilla”.
Pero primero lo primero. ¿Quién es Juan Moreno, de dónde viene y a dónde va?
Previo a convertirse en solista, Juan participó durante 7 años como compositor, bajista y cantante en Shenan. Luego de ello, fungió un año como bajista de Reyno.
“Fue una experiencia que me dejó bastante. Aprendí mucho de Christian y Pablo. Me impresionaba mucho la velocidad con la que trabajaban pero, sobre todo, su compromiso con la música. Me propuse, entonces, contagiarme de ambos aspectos”.
Aunque los pasados proyectos eran buenos, hacer algo propio le trajo a Juan varias satisfacciones que en un conjunto, quizá, no habría descubierto.
“Siento más libertad creativa, no tengo que someter a consenso ciertas decisiones artísticas o de otro tipo. No tengo que justificar o defender todo lo que hago y, por tanto, enredarme en ese laberinto en el cual ya no sabes si estás defendiendo al ego o a la obra en si. Sin embargo, extraño la retroalimentación inmediata, la sensación de protección que te genera pertenecer a una especie de clan, y ciertos aspectos íntimos de la colectividad. Por ello, intenté integrar la colectividad en mi disco de solista en todo lo que se pudiera: arreglo, producción, etc. No es lo mismo trabajar en solitario que trabajar como solista. Se requiere de la suma de talentos para que la obra florezca”.
Así como menciona Moreno, saber elegir cómo estar solo fue una clave importante para su realización como artista, pero encontrar a las personas indicadas para subirse al barco es lo que marca el rumbo a seguir.
En su andar, haber encontrado grandes mentes de la música y composición como Jorodowsky o Lafourcade, fue sin duda una señal de buena suerte pues, tiempo más tarde, serían ellos (y muchos más) piezas esenciales para la realización de su primer disco.
“Afortunadamente conté con los músicos que más admiro y respeto de mi entorno para la realización de este disco, que está próximo a ver la luz: Edy Vega (batería), Lari RuizVelasco (guitarra), Marco Paul (Teclados), Xavi Polycarpe (piano, guitarra), Fer Ruvel (bajo), Darío González Valderrama (arreglos de cuerda), Adán Jodorowsky (Producción, bajo, guitarra), Natalia Lafourcade (dirección vocal en “Semilla”), Ximena Mor y Daniela Mandoki (coros), etcétera. Me siento muy afortunado por los aliados que se fueron integrando poco a poco a este bello proceso”.
Si bien todos son músicos talentosos, nombres como el de Adán o el de Natalia destacan para un proyecto que recién va emprendiendo vuelo, pero Juan mencionó que fue de lo más natural.
“Lo padre fue que con ambos todo surgió de pláticas casuales y ellos mismos fueron los que se ofrecieron apoyarme. Con Natalia, por ejemplo, le mandé un audio para que me recomendara alguien que pudiera dirigir mi voz en en el estudio y, para mi sorpresa, me contestó: Yo puedo hacerlo, amigo.
Me ayudó con el tema de la interpretación, que es tratar de transmitir tus emociones a través de la palabra cantada, lo cual no es tarea fácil”
Mientras tanto, Adán, era además una influencia musical bastante fuerte para él y con la que no habría terminado de pulir un sonido único, romántico y con un sello propio.
“El sonido que él ha logrado como productor era justo lo que yo estaba buscando: un híbrido entre el clima setentero con un toque muy francés“.
Entre lo más llamativo de Moreno, se encuentra tal vez su destacable sentido emocional con el que absorbe cada detalle de sus experiencias para concentrarlo en su música. Queda claro que no desecha ni los momentos malos, ni los buenos, por lo que nos preguntamos qué ha sido lo más fácil y lo más difícil hasta ahora.
“Lo más satisfactorio ha sido escuchar el resultado final y ver ahí todas las decisiones artísticas y la suma de intenciones resumidas en 40 minutos. El proceso fue bello, pero hubo momentos de mucha ansiedad. Haciendo la analogía con el embarazo (Juan no hace mucho se convirtió en padre), podemos hablar también de que la gestación es hermosa, pero a veces lleva dolor, incomodidades, contracciones, etc.
Lo más difícil fue la espera y el tiempo que tomó hacerlo. Incluso ahora que está terminado, ¡sigo esperando a que el disco completo vea la luz!”.
Y, a decir verdad, la larga espera por un disco que promete tener muy buena calidad, probablemente haya valido la pena. Según Juan, tal vez de haberse apurado, las personas que lo ayudaron no habrían sido las mismas y, por ende, el resultado no hubiera sido el mismo.
La recién iniciada carrera de Juan Moreno está apenas por comenzar y, esperando la llegada de un material completo, platicamos con él sobre “Semilla”, la primera entrega de su material debut.
“Es la semilla del disco, tanto a nivel sonoro, como conceptual. Es la que establece el clima general de “Diciembre”, por eso creo que era importante abrir con ella.
Tiene un valor simbólico y emocional muy especial para mí, además de lo obvio de la la letra (un canto a la paternidad y a la fertilidad), creo que también es un homenaje al amor y como éste puede cambiar nuestra manera de ver la realidad de una manera mágica y poética”
Por acá te dejamos el video (perdón si no tenemos pañuelos a la mano):