Lo que necesitas saber:

Qué gran noche vivimos con Javier Blake en el Teatro Metropólitan, la cual estuvo llena de momentos emotivos y grandes rolas. Acá la reseña.

Es un paso complicado aventarse a hacer música por tu propia cuenta cuando ya tienes un largo recorrido junto a una banda (pues todos son capaces de quitarse la sombra de su trabajo colectivo previo). Sin embargo, hay casos de éxito de carreras en solitario que equilibran muy bien esta parte con la de trabajar con un grupo. Y en México lo tenemos más claro que el agua con Javier Blake.

Desde hace algunos años, el frontman de División Minúscula empezó a sacar rolas como solista, regalándonos una visión muy personal y directa de su mundo, y dejando claro que aún tiene muchas cosas por decir desde ese lado. Pero después de varios sencillos, un disco y shows por gran parte de nuestro país, Javier se aventó uno de los conciertos más especiales de su carrera en el Teatro Metropólitan de la CDMX.

Póster del concierto de Javier Blake en el Teatro Metropólitan/Foto: OCESA.

Javier Blake se aventó una noche muy especial en la CDMX

En medio del sonido de un sintetizador y mientras se iba iluminando la escenografìa que montaron (la cual, la verdad, se veía muy cool), cada uno de los músicos fueron tomando su lugar hasta que apareció Javier Blake para iniciar el concierto con “Bomba atómica”, la cual nos dejó ver que este show sería una montaña rusa de emociones, ya que desde esa rola muchos andaban cantando a moco tendido.

“Buenas noches, Metropólitan. Muchas gracias por estar aquí, esto es un sueño realmente para mí, estar parado aquí. Gracias por compartir con nosotros esta música y espero que esta noche sea una noche de celebración”, dijo Javier antes de arrancarse con “Estúpido adiós”, que le puso buena onda al arranque del concierto.

Tras cambiar de lira (que por cierto, traía un par de eléctricas muy chidas) y afinarla, el público coreó su nombre (y hasta le gritaron viejo sabroso), Javier se siguió con “Talismán”, una de sus más recientes rolas que sorprendentemente, la gran mayoría se la sabía a la perfección.

Llegó el momento cursi de la noche (como el propio Javier Blake mencionó), pues le bajó el ritmo acelerado. al concierto con “De esos besos”, donde el teatro coreó el “bésame” de la letra a todo pulmón y que por supuesto, se prestó a que las parejitas se abrazaran y dedicaran este temazo súper meloso.

Además de cantar, Javier se aventó varios discursos importantes

Javier siguió con “Cosas de grandes“, una rola donde nos puso a reflexionar, pues se aventó un discurso súper emotivo en el que nos invitó a comprender y valorar las cosas que nuestros padres han hecho por nosotros. Es más, el cantante le pidió a sus fans que le marcaran a sus jefes en ese momento para decirles que los quieren. Verdaderamente de lagrimita lo que dijo.

Luego de agradecer a todos por dejarse llevar por la marea y terminar en su concierto, Javier Blake se aventó “Girasol”, en una de las partes más rockeras de todo el show y que acabó con una versión extendida donde se combinaron los guitarrazos con un sintetizador que sonaron brutales. Una chulada total.

Javier se disculpó con las nuevas generaciones por no hacer nada para mejorar el mundo en el que viven. Y luego de felicitarlos porque son quienes están haciendo el cambio, continuó con “No hay sistema” que se escuchó súper ponchada en el Metropolitan, con esos riffs pesados que puso a muchos a levantar el puño al ritmo de esta canción, casi como si fuera signo de protesta.

Después de recoger un Dr. Simi que le aventaron, Javier Blake recordó que la vida es difícil para todos y nos confesó que pasó por momentos complicados, pues tuvo que afrontar la soledad en los últimos años. Y tras agradecerle a todos por escuchar su música (la cual nos conectó a todos los presentes), se echó “Cicatrices”, que a la mayoría le llegó directo al cora.

Hubo set acústico con todo y conjunto de cuerdas

Por supuesto que no podía faltar la parte calmada y en esta sección de su set, Javier Blake tocó puro hitazo junto a su guitarra acústica. Para que se den una idea, arrancó con “Dice que se va el próximo mes” y después se chutó una versión muy emotiva de “Romeo” junto a un conjunto de cuerdas que le dieron el toque melancólico a este rolón.

En medio de esta sección del concierto, Javier se dio el tiempo de firmar el vinilo de una fan de las primeras filas que le pidió su autógrafo (gran momento, la verdad). Pero volviendo al show, las cosas continuaron ni más ni menos que con “Austin”, donde el público lo acompañó cantando durísimo y con las luces de sus celulares.

La cosa se volvió a poner pesada con “Reglas”, pues tanto Javier Blake como su banda (y hasta el conjunto de cuerdas) lo dieron todo con este temazo. Pero después de esto, el Teatro Metropólitan se cayó cuando invitó a Josué Guijosa. de Kill Aniston (quien abrió el show) para cantar “Cuenta hasta diez”, que ya se imaginarán lo durísimo que sonó este rolón.

Tras pedirle al público que aplaudiera a cada uno de los integrantes de su banda y agradecerle a todo su equipo de trabajo, Javier tocó “No me provoques” y “Réplica” (con la gente y los músicos dando lo que les quedaba de energía), y con este par de temazos se acabó el concierto y una verdadera noche de celebración.

Javier Blake se aventó casi dos horas de show en el Teatro Metropólitan, donde a diferencia de otras presentaciones, en esta ocasión no sonó ni una sola rola de División Minúscula. Aunque siendo muy honestos, no hizo falta que las tocara, pues con eso demostró que su camino en solitario es más que sólido y que se encuentra en uno de los momentos más grandes de su carrera como músico.

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Me llamo Jesús pero todos me dicen Chucho. Me encanta la música y sé tocar algunos instrumentos, aunque creo que soy mejor escribiendo sobre las bandas que me gustan. Soy fan de los conciertos y festivales,...

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