Después de una semana de la muerte del Divo de Juárez, sus restos por fin han pisado suelo mexicano. El llanto que muchos de sus fanáticos esperaron con ansias dedicar, ya no tiene que esperar más. Cerca de 50 mil personas se reunieron a su llegada el día de ayer a Ciudad Juárez para demostrar el cariño que se le tuvo a este gran compositor.
Al filo de las 6 de la tarde las cenizas de Juan Gabriel cruzaron la frontera y llegaron a Ciudad Juárez. Entre ovaciones, gritos y llantos, sus restos ahora reposan en la misma ciudad y con la misma gente que lo vio nacer como un artista.
Desde la noche del viernes, decenas de juarenses estuvieron esperando las cenizas del músico cerca del templete donde están ahora sus resto. Desde fanáticos nacionales como internacionales se reunieron para despedir y agradecer a Juan Gabriel por su legado sin importar los 32 grados centígrados que se registraron y sofocaron al público que se mantuvo firme por más de 12 horas.
El evento contó con una ceremonia religiosa. El templete donde se llevó a cabo todo el espectáculo se encontraba en la calle 16 de septiembre, frente a la casa del cantautor, misma casa en la que su madre trabajó por mucho tiempo como ama de llaves y que posteriormente Juan Gabriel le regalaría. Como era de imaginarse, el evento fue sumamente conmovedor, su llegada fue recibida con un canto de forma coral de “Amor Eterno” y la gente no dejó de corear ni una sola palabra. Por otra parte diversos músicos y celebridades también hicieron demostrar su pesar con esta pérdida, entre ellos Luis Miguel, quien envío una corona con 500 rosas blancas.