“Yo creo que el Auditorio Nacional es un sueño de todos nosotros”, nos decía Jorge Drexler en entrevista para Sopitas.com a mediados del 2022. En esa plática, también nos contaba que hace muchos años creía imposible poder tocar en el llamado ‘Coloso de Reforma’, esto luego de que presenció una prueba de sonido de uno de sus ídolos en ese mismo sitio.
Pero el uruguayo se equivocó y el tiempo le demostró que, en algunos casos, los sueños sí se cumplen. Ahora, el 16 de febrero del 2023 quedará en su memoria como el día en que dio el concierto más grande de su carrera hasta el momento, según sus propias palabras.
Jorge Drexler en el Auditorio Nacional
A manera de breve introducción, la voz de una mujer sonaba en el Auditorio Nacional con un discurso bien interesante que hablaba del amor como una ciencia, de cómo hay mucha poesía en la terminología científica… El concierto iniciaba así, aventándonos esa analogía que pronto se convirtió en “El plan maestro”.
Jorge Drexler salió con una sonrisa de que no creía lo que veía; había casa llena. El cantante no dudó en ponerse de rodillas para darle un beso al suelo del escenario, una clara seña de agradecimiento para el público.
Lo siguiente que sonó fue “Deseo” y luego, soltó un recuerdo del 2001 también aquí en la Ciudad de México, de cuando tocó en algún lugar para poco más de 20 personas. Dos décadas después hay miles que vienen a verlo y Jorge Drexler dice que “esto excede todo. Sabía que iba a ser increíble, pero no así. Es el concierto más grande que he dado en mi vida“.
El set continuó con “Corazón impar” mientras la gente se sumaba al ritmo de la canción con los pies, replicando así el latido de un corazón. Seguidita vino “Cinturón blanco”. La gente, por su lado, se ‘peleaba’ por demostrar quién era más fan de Drexler gritando “te amo, Jorge… “no, yo te amo más”…
Cuando se escuchaba “Me haces bien”, una muñeca de china poblana voló al escenario, Jorge la tomó y la acomodó por ahí, visiblemente encantado por el detallazo.
Una celebración de 30 años de carrera y una referencia a Gustavo Cerati
Ser uno de los compositores más reconocidos de la escena hispanohablantes le ha costado a Jorge Drexler 30 años de carrera. Desde su primer material discográfico lanzado en 1992 hasta la fecha, al uruguayo le basta y sobra repertorio, así que no está de más tocar “Fusion” (presentada por él mismo como la antítesis de “Corazón impar”).
Tras tocar “Bendito desconcierto” e “Inoportuna”, Drexler se destapó con otro hitazo que fue de lo más conmovedor de la noche. “Era de amar”, explicó, es un tema que tiene mucho tiempo sin tocar y mencionó que le encanta por sus atributos polirítmicos. Es decir, mientras la instrumental va a un ritmo, su forma de cantar va en otro tempo; él canta y con sus dedos va marcando la rítmica de la letra.
Pero eso no es lo que sorprende del todo… Cuando la canción llegó a su parte final, Jorge la complementó con algunas frases de “Puente” de Gustavo Cerati. Momento épico y hermoso que les dejamos aquí abajito para que lo gocen tanto como nosotros.
En su más reciente disco, Tinta y tiempo, Jorge Drexler agregó una colaboración con una artista israelí que ciertamente no es muy escuchada todavía en la región de Latinoamérica, pero que vale la pena tener en el radar: Noga Erez (les hablamos de ella y su carrera POR ACÁ).
Con ella, compuso el tema “¡Oh, Algoritmo!” y pues es evidentemente Noga, que es una rapera talentosa, no pudo estar acá. Así que Jorge le entró sin miedo y se echó los versos rapeados en inglés como un verdadero maestro. Si un día Jorge se quiere armar un disco de rap o algo por el estilo, tengan por seguro que estará bueno.
“Salvapantalla”, “Asilo”, “Tinta y tiempo” y “El día que estrenaste el mundo” completaron la primera parte del set, que se transformaría en algo más…
Jorge Drexler, un set acústico y un homenaje a Joaquín Sabina
Cuando Jorge Drexler dijo que tenía un show muy especial preparado para el Auditorio Nacional, no fue una frase al aire. Su banda de acompañamiento –todos increíbles músicos debemos decirlo– salió de escena, dejando al uruguayo solo con su guitarra acústica.
Y la gente se las olió enseguida… Desde el público, alguien pidió que tocara “Pongamos que hablo de Martínez” y se hizo. Jorge es modesto y dice que si bien pensó en esta canción como una adivinanza, está muy claro que es una dedicatoria a Joaquín Sabina por la influencia que el trovador español ha ejercido en su carrera. Tremendo coro el que la gente armó.
Después vino “Milonga de moro judío”, que finalizó con un ‘Olé, olé’ para el cantante. Pero nada podrá ser tan épico y emotivo como “Soledad”, para la que el público encendió sus lámparas del celular, iluminando con fuerza el Auditorio. De nuevo, la sonrisa de no creer de Drexler apareció, mientras decía que es una imagen que jamás olvidará.
Jorge Drexler y el amor al arte en un show inolvidable
Como amante de la música folclórica de Latinoamérica, era claro que Jorge Drexler tenía preparada alguna sorpresa para sus fans mexicanos. Y no defraudó cuando trajo al escenario a Los Cojolites y a Caña Dulce y Caña Brava para una versión con toques de son jarocho de “Movimiento”, seguida de “Tocarte”, “Telefonía” y “Silencio”, con la que aplicó la clásica salida breve del escenario para regresar al encore.
Ha sido una noche inolvidable no solo para Jorge, que seguía con cara de ‘esto no es verdad’. Llenó un Auditorio Nacional, un sueño que, como dijimos, ni él mismo se imaginaba tiempo atrás… Y como tal, había que cerrar duro. De nuevo con Los Cojolites y Caña Dulce y Caña Brava como acompañantes, llegó “La luna Rasquí” en una interpretación más que vibrante, seguida de “Todo se transforma”.
¿Una rolita más? Sí… “Amor al arte” cerró todo, con un Jorge Drexler en extremo feliz y un público inmensamente fiel que seguro estará contento por ver al uruguayo en un escenario así de grande; uno que ya se merecía de tiempo atrás sinceramente.